Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán.- Se mantiene sin medir la huella ecológica y el impacto a los ecosistemas debido a la actividad turística en Michoacán. A pesar de la derrama económica que dejan los destinos de playa, montaña, lagos y ríos del estado, hasta el momento se desconoce del costo real de dicha actividad en Michoacán en términos de impacto ambiental. La respuesta de autoridades estatales se ha limitado a señalar que el proceso de sustentabilidad ambiental para los destinos turísticos de Michoacán se encuentra en marcha, si bien no se han detallado estrategias o presentado estadísticas relevantes sobre un tema que, al contrario, año con año presenta datos sobre la pérdida de ecosistemas. Ante el incremento de la demanda de turistas a las distintas regiones de la entidad y la constante degradación de las mismas, las acciones de contención ya habrían iniciado, según la versión de la autoridad. SIN DATOS PRECISOS En voz de Roberto Monroy, titular de la Secretaría de Turismo (Sectur) a nivel estatal, actualmente sí se trabaja en campañas de mitigación de daños a los principales ecosistemas. Desde la Costa michoacana, los bosques del Oriente, la zona Lacustre y hasta los bosques del sur de Morelia participan de estas acciones que buscan medir y revertir los posibles daños ambientales producidos por la mano del hombre en su actividad turísticas. Tras presentar los datos de derrama económica del periodo de verano 2022, el encargado de la política de turismo del estado refirió las acciones que se han tomado desde octubre del 2021, en que se gestó el relevo de gobierno hace ya casi doce meses. A pregunta expresa de La Voz de Michoacán sobre información concreta que revele la huella ecológica y de degradación que ha dejado el turismo en los últimos años, reconoció que actualmente no se cuentan con datos actualizados. Ya se ha visto que la conservación de los bosques deja más que el cambio de uso de suelo. Lo que estamos haciendo es trabajar en Tangancícuaro, que haya protección en el tema de reciclaje”, ejemplificó el funcionario estatal. No por meter más gente vamos a afectar a la naturaleza. No vamos a afectar nuestro patrimonio por querer ganar más. Ya parte de la derrama se destina para atender el tema”, aseveró Roberto Monroy. A nivel internacional se ha señalado la urgencia de analizar el impacto de la actividad turística en los principales destinos. Si bien durante años la actividad económica se manejó como un aspecto íntegro de crecimiento económico, del costo ambiental poco se ha manejado por parte de los gobiernos. Organizaciones internacionales han denunciado que el turismo es la principal fuente de contaminación mediante plásticos a los litorales marítimos, ríos y lagos del mundo, sin que lo anterior sea considerado siempre como costo de impacto ambiental a pesar de las derramas económicas de miles de millones de dólares en todo el mundo. ALERTA AMBIENTAL La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) destaca que los principales impactos ambientales negativos generados por el desarrollo de infraestructura turística son la modificación y destrucción del hábitat de flora y fauna terrestre y acuática; cambios de uso de suelo forestal; generación de residuos peligrosos; contaminación de suelos y cuerpos de agua por emisiones líquidas (descargas de aguas residuales, aceites, lubricantes e hidrocarburos); introducción de especies exóticas; emisión de ruidos y vibraciones por el empleo de maquinaria pesada; alteración de dunas costeras y la obstrucción de cuerpos de agua superficiales y subterráneos. Solamente en lo que respecta a la actividad turística de este periodo de verano, Michoacán obtuvo una derrama superior a los 2 mil 200 millones de pesos por los dos meses en que se prolongó el periodo de verano. De la abultada bolsa de ganancias, las zonas ecológicas consideradas como los principales atractivos turísticos únicamente reciben recursos de programas federales en el mejor de los casos. Mientras tanto, ejidatarios de los bosques de la monarca, líderes de campamentos tortugueros y otros ambientalistas señalan que los recursos siguen sin llegar a los más necesitados en materia de conservación ambiental. Actualmente los destinos turísticos más afectados por contaminación ambiental son el Lago de Pátzcuaro, mismo que se considera como el epicentro de la temporada alta por la Noche de Muertos. A pesar de lo anterior, los niveles de contaminación, sequía, deterioro de la zona e incluso otros fenómenos no se han logrado contener en las últimas décadas.