José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Ciudadanos de Jiquilpan han lamentado el deterioro presentado por los monumentos locales, esto ante la intención de la alcaldía de repotenciar la marca de Pueblo Mágico como un atractivo turístico a través de la inauguración de la Sala Etnográfica enmarcada como un requisito para permanecer dentro de este programa federal. Jesús Novoa, integrante del Frente Cívico Jiquilpense, lamentó que en tanto se autorizaron poco más de 100 mil pesos para el desarrollo de festivales culturales, la alcaldía no hubiese podido destinar recurso alguno para dar mantenimiento a las diferentes fuentes y estatuas de esta ciudad. “Están invitando a festivales y festivales pero los invitas para exhibir tus carencias, será una pena tener ‘miles’ de invitados y que vean que tus monumentos están sucios o se están desmoronando porque hay algunos, como la Fuente de los Pescados, que sirve de vertedero a los vecinos”. En ese sentido destacó que el argumento oficial de la falta de recursos se cae por sí solo, toda vez que a lo largo de lo que va de la administración local se han financiado eventos tendientes al lucimiento a través de festivales y conmemoraciones cuando no se destina recurso a temas básicos. “Ya no hablemos de calles o de obras, simplemente el 60 por ciento de las luminarias en la cabecera municipal no funcionan y es un tema básico pero no lo hay; tenemos informes que los trabajadores de aseo público tienen que comprar sus propias escobas, que los de alumbrado público te cobran las lámparas”. Destacó que a través de organizaciones como el Frente Cívico Jiquilpense, Mujeres Unidas por Jiquilpan, Grupo Añil, G14 y otros clubes sociales pedirán a la actual administración un rediseño del plan de trabajo con la idea de que se priorice el gasto en aquello que resulte de mayor urgencia y tratándose de atraer turismo lo ideal sería dar mantenimiento a los monumentos y complejos arquitectónicos al menos en la zona centro. Foto, José Luis Ceja. Riqueza arquitectónica sin recursos Desde la administración municipal 2005-2007, la entonces regidora de la Comisión de Turismo del Cabildo, Susana García Galván, intentó la conformación de un comité ciudadano para fondear las actividades de mantenimiento y, en su caso, restauración de los monumentos y fuentes del municipio; sin embargo, al tratarse de una regidora de oposición, la alcaldía obstaculizó la integración de este comité bajo el argumento de que estos elementos de la imagen urbana eran responsabilidad del estado y la Federación. Actualmente no existe en el nivel local una comisión de Cabildo o departamento municipal que se encargue de la vigilancia o resguardo de estos monumentos y fuentes, aunque la principal queja de los grupos migrantes en Estados Unidos es que no se ha definido a quién corresponde la rehabilitación y mantenimiento de estos espacios, lo que ha orillado al planteamiento la necesidad de integrar un comité para que las autoridades se hagan responsables o, en su defecto, solicitar los permisos necesarios para que los grupos organizados puedan hacerse cargo de estos lugares. Foto, José Luis Ceja. El fantasma del INAH en Jiquilpan Uno de los argumentos recurrentes por parte de las administraciones municipales para omitir la inversión en mantenimiento de estos espacios es que no pueden intervenirse debido a que se trata de elementos cuya custodia recae en el Instituto Nacional de Antropología e Historia; sin embargo, de manera oficial el municipio de Jiquilpan, pese a tener la denominación de Pueblo Mágico, no cuenta con la declaratoria de zona de monumentos históricos y no existe un catálogo de inmuebles protegidos en este municipio, de acuerdo con la delegación estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Sin embargo, este municipio cuenta con una propuesta de 158 elementos arquitectónicos como casas, fuentes, puentes, plazas y otros para ser considerados dentro del patrimonio protegido por la dependencia federal lo que, a su vez refuerza la oferta que pudiera presentar este municipio en el marco de este potencial turístico. En ese sentido, los monumentos a Benito Juárez, Lázaro Cárdenas y las fuentes de El Zalate y La Aguadora presentan ya severos deterioros producto del tiempo, las condiciones medioambientales y daños por accidentes. Actualmente espacios como la Biblioteca Pública Gabino Ortiz, las fuentes de la Aguadora y El Zalate, presentan severos daños ocasionados por el tiempo y por la falta de recursos para su mantenimiento. De esta forma la humedad filtrada en los muros de la Biblioteca Gabino Ortiz causan ya estragos en los murales de José Clemente Orozco y comienzan ya a surgir grietas en los muros del exsantuario guadalupano; en tanto las manchas avanzan inexorables sobre la efigie de la Aguadora. Otra de las fuentes de esta ciudad que se encuentra en riesgo es la del Zalate, que durante décadas fue la principal fuente de abastecimiento de agua potable de esta ciudad; esta fuente forma parte de los bienes de la comunidad indígena de Jiquilpan y no se encuentra bajo la administración del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS), por lo que tanto su mantenimiento como la calidad del agua es responsabilidad de la comunidad originaria lo que ha generado ya un deterioro.