Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Iris Vianey Mendoza cuenta su experiencia como política. Recuerda que a la mujer antes se le etiquetaba y juzgaba por sus tacones, el escote o sus uñas, hoy, celebra que todo esto ya esté tipificado como delito y desde cualquier tribuna sean libres para poderse expresar, destacando que ese es un paso importante en la vida política de las mujeres. Originaria del Naranjo de Chila, en Aguililla, recuerda que vivió sometida a un acoso permanente, y el propósito era “no escuchar lo que decíamos”. Sentencia que se trataba de una intolerancia absoluta. “Si estás vestida así, no te escucho; había una codificación en ese momento, hace 10 años, que era difícil enfrentar. Hoy vemos los resultados”. Se define como una mujer auténtica, genuina, que prefiere lidiar con lo que es, antes que ser vacía. Confiesa que ha demostrado que los procesos de cambio cuestan, y aclara que a ella no se le define por como viste. “Me considero una mujer creativa que me permito evolucionar y eso me impacta y hacia el exterior y es para bien”. Fue senadora y en ese periodo Michoacán vivía momentos convulsos por la crisis de seguridad que se atravesaba, entre esos momentos se recuerda que se le acusó de gestionar una reunión de habitantes de Apatzingán con la Comisión de Seguridad, y que su homóloga ‘Cocoa’ Calderón acusó que pertenecían a los templarios. Su vida sí estuvo en peligro por las acusaciones que ella siempre afirmó que no tenían sustento y comparte que aunque no tenía miedo, sí estaba consciente de que pasaría lo que tenía que suceder. Su nombre siempre estuvo en el ojo del huracán e incluso tuvo que pedir licencia para que se le investigara, cuyo proceso fue difícil y al final “salí limpia”. Aclara que nunca la protegió nadie terrenal, y se fue más al tema espiritual: “creo en esa fuerza superior que lo ordena todo para bien. Yo me defino hija predilecta de la Guadalupana”. Recuerda que fue simpatizante desde niña de Andrés Manuel López Obrador, descarta que tenga interés de buscar una candidatura a algún cargo de elección. Regresa al escenario público tras una temporada de evolución. Hoy sus intereses están en el couching profesional. Es una mujer que ha vivido de todo “luces y sombras” y sin soberbia se considera una mujer muy experimentada. “He amado y me han amado. Los logros no me definen pero me alientan a superar mis fracasos”. Al hablar del gobierno de López Obrador celebra que haya avances en la lucha contra la corrupción, pero aclara que hay muchos temas que no comparte. Es tajante al decir que no es esa oposición que se dedica a criticar desde la hamaca y le parece que el equilibrio es lo que nos puede permitir el progreso. Ella está haciendo política, pero no es que busque aparecer en las boletas en la próxima elección. “No busco una candidatura. Soy política, amo la política, pero no voy a participar de manera inmediata (en un proceso electoral) tengo otras prioridades y tengo a un bebé de siete años de edad que me necesita y que debo atender”, expone la también primera secretaria de los Jóvenes en Michoacán, durante el gobierno de Leonel Godoy Rangel. Cara a Cara para los lectores de La Voz de Michoacán comparte que ha llegado a un punto de su vida en que crear es parte de lo que le da identidad. Es política y en este proceso creativo a lo que le tiene miedo es a quedarse estática. Destaca que es una mujer de mucho origen y esa parte fue la que la ha llevado a escribir Diamante Arcoíris. “El desplazamiento forzado es lo que te siembra lo más profundo del corazón”, confiesa Iris Vianey Mendoza, quien se describe como una mujer común de una zona muy marginada donde se acentúo el crimen y la pobreza. La define “mi integralidad, el ser, sentir y pensar”. Siempre ha sido una mujer muy libre y revolucionaria. “Me considero de izquierda, aunque vislumbro un proyecto para la nación surgido de la socialdemocracia. Una nación más competitiva, pero lo mío es crear, hacer, participar en los procesos y la toma de decisiones. También la lealtad es una de mis características. Parte de la gobernabilidad es permitir que se tomen decisiones con una amorosa distancia desde donde podamos ejercer los proyectos”. “Soy feliz de ser parte de los resultados. Al pan, pan, al vino, vino”, respondió cuando se le preguntó sobre la violencia política de género que en el pasado no estaba visibilizada y que se le juzgaba a toda mujer que llegaba a los cargos públicos. “Me siento contenta. Estamos creciendo y vemos mujeres que pueden desde cualquier trinchera representarnos; todas esas voces nos representan. Las minorías merecen ser escuchada y es parte de la polarización de las minorías y la mujer puede hablar desde donde quiera vestida como