Horacio Erik Avilés Martínez El sistema educativo michoacano, que está constituido por un millón 253 mil alumnos y 14 mil 171 escuelas, públicas y privadas, de educación básica, media superior y superior inició el ciclo escolar 2022-2023. Si bien, arrancó con grandes expectativas, cifradas en las inmensas necesidades de revertir el rezago histórico acumulado y exacerbado por la pandemia, así como la concatenación de muchos ciclos escolares fallidos, también es cierto que de varios de los grupos encunados en su interior se podía esperar cualquier reacción, en aras de alcanzar sus objetivos particulares. Como en una partida de ajedrez, en sus afanes de hacerse de recursos, poder, control y someter a quienes ven como adversarios, algunos intentaron sorprender con sus respectivas aperturas. Algunas predecibles, otras sumamente discretas y prudentes, mientras que algunos se lanzaron estrafalariamente al ataque, sin contar con banderas legítimas, solo el interés cupular exhibido crudamente a los cuatro vientos. No hubo paro indefinido de labores como se amenazaba de inicio. No había razones y tampoco hubo acciones al respecto. Ante la falta de banderas para impedir el arranque del ciclo escolar, tuvieron que dejar correr el tiempo. Seguramente, mediante procesos de legitimación interna, buscarán generar descontento para robustecer las consabidas movilizaciones que estarán preparando para presionar al gobierno y llegar a mesas de negociación en posición de poder. En esta ocasión, la situación que más complicó el arranque del ciclo escolar fue el episodio de violencia que viven municipios del oriente de nuestra entidad federativa, como Tuzantla, Benito Juárez y Susupuato, asolados por la delincuencia organizada. La dificultad de hacer valer el contrato social por parte del estado mexicano en la región mencionada implica que los derechos educativos de la niñez y la juventud se vean totalmente vulnerados. Es menester que todas las autoridades en materia de seguridad se vuelquen articuladamente a reestablecer el orden constitucional y posibiliten que las generaciones en formación acudan a clases en un entorno seguro. Por otra parte, se atestiguó que continuará la disputa por la modalidad de pago de las percepciones de los trabajadores de la educación en el estado. Las autoridades mencionan que faltan 18 mil empleados de recibir sus quincenas mediante transferencia bancaria, mientras que la disidencia magisterial habla de 20 mil. Sin duda, entre las personas que aún se resisten a recibir su pago vía cheque, se encuentran quienes poseen irregularidades en la adscripción, perfil, tipo de plaza, monto del pago y, sobre todo, en el devengado respectivo de sus salarios. Urge que se compulse caso por caso de quienes aún cobran por cheque para revisar físicamente si se encuentran en su centro de trabajo ejerciendo su labor para la cual fueron contratados, toda vez que pueden estar quebrantando al erario estatal. Esta semana también hubo una toma de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación en el Estado, por parte de un ala de la CNTE, a la cual descalifica la otra al calificarla de toma gobiernista o auto toma. Lo que es un hecho es que el proceso continuará entrampado mientras haya personal que no esté debidamente acreditado como trabajador de la educación que devenga su salario. Al seguir aviadores, comisionados y personal irregular cobrando en la nómina educativa, continuarán presionando para que no se les visibilice y puedan seguir recibiendo cheques en lugar de transferencias bancarias, cuyos criterios de manejo de los recursos maniatan muchas de las clásicas maniobras que corruptamente se realizan con el erario destinado a educar a los hijos de los michoacanos. También, en este arranque de ciclo hubo falta de maestros en diversas escuelas. Las causas de tales ausencias y faltantes no han sido esclarecidas por las autoridades competentes. Es un hecho que se requiere dar pasos mucho más grandes para que exista transparencia al respecto. La ciudadanía debe saber día tras día, grupo por grupo y escuela por escuela si hubo clases o no, si hay maestros y personal suficiente o no, así como las razones respectivas, en caso de haber incidencias, para que exista observación ciudadana de lo que acontece en las aulas y, al mismo tiempo, las autoridades se vean impedidas de ejercer discrecionalmente dispensas, favores y otras corruptelas que beneficien a quienes desean cobrar sin trabajar en las aulas michoacanas. Ante la desesperación por la falta de banderas para protestar y la necesidad de movilizar constantemente a sus huestes, hubo un mitin que destacó por absurdo, ante el Juzgado Cívico de Morelia, en inconformidad por haberse multado a nueve vehículos mal estacionados en el Centro Histórico de Morelia. Por el contrario, a lo que aducen, la tolerancia de parte del gobierno municipal de Morelia con el paro de Poder de Base fue manifiesta, toda vez que, en lugar de hacer el campamento con el cual amagaron, emplearon vehículos para estacionarse en el primer cuadro de la ciudad. Particularmente, en los últimos días de su sitio a