Grupos criminales “van y vienen” de EdoMex y Guerrero, reconoce gobernador de Michoacán

A decir del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, los grupos delictivos van y vienen de ambos estados vecinos, y por eso una vez más van a reforzar la seguridad

Foto: Cortesía.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Incursiones de grupos delincuencia encienden las alarmas en los límites territoriales entre Michoacán, Estado de México y Guerrero. Luego de los hechos de Tuzantla que dejaron hasta 8 muertos, la tensión se centró en la zona limítrofe.

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En voz del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, los puntos de límites territoriales siempre han sido considerados como prioritarios en cuanto a la atención en materia de seguridad. En este caso destacó que se trató de una división de células delictivas que terminaron por enfrentarse entre sí para después desplegarse a la zona sur del Estado de México, apenas a kilómetros de distancia del municipio de Tuzantla.

Con base a lo anterior, destacó que federación y estado ya trabajan en las labores de blindaje para atender esa frontera entre Michoacán y la entidad más densamente poblada de todo el país.

“Lo que sabemos es que fue una agresión entre dos grupos armados. Por eso es fundamental el tema del desarme. Eran un mismo grupo, la incursión vino de Luvianos, Estado de México, y sabemos que hacia allá se desplazó el grupo agresor que se encuentra en el sur de esa entidad. Estamos coordinados con las autoridades locales y la información que tenemos es ésta”, precisó.

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Durante los últimos meses y años, los límites territoriales más vigilados había entre Michoacán, Jalisco, Guanajuato y Colima, mientras que en el resto de los territorios la incidencia había permitido tener menor presencia del estado.

No obstante, en lo que respecta a la zona colindante entre Estado de México y Guerrero se han advertido las incursiones del cartel de la Familia Michoacana, misma que mantiene operaciones sobre todo en la Sierra de Guerrero y la zona sur del Estado de México.

Durante los últimos años si bien la incidencia ha sido relativamente menor a otras zonas, incursiones de tales células y enfrentamientos con grupos delictivos michoacanos también se registraron de manera periódica.

“Las autoridades estatales y federales están valorando las acciones que se van a implementar en esta región precisamente del estado y la complicación es la frontera que compartimos tanto de un lado como del otro. También es responsabilidad nuestra, la estrategia se está llevando a cabo y está dando buenos resultados”, argumentó el gobernador ante un nuevo hecho de violencia en medio de señalamientos de la autoridad que apuntan a una baja en la incidencia delictiva.

Desde inicios de la gestión estatal de Alfredo Ramírez Bedolla trascendió como prioridad el blindaje de 45 municipios que se encuentran ubicados en el contorno de Michoacán y colindando con otros 47 municipios de entidades vecinas.

La tendencia expuesta por parte del Gobierno de Michoacán señala que las entidades vecinas ostentan problemas de delincuencia organizada que superan los problemas de esta entidad, caso concreto de Jalisco, Guanajuato y Guerrero en donde incluso las cifras de homicidios son mayores.

Michoacán comparte límites territoriales con Colima, Jalisco, Guerrero, Guanajuato y Estado de México, entidades que en bloque representan la región más violenta del país respecto a homicidios y atrocidades denunciadas por organizaciones de la sociedad civil.

Entre los límites que presentan la mayor complicación, se encuentran los municipios que colindan con Jalisco, como los de occidente de Zamora, Jiquilpan, Jacona, Tangamandapio y la región de la tierra caliente del valle de Tepalcatepec, en donde se destaca Buenavista, Tepalcatepec, Aguililla, Apatzingán y demarcaciones aledañas.

Por otra parte, al Oriente del estado, los municipios de Zitácuaro, Tlalpujahua, Angangueo, Hidalgo y Maravatío también han presentado en el último año eventos relacionados a la pugna entre grupos delictivos que ha dejado a cientos de muertos.

Incluso, cercano a la capital michoacana, los límites con Guanajuato y la lucha por el huachicol de Tarímbaro, Álvaro Obregón, Cuitzeo, Copándaro e incluso la ciudad de Morelia han resentido los embates de la pugna entre los cartees del estado vecino y los locales por el control de las actividades ilícitas.