Horacio Erik Avilés Martínez Este próximo lunes arranca el Ciclo Escolar 2022-2023. Será un periodo estratégico para conocer la profundidad y alcances de la transformación educativa en Michoacán, prometida para ser alcanzada durante la actual administración 2021-2027. Hay diversos elementos que deberán estar presentes para garantizar un mejor ciclo escolar que el anterior, el cual fue atropellado y convulso, pero a su vez rompió inercias en torno a la violación de derechos de estudiantes, maestros y sus familias. Llegó el momento de probar la efectividad de las políticas públicas dispuestas para lograr mejora sistémica. Respecto a la problemática, como ejemplos, mucho se sabe respecto a las inmensas necesidades de la gran mayoría de los planteles escolares en materia de infraestructura, de equipamiento, conectividad, consumibles, mantenimiento preventivo y correctivo, necesidad de programas socioeducativos, supervisión escolar y mejores condiciones de trabajo, para que los trabajadores de la educación ejerzan en las mejores condiciones posibles su vocación docente. Asimismo, se deben redoblar esfuerzos para proteger a las comunidades de aprendizaje del riesgo que implica la pandemia por COVID-19, que no ha llegado a su fin y sigue reportando cifras que podrían repuntar en caso de que se relajen o se soslayen las medidas de bioseguridad. Paralelamente, de la necesidad de contención de los grupos movilizados al interior del sistema educativo estatal, mediante la atención de las necesidades legítimas y el acotamiento respecto a la normatividad aplicable en la materia, para evitar que existan extralegalidades, daño patrimonial y abuso en las concesiones que se les otorguen en aras de brindar una falsa sensación de gobernabilidad. No es algo que no se sepa, hay diagnósticos, quejas y denuncias al respecto. Para atemperar la situación, durante los últimos meses, una gran cantidad de circulares fueron emitidas por parte de las autoridades educativas locales con la finalidad de normar las acciones que sucedan en las escuelas michoacanas. Especialmente, cuestiones administrativas, de control de personal, cuestiones de no discriminación hacia las niñas, niños y jóvenes, así como la protección de sus derechos educativos, al prevenir el posible condicionamiento de los servicios educativos a cambio del pago de cuotas escolares, de portar uniforme o corte de cabello. Sin embargo, parece muy difícil que basten estos posicionamientos y recordatorios para acotar las posibles extralimitaciones. Recordemos que, antes de la pandemia, la Secretaría de Educación en el Estado solía ser la dependencia con más quejas presentadas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, fenómeno que disminuyó ampliamente durante el confinamiento, porque no hubo negación de acceso a las escuelas, porque todos los estudiantes aprobaron y porque la interacción presencial fue prácticamente nula. Esta referencia servirá para evaluar los avances al concluir el presente ciclo escolar. Por otra parte, ha generado mucha polémica la presentación del nuevo plan de estudios 2022, que ha sido criticado por ambiguo, falto de definición y de diseño curricular, cargado de ideología y de generalidades. Si bien, el pilotaje nacional de 960 escuelas -320 por nivel educativo, preescolar, primaria y secundaria- pudo ser un poco más amplio, para garantizar un margen de error menor al cinco por ciento, también es cierto que esto no incidiría en el hecho de que en el Ciclo Escolar 2023-2024 se estrenará por fin la promesa de reforma en el país, justo en año electoral, donde apenas si se prestará atención a las modificaciones en la formación de las niñas, niños y jóvenes en la nación. Cabe hacer notar que la ambigüedad se exacerbará más en Michoacán, ya que durante el Ciclo Escolar 2022-2023 coexistirán los planes del 2022, de 2017, de 2011 y el alternativo de la CNTE, denominado Programa Democrático de Educación y Cultura del Estado de Michoacán (PDECEM) que tiene como principal insumo el plan de 1993, sobre el cual se montaron contenidos eminentemente ideológicos, contando con enormes áreas de mejora respecto a la actualidad de los contenidos disciplinares, así como cuestiones de diseño, errores ortográficos y sintácticos que preocupan porque serán referente para el aprendizaje de miles de estudiantes. Sin embargo, es fecha en la cual, ni se mejora el diseño del PDECEM, ni tampoco se proscribe o valida abiertamente su implementación, siendo un uso y costumbre tolerarle y brindar elementos evaluativos y de certificación paralelos para las escuelas bajo el control de estas expresiones de disidencia magisterial. El Plan Estatal de Desarrollo del Estado de Michoacán 2021-2027 requiere un esfuerzo adicional en materia de control de gestión para dotar de congruencia entre los objetivos, estrategias, acciones e indicadores contenidos, respecto al presupuesto y los resultados. Especialmente, es evidente la desalineación imperante entre objetivos, metas, indicadores y acciones. Esperemos que a la brevedad se complemente ese documento que, a pesar de ser un documento oficial constituye apenas un saque inicial y debe ser considerado como un instrumento