Redacción / La Voz de Michoacán Jalisco. Luz Raquel Padilla Gutiérrez, de 35 años de edad, murió este martes tras ser quemada viva en un parque en Zapopan, Jalisco. El 17 de mayo pasado, la mujer había denunciado en redes sociales que era víctima de amenazas en su propio domicilio, donde pintaron sus paredes con frases en las que indicaban que atentarían contra su vida. https://twitter.com/GutirrezPadilla/status/1526457924494807040 “Hasta cuando voy a tener que vivir con miedo de que me pueda pasar algo y a mi familia y mi agresor sigue campante por la ciudad con el peligro de seguir haciendo daño”, escribió la mujer al publicar las imágenes de las amenazas y pedir ayuda a la Fiscalía de Jalisco y el Gobierno de esa entidad. El pasado 16 de julio, Luz Raquel fue atacada cerca de su casa. De acuerdo con medios locales, cinco personas, cuatro hombres y una mujer, le rociaron alcohol y le prendieron fuego en un parque público ubicado en el cruce de las calles Arco Táctico y Arco Constantino. Al lugar del incidente acudieron policías del municipio de Zapopan, quienes localizaron a Luz Raquel con quemaduras en extremidades inferiores, brazos y rostro. “Dicen que los muchachos estaban parados y ahí como que la estaban esperando. Se vinieron y la rociaron de alcohol. Incluso aquí estaban los botecitos”, mencionó un testigo, que vio cuando le prendieron fuego a la mujer. Ella sufrió quemaduras en 80 por ciento de su cuerpo lacerado y este martes el Hospital Civil de Guadalajara confirmó su deceso. Uno de los agresores supuestamente es vecino suyo, identificado como Ismael. Luz Raquel había expresado en redes sociales que sufría hostigamiento por parte de sus vecinos por el ruido que hacía su hijo, quien padece una discapacidad, cuando sufría un episodio de crisis. Antes, la mujer fue atacada con cloro de uso industrial en la zona del tórax, ocasionándole quemaduras de segundo grado. De acuerdo con #YoCuidoMéxico, Luz denunció dicha agresión ante la comisaría de Zapopan y, posteriormente, solicitó ser integrada al programa “Pulso de la vida” para poder recibir atención. La petición le fue negada “al considerar que las amenazas que recibía, debido al comportamiento de su hijo menor de edad con autismo, no eran causa suficiente”.