Erandi Avalos Su construcción inició en 1585 y fue el segundo Colegio de la Compañía de Jesús en la Nueva España. Con la expulsión de los Jesuitas, se interrumpió su uso religioso y fungió como hospital, vecindad y escuela, entre otros, hasta que un día del año 1980, apareció un anuncio ofreciendo dicho inmueble en venta. Ante esta situación, un grupo de ciudadanos, encabezados por Daniel Márquez, presentaron en 1981 un proyecto al entonces gobernador Cuauhtémoc Cárdenas, quien promueve que el edificio pase a ser propiedad del estado de Michoacán de Ocampo. Años despues, en 1992 el mismo Daniel Márquez, Rafaela Luft, Alma Gloria Chávez y Ángeles García, conforman el Patronato Pro Restauración y Conservación del Ex Colegio Jesuita de Pátzcuaro, restauran el edificio y comienzan a trabajar, ganando en dos ocasiones (1994 y 1997) apoyos del FONCA, con el proyecto: “ en general para que r mucho con poco y se ha acercado al gremio para generar colaboraciones y al publico la region. Sin ambargo,Academia de Bellas Artes. Un proyecto de educación artística y difusión cultural”, que permitió activar el espacio de una manera considerable, nunca antes vista en Patzcuaro. Desafortundamente, el edificio y el proyecto del Patronato, en lugar de ser apoyado y respetado como un esfuerzo local, fue absorbido por el Gobierno del Estado y desde el 2003 estuvo a merced de la política estatal y no de las posibilidades y necesidades de la región. Recordamos bien al maestro Francisco Rodríguez Oñate, quien por años mantuvo activo ese espacio y se ganó el respeto de muchos, a pesar de las limitaciones burocraticas que tuvo, así como a Derli Romero, quien siempre fue generoso con quien se acercaba a solicitar colaboraciones. Despues de un período de poca actividad, se hicieron escuchar las voces de muchas personas para avivar lo que se habia convertido en un elefante blanco. Es justo y muy grato señalar el gran avance que significa la reactivación que esta ocurriendo bajo la dirección de la maestra Sofia Stamatio, quien ha sabido hacer mucho con poco y se ha acercado al gremio para generar colaboraciones permanentes y temporales, y al público en general para invitarlos a las actividades o a alguno de los veinte talleres que se imparten actualmente; es decir, a que utilicen el espacio para esparcimiento, aprendizaje y convivencia. Vale mencionar la alianza que se esta dando entre el Centro Cultural y la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Pátzcuaro, lo que sin duda enriquece a ambas dependencias y beneficia a todos. Su Taller de Gráfica, uno de los mejores del país, ahora cuenta con el apoyo de la artista Berenice Torres, quien seguramente lo activará adecuadamente para el uso de grabadores locales, nacionales e internacionales, aumentando el acervo, que es ya bastante bueno pues grandes artistas han colaborado desde que se fundó. Un sitio tan emblematico merece mayor atención y recurso. Ya cuenta con una directora que ha demostrado su capacidad de liderazgo y empuje. Ya los creadores se acercan de nuevo con gusto y confianza, y los turistas y locales disfrutan de exposiciones de arte visual, ciclos de charlas, conciertos y proyecciones; y de un proyecto especial fundado por el artista Artemio Rodríguez que se llama: Biblioteca del Libro Ilustrado. Falta mucho todavía para lograr el máximo aprovechamiento de este lugar, pero podemos decir que nunca más permitiremos que pase por periodos inciertos de oscuridad, ahora que de nuevo es un sitio cultural vivo. --- Erandi Avalos, historiadora del arte y curadora independiente con un enfoque glocal e inclusivo. Es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, Sección México y curadora de la iniciativa holandesa-mexicana “La Pureza del Arte”. erandiavalos.curadora@gmail.com