vivo, sujeto a modificaciones y mejoras. Paralelamente, la presupuestación que se realice es muy importante, para garantizar que lo discursado y planificado suceda. Lo anterior, tanto a nivel estatal, donde debe garantizarse otro presupuesto con cero déficits, como a escala federal, en donde reside la posibilidad de mejorar los controles administrativos con los cuales se cuenta para la nómina magisterial, al grado de poderse concretar parcial o totalmente la federalización de la nómina magisterial, propuesta que data de 2009, pero que hasta la fecha no se ha podido concretar. En cambio, otra medida que inició en el mismo año ya lleva un 75 por ciento de avance y es el pago electrónico para los trabajadores de la educación. Con la velocidad que se ha adquirido para tales efectos, en menos de dos ciclos escolares podrá ser una medida concretada. También, en Michoacán de Ocampo está pendiente la conformación del Programa Sectorial de Educación 2022-2027, donde deberán contenerse las visiones, opiniones, propuestas, recomendaciones, proyectos y anhelos de los actores del sistema educativo michoacano, bajo una perspectiva de inclusión y con plena consulta participativa para su elaboración. Es importante recordar que en el sexenio 2015-2021, los funcionarios de aquel entonces se tardaron 5 años para elaborar tan importante instrumento de planeación para el desarrollo educativo: su periodicidad fue 2020-2021 y además, fue publicado durante la pandemia, por lo cual lo redactado en el documento tenía dudosa vigencia y factibilidad, además de que no hubo consultas ciudadanas, foros ni mecanismos participativos para poder integrar la visión de los actores clave del sistema educativo estatal en él. En este momento es inaceptable contemplar escenarios de continuismo o permitir que se configuren panoramas inerciales donde cundan la mediocridad o la retrogradación. Se debe priorizar esta consulta, porque, si bien tenemos la referencia de la administración pasada o haber sido el último estado de los quince que tuvo elecciones en 2021 en presentar su Plan Estatal de Desarrollo, también es cierto de que, al interior del gabinete estatal hay quienes ya están trabajando al respecto. Por ejemplo, el Instituto de la Juventud Michoacana, ya lanzó su consulta pública para elaborar la política sectorial de juventud para el quinquenio restante. Si bien, la herramienta que se emplea para tales efectos es simple -un formulario en Google Forms-, permite captar masivamente la opinión de los jóvenes que tengan conectividad a Internet, restando se logre consultar a las juventudes que no la posean, lo cual constituye un reto mayúsculo. Es notorio que, dadas las circunstancias en el sistema educativo estatal, se espera mucho más rigor, una consulta participativa amplia, a todos los sectores implicados y con foros abiertos que permitan diálogo, debate y propuesta. Querer es poder. Esperemos que la voluntad política acompañe a las obligaciones normativas en materia de planeación para el desarrollo y se elabore el Programa Sectorial de Educación, el cual permitirá conocer con precisión cuál será el devenir para el sistema educativo estatal. Con esa información estratégica, la ciudadanía podrá tomar decisiones de vida, así como reconocer lo realizado o exigir mayor esfuerzo. Paralelamente, se contarán con indicadores y métricas que permitirán medir el avance de nuestra entidad federativa en la materia. Otro esfuerzo que debe realizarse es el de detonar la participación ciudadana mediante mecanismos de gobernanza en la educación. Particularmente, en Michoacán existe el Consejo Estatal de Participación Escolar en la Educación (CEPEE), el cual requiere una adecuación a su marco normativo para brindarle vigencia y actualidad ante las necesidades existentes, para que pueda contar con la operatividad necesaria y existan mecanismos genuinos, valederos y de largo plazo para que los paterfamilias, académicos, trabajadores de la educación, sociedad civil organizada y muchos más puedan impulsar la resolución de las necesidades, opinar, proponer, recomendar y detectar áreas de oportunidad para la mejora continua de la educación estatal. Será muy valioso conformar su estructura a escala municipal y escolar para posteriormente articularla y así, dejar un legado en formación y participación ciudadana para el desarrollo de la gobernanza en el sistema educativo, lo cual a su vez anclará bases para la mejora continua de la política educativa en la entidad. No hay buen viento para quien no sabe a dónde va. Modelar el naciente ciclo escolar es indispensable. Se logra más fácilmente mediante el diálogo, la participación y mejores políticas públicas, que suplan los actos de autoridad y las relaciones bilaterales. Por ello, esperemos que todos estos aspectos estén considerados para generar un punto de inflexión, el cual se vislumbra más cercano con el esfuerzo de más de la mitad de los michoacanos involucrados en el sistema educativo estatal. Así, podrá aprovecharse al máximo el ciclo escolar que arranca este próximo lunes. Que así sea. Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles *Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.