la ciudad ya era visible que las casas de campaña estaban prácticamente vacías, siendo los automotores en donde ocasionalmente se apersonaban los integrantes del grupo movilizado. Que solamente les hayan impuesto nueve multas después de usar la principal rúa de la capital michoacana como aparcadero particular fue un acto que rebasa la tolerancia y cae en la indulgencia, toda vez que en cualesquiera de las múltiples fotografías que circulan en redes sociales se ven decenas de autos violando el reglamento de tránsito. Empero, que a pesar de ello se manifiesten habla de lo exiguas que son sus causas, de cómo han extraviado sus protestas, así como exhiben la forma en que usan a sus bases ya no para defender los derechos del magisterio sino en beneficio propio, para buscar impunidad ante sus actos. También, con el arranque del ciclo escolar resurgió la exigencia de los normalistas de nuevas plazas para ellos, pero entregadas bajo sus términos y condiciones. Es del dominio público que, tanto el presidente de México como el gobernador de Michoacán han comprometido su palabra respecto a la asignación de plazas para los egresados de las escuelas normales públicas de la entidad, lo cual se ha cumplido progresivamente, existiendo convocatorias y procedimientos para tales efectos. Sin embargo, los grupos de normalistas desean que se les entreguen fuera de la norma las plazas que, de cualquier forma, ocuparían ellos. Hecho absurdo, si no existiera la corrupción que explica esta clase de maniobras. Paralelamente, en este arranque de ciclo escolar resultó regresivo e inaceptable enterarnos de la exhibición noticiosa de lo que aconteció en el campamento de nuevo ingreso de las escuelas normales de Michoacán, donde prácticamente por seis días tuvieron a su merced las conciencias juveniles de los estudiantes de nuevo ingreso, para impactarlos y dominarlos cometiendo toda clase de abusos y violaciones, penas corporales, tareas ignominiosas y acciones masivas que minan el temple de las personas para inducirles una percepción que les permita ser manipulados a corto, mediano y largo plazo. Resulta esencial comprender que, a pesar de que se ejerce violencia física, psicológica, verbal y emocional, durante varios días, el proceso planificado normaliza semejante anomalía, no solo por los victimarios, sino también por las jóvenes víctimas de las técnicas de manipulación. Al no ser los campamentos obligatorios, ni formar parte del programa académico de las escuelas normales, las autoridades deben de regular y acotar al marco normativo vigente esta clase de convocatorias paralelas que suplantan tanto el plan de estudios como la rectoría de las escuelas normales, a la par que violan los derechos de las generaciones de nuevo ingreso. Es el paso subsecuente que debe darse desde la autoridad educativa estatal, en aras de continuar dignificando las escuelas normales michoacanas, so pena de que el paso dado durante 2022 de aplicar un examen externo se pierda en ejercicios subsecuentes, impactando negativamente en la formación de formadores y en las generaciones michoacanas de los próximos 40 o 50 años. Es favorable el anuncio que realizó la autoridad educativa estatal respecto a que se realizará un diagnóstico censal respecto a las condiciones de aprendizaje e indicadores socioeducativos en las escuelas michoacanas. El estudio aún tardará unos meses, ya que está en la etapa de planeación, pero de lograrse realizar será un verdadero hito que permitirá modificar la inercia del sistema educativo estatal. Es importante que se tenga a la brevedad para poder formular y ejecutar políticas públicas al respecto. Será un elemento cardinal para la elaboración del Programa Sectorial de Educación, instrumento de planeación para el desarrollo indispensable para lograr un punto de inflexión en el desarrollo educativo estatal. En suma, la agenda pública en materia educativa es vasta, compleja y con asuntos añejamente irresueltos. Los mismos actores de muchos años continúan buscando obtener beneficios, pero a pesar de ello hay un arranque de ciclo escolar muy diferente al anterior, en el cual hubo prácticamente un paro generalizado por la falta de pago a los trabajadores de la educación. Ahora, si bien se ha roto esa inercia, la disputa continúa y parece interminable, pero la autoridad es quien debe tener la iniciativa y capacidad de recuperar procesos para regirlos bajo la normativa respectiva. Los ciudadanos debemos tener acceso a la información y posibilidades de enterarnos de las circunstancias para normar nuestro criterio y no cesar en la defensa de los derechos de la niñez y la juventud, particularmente, aquellos que se ejercen en las comunidades escolares: a estar, a convivir, a no ser discriminados, a participar y a aprender, principalmente. En la medida en la cual podamos hacer valer sus garantías constitucionales tendremos cimientos esperanzadores para la construcción de una mejor sociedad. ¡Que así sea! Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles * Erik Avilés, doctor en Ciencias del Desarrollo Regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.