Jorge Manzo/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Jesús Reyna García hizo confesiones que cimbrarán a la política estatal y nacional. Ventiló que Fausto Vallejo Figueroa lo entregó a la Procuraduría General de la República (PGR) y desde entonces, el 4 de abril del 2014, a la fecha, no le ha dado la cara. Reveló también que el Gobierno de la República tenía la intención de que el priista declarara en contra del exgobernador Vallejo y del empresario gasolinero Manuel Nocetti. El comisionado, Alfredo Castillo, también fue señalado por Reyna García, quien aseguró que éste tenía la intención de meterlo a la cárcel, y así lo dijo a medios de comunicación. Esto, derivado de la negativa de Reyna a legalizar a los grupos de autodefensa. Cumplió lo prometido Tras obtener su libertad garantizó que hablaría de lo que había vivido durante los más de cuatro años que enfrentó el proceso penal que “estuvo plagado de irregularidades”, por el que presentará una serie de denuncias en contra de los involucrados. Denunció que tanto él como su familia fueron presionados a cambio de su libertad. Negó que haya negociado candidaturas con Servando Gómez Martínez, “La Tuta”. Reyna García recordó cronológicamente lo que enfrentó. Explicó cómo fue su detención, de la que estuvo enterado Vallejo Figueroa, entonces gobernador del estado, quien lo citó con engaños a una reunión, en donde ya lo esperaban dos elementos de la Policía Ministerial junto con el jefe de prensa del comisionado, Alfredo Castillo Cervantes. No me enteré de lo que pasaba a mis espaldas”, recriminó. El entonces secretario de Gobierno de Michoacán fue llevado ante el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, quien le mostró un video en donde aparecía con Servando Gómez, mismo que aparentemente se lo habían dado los medios de comunicación “y que esa noche lo harían público, pero que antes querían tener su declaración”. Él mencionó que ese tema lo enfrentaría y que no había cometido ningún delito. Me fui con el subprocurador de SEIDO a su oficina, siete horas después se pretendió tomarme declaración como indiciado, únicamente me mostraron dos partes policiacos, en uno se decía que un CD con un video se los había entregado a dos ministeriales un ex colaborador mío, un día antes en Morelia; el otro parte policiaco decía que se me había detenido en Paseo de la Reforma. Ante la evidente falsedad de esos reportes, me negué a declarar. Les exigí que dijeran la verdad pues yo diría la verdad. Se negaron y me negué, pues advertí la perversidad con que actuaban”, evidenció Reyna. Sobre el video, Reyna le comentó al titular de la PGR del gobierno de Enrique Peña Nieto que después de las elecciones del 2011 él no ostentaba ningún cargo público, y que un día por la noche al salir de un restaurante ubicado en la Calzada la Huerta, unas personas lo interceptaron, y lo obligaron a ir con el entonces jefe de los Caballeros Templarios. No se trataba de si quería, sino que tenía que ir, o bien, me atuviera a las consecuencias, que podría ser un levantón para mí o mi familia”. Tal cita fue breve, no llegó a quince minutos, y no cumplió el objetivo que seguramente tenían, pues no llegó una persona que el supuesto delincuente estaba esperando, así lo dijo. Fue una perorata en la que Servando Gómez se dedicó a ufanarse de la fuerza del grupo delincuencial, no hizo ninguna petición, ni pidió compromiso alguno. Por el estado de nerviosismo, no recuerdo con precisión algo más de dicha reunión, la que abruptamente concluyó. Lo cierto es que no se me pidió nada en esa ocasión ni en fecha posterior, ni por éste ni por otro supuesto integrante de esa organización criminal”, expuso ante medios de comunicación Reyna García. Evidenció otra irregularidad al asegurar que se presentaron dos transcripciones de dicho video, una fue utilizada para su arraigo y otra para la consignación y con el mismo folio. En uno de ellas no señala petición alguna, indica respuestas de Reyna a preguntas, alguna es evasiva, pero todas en sentido negativo. “Quedó acreditado en el proceso la manipulación de dicho video”. Negó que haya negociado candidaturas a favor del cártel que lideraba Nazario Moreno, puesto que para ese entonces ya estaban en campañas. El testigo presencial que presentó la PGR no me hace imputación alguna. Coincide en que mis respuestas siempre fueron negativas. Sin embargo menciona que la reunión fue en octubre y que se pidieron candidaturas a diputados y presidentes municipales, lo cual es falso además de absurdo; ya que no podían pedirse candidatos cuando en esa fecha que él dice, los candidatos ya estaban a media campaña. Tampoco coincide su dicho con la transcripción de la PGR”. Presiones y amenazas El huetamense agregó que al día siguiente ya se encontraba en arraigo. Confesó que fue presionado por el subprocurador a declarar, pero se negó. Expresó que, a través de su hija, Ruth Reyna, también fue amenazado. “Por medio del Juzgado pedimos información sobre mi estancia en el arraigo y falsearon la información para ocultar esa visita; después bajo otro concepto la pedimos y entregaron la información real, donde sí se muestra la visita de ese Subprocurador”. También a través de un delegado federal, sin decir su nombre, de todas las confianzas de Alfredo Castillo Cervantes contactó a su familia y dijo a un hermano suyo, que declarara en contra de Fausto Vallejo y el empresario Manuel Nocetti, “desconozco la intención como también algo de lo que yo pudiera acusar a este empresario, y que me ayudarían; al no tener respuesta, pidieron por el mismo conducto contactar a otra persona de mi familia, se trasladó y vino de donde reside mi hermano mayor, ya a él le pidió dos millones de dólares para dejarme en libertad”. Recordó que cuando fue trasladado al CEFERESO del Altiplano, un funcionario de la Secretaría de Gobernación por medio de un abogado, pidió a su hija Ruth Reyna “un millón y medio de pesos para que se me diera un buen trato en el Altiplano”. No se entregó tal cantidad, “y no tengo los datos mi hija se los llevó, por lo que en este caso no puedo proceder en forma alguna”, expuso Reyna. Pocos meses después de su detención, su hija Ruth, en su desesperación, “logró una entrevista con el Comisionado Especial para Michoacán, Alfredo Castillo, se hizo acompañar por una diputada local, él les dijo que el video se lo había entregado Fausto Vallejo Figueroa en compañía de Guillermo Guzmán Fuentes, jefe de la Oficina del Gobernador, en Casa de Gobierno, a las 0:30 horasdel día de mi detención, y que Fausto Vallejo, había propiciado esa situación. Posteriormente, el Comisionado Especial comentó lo mismo con otras personas”. En los trámites jurídicos, en la interposición de un amparo, una persona del Poder Judicial aseguró y se comprometió con su hija Ruth a que en cuarenta días estaría en libertad, “ella lo creyó, se hizo la mayor de las ilusiones, planes de qué hacer, para ella y para mí, a mediados de septiembre del 2017 vivió la gran desilusión que le generó un sentimiento de culpa respecto de mi situación, el sueño se le convirtió en pesadilla”. Reyna García recuperó su libertad el 22 de diciembre, una vez que la Procuraduría General de la República se desistió del caso. Él fue gobernador interino, durante la gestión de Fausto Vallejo Figueroa, quien posteriormente renunció al cargo por cuestiones de salud. Lo cierto es que la dimisión se da en medio de un clima de polarización política, tras la aparición de Rodrigo Vallejo, hijo del también exalcalde de Morelia, en un video con Servando Gómez Martínez, “La Tuta”. El exgobernador dio a conocer el sitio web en el que se estarán presentando pruebas de sus dichos y más información sobre su caso: https://www.jesusreyna.org.mx/.