Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán.- Cúmulo de eventos sísmicos alertan por alto riesgo y probabilidad de la generación de una cámara magmática bajo el subsuelo de la región Tancítaro y demarcaciones vecinas. A dos años de que inició el enjambre sísmico, la actividad volcánica se sigue manifestando en la región. La doctora Patricia Alarcón Chairés, especialista en gestión de riesgos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) advirtió sobre la actividad volcánica elevada de la región y la necesidad de establecer criterios de atención a la población vulnerable de la región. Hasta el momento, se han presentado hasta 5 mil eventos sísmicos de intensidad menor a 4. No obstante, el trabajo de investigación de la especialista permitió establecer una tendencia de magma ascendente a la superficie. El pasado martes, la población de Tancítaro, Peribán y zonas aledañas despertaron con un fuerte estruendo que sacudió viviendas, muebles e infraestructura en general. En punto de las 6:30 de la mañana, “un pulso” hizo brincar a los pobladores. “No fue un sismo como los antes registrados”. Testigos señalaron que se sintió como un empujón o una explosión subterránea de un solo pulso que bastó para generar el pánico en la población de la región. Si bien no se registraron afectaciones a la infraestructura civil de la región ni heridos, la doctora Alarcón Chairés alertó por la ubicación geológica de los movimientos sísmicos. La actividad del pasado martes se generó apenas a 2 kilómetros de profundidad bajo el suelo de Peribán, lo cual en términos geológicos es riesgoso debido ala cercanía con la superficie. La doctora Alarcón compartió en exclusiva las gráficas y modelos de análisis de los focos de actividad sísmica y volcánica que se han registrado entre el 2020 y la primera mitad del 2022. A pesar de los exhortos y los eventos de esta semana en la región, la Coordinación Estatal de Protección Civil y otras instancias de gestión de riesgo no se han pronunciado ante la opinión pública respecto a los hechos nulas recomendaciones. La advertencia es clara; la alta actividad sísmica volcánica en la región, y el análisis realizado en el trabajo presentado al gobierno de Michoacán, demuestra la alta posibilidad del nacimiento de un nuevo volcán, o bien una nueva erupción del volcán Tancítaro. La propuesta de la doctora Alarcón plantea continuar con los estudios acerca del comportamiento sísmico en la Meseta Volcánica P’urhépecha; disminuir las vulnerabilidades de la población en la Meseta Volcánica P’urhépecha y se recomienda realizar “Gestión del Riesgo con visión de Pensamiento Complejo y de manera transdisciplinar”. Fue el 5 de enero de 2020 cuando inició el enjambre sísmico en la región de la Meseta Volcánica P’urhépecha, mismo que continuó durante el 2021, región donde se ubica el volcán Paricutín, considerado como Maravilla de América, así como el estratovolcán Tancítaro. Especialistas urgieron a qué se tomen medidas de prevención de riesgos ante la creciente actividad volcánica de la región en dónde convergen poblaciones, ciudades y actividades económicas de todo tipo. Los fenómenos del enjambre sísmico se han presentado en la región en 1997, 1999, 2006, 2020 y durante este 2021 tal como se ha replicado en otras regiones del país. Desde el 2020 la Coordinación Estatal de Protección Civil en Michoacán negó el riesgo de surgimiento de un nuevo volcán o de riesgo por erupciones volcánicas en la región. A pesar de llamados de especialistas, el monitoreo por parte de las instituciones de gobierno no se ha intensificado. En total son cuatro los municipios que se encuentran en la zona en dónde se advierte la intensa actividad volcánica desde hace décadas y que, a pesar del riesgo, sus ayuntamientos no cuentan con estudios de riesgo o protocolos de atención a la población.