Julio Ceniceros/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Sin temor a equivocarnos te decimos que “La forma del agua” es la película más hermosa que verás en los cines este año. Te lo advertimos, te enamorará. “La forma del agua” resulta un deleite visual desde el primero y hasta el último cuadro y no hacen falta muchos diálogos para contarnos una extraordinaria historia de amor que te robará el corazón. Al final de cuentas, el amor no tiene palabras, y hay muy pocas formas de describirlo, aunque Guillermo del Toro lo logra a la perfección con este aclamado filme que recién ganó el Globo de Oro en las categorías de Mejor Director y Mejor Partitura Original (Alexandre Desplat). La película estrena el viernes en las principales salas de cine de la ciudad. Cine de verdad Aquí en Morelia, durante el Festival de Cine, hace unos meses Guillermo del Toro nos explicó de viva voz que su nueva película remite mucho al cine clásico: “está filmada como un musical, aún cuando no cantan y bailan, la cámara y los actores están haciendo una coreografía hermosa… es una película que tiene hambre de cine y trata de abrazar al cine en todo lo posible”. “La estética es parte del contenido, no surge separada de la historia”, precisa el director del filme en Morelia. Una criatura inocente Una criatura del agua, con figura similar a la de los humanos, es el nuevo personaje salido de la imaginación de Guillermo del Toro en su nueva y aclamada película, donde nos relata el romance que surge entre este monstruo y una chica muda. La criatura se para en dos piernas pero además es inteligente, capaz de entender emociones, comunicarse y desarrollar sentimientos. Los nativos en el Amazonas lo alababan como a un Dios, pero en la civilización del año 1962 quieren despedazarlo para entender cómo funciona. Una bella parábola “La forma del agua” es la historia de un amor y un monstruo que intentó destruirlo todo. Para retratar el amor no hacen falta palabras, solo miradas… “El amor cuando llega nos enmudece, no hay manera de expresar el amor hablando, solo cantando”, asegura Guillermo del Toro. Aunque la historia se sitúa en el año de 1962, el cineasta nos explica que realmente “es una película sobre hoy, usando el año 62 para que nos permita una parábola. Si la hago de hoy se vuelve específica y pierde su universalidad; la parábola nos permite abandonar la ideología y abrazar las ideas”. “En los años 60, ver a un monstruo cargando a la protagonista sería una escena de horror… actualmente es una escena de poder y amor”. https://youtu.be/ITqLYivTuh4 Orgulloso mexicano Los monstruos, o criaturas raras que ya son características en las películas de Guillermo del Toro, tienen mucho que ver con ser mexicano, dice: “Difícilmente alguien que no es mexicano se acerca a una historia de amor, que además incluye amor físico… eso es completamente un rollo que te habla de la relación tan cercana que tenemos en el país con lo fantástico, el surrealismo, lo mágico, eso nos permite aceptar la convivencia de la realidad con la ficción de manera muy natural”. La historia de un monstruo Ambientada en el año 1963, en plena Guerra Fría, “La forma del agua” nos relata la historia de Elisa, una mujer que trabaja como intendente en un laboratorio. Un día, ahí conocer a un extraño hombre anfibio que está encerrado en las dependencias del laboratorio, lo están investigando y experimentarán con él. Poco a poco, ambos se van conociendo y ella acabará enamorándose perdidamente del misterioso hombre anfibio. Ella se propone rescatar a la extraña criatura de su cautiverio, y para que el plan tenga éxito, Elisa contará con la ayuda de un vecino de su comunidad. Sin embargo, el mundo exterior resultará mucho más peligroso para el hombre anfibio de lo que Elisa había pensado y las consecuencias de sus actos podrán ser devastadoras. Protagonizada por Sally Hawkins, Michael Shannon, Richard Jenkins, Octavia Spencer y Doug Jones.