quiera”, platica la exregidora de Apatzingán y también excandidata a diputada local por el distrito XXIV. Cuando habla del gobierno de Leonel Godoy Rangel, que elevó de rango el Instituto de los Jóvenes a Secretaría, lo califica como un extraordinario gobierno y recuerda el eslogan “Michoacán trabaja”. Afirma que esa administración trabajó bastante y dijo sentirse orgullosa de esa gestión y de su participación. “Participé en un gobierno que innovó en el tema de género y que le dio voz a las minorías. Un trabajo importante para mí”, resalta Mendoza Mendoza. Esa administración instituyó la llamada paridad de género al repartir el 50 por ciento de las posiciones para las mujeres. Tras su paso por ese gobierno, fue electa Senadora por Michoacán. En ese tiempo recuerda que pudo presidir la Comisión de Desarrollo Social y su reflexión a la distancia es que se puede ver desde adentro de las instituciones cómo sí puedes impactar y hasta donde llega el proceso de generar acuerdos de inclusión y tolerancia. Retoma que como secretaria de la Juventud aterrizó programas sociales y de prevención de riesgos psicosociales que al día de hoy siguen impactando para bien. En tanto, desde el Senado como presidenta de la Comisión de Desarrollo Social de 73 iniciativas recibidas logró dictaminar 72 siendo la comisión con menos rezago de la legislatura. “En materia de seguridad pública las aportaciones destacadas fueron en materia de la regularización del uso de la fuerza pública, la autonomía de servicios forenses, la eliminación del arraigo y valor probatorio de los testigos protegidos, entre otros temas”. ¿Cuál es la aportación de Iris Mendoza para su estado? “Vámonos parte por parte… Visibilizar la política de género y romper los paradigmas de una mujer joven que viene de una comunidad de alta marginación luchando por cambiar ambas realidades es la parte medular. También puedo hablar de logros legislativos, entre los que destaca el padrón único de beneficiarios entre otras cosas más, pero sobre todo que logramos debatir ideas, y que una mujer enfrentó esos retos en estos tiempos tan complicados”. Te vas al coaching... Puede ser que está de moda pero pocos le apuestan y le entienden. “El coaching es todo un sistema que te puede ubicar en las metas. Cuando hice mi receso político decidí darme un respiro y comencé a escribir y llego al Tec de Monterrey a estudiar innovación como un proceso de conocimiento. Vi lo maravilloso que es y es la primera vez que egresa un grupo de una universidad, por lo que es un asunto innovador. Estaba escribiendo mi libro. Lo pensé mucho, pero empecé a ver la necesidad sobre todo en las mujeres, pues son procesos y sistemas. Es un proceso que te sirve para alcanzar tus objetivos porque con los líderes es muy difícil lograr ese equilibrio entre aspiraciones y logros. Yo lo he vivido hasta en mi vida personal. No es fácil. Necesitamos líderes íntegros, congruentes y no es fácil. Yo lo viví. En el momento de éxito es muy difícil ver lo que vas dejando de lado”. Hablar de una transformación es poderoso. ¿Los líderes y tomadores de decisión deben transformarse? “Que logren el equilibrio es fundamental, y esto va para líderes de opinión, empresarios, artistas, líderes sociales. Donde la gente ve logros también hay oscuridad. Líderes felices toman mejores decisiones. Ahí es a donde quiero ir”. Iris Vianey Mendoza habla de que la conciencia da claridad y lograr tu alineación neurológica “nos coloca en una posición de paz y de ofrecer algo bueno”. Está por cumplir 41 años de edad y publicar su primer libro, acompañando a quienes así lo decidan en el coaching y la marca personal. Dice que su aportación es darle un poco de luz a quienes deciden emprender el camino de lo genuino. Ha vivido cada proceso profundamente “el corazón y ha vivido la transformación”, expone Mendoza al hablar de que tiene los conocimientos para entrarle al coaching. “Me ha marcado todo y me siento con la necesidad de compartirlo, no es algo que se vende, es algo que se busca y creo en la fuerza que me permite transformar”. Sobre el libro que escribe “Diamante Arcoíris” es una historia simple de una chica común de un pueblito que vive la realidad que “tú saber qué se vive y un poco de las memorias que ha construido”. Tiene claro que no es partidaria de la radicalidad, y aunque recuerda que fue muy rebelde y revolucionaria hace algunos años, con la experiencia que hoy acumula se opone justamente a los extremos. “El equilibrio es lo que nos va a dar la sensatez. Esto es lo que le he criticado al presidente Andrés Manuel. Esta parte de fifís y de chairos, buenos, malos, estás conmigo o no te apoyo”, manifiesta Mendoza, quien comparte que su vida en estos tiempos, alejada de la vida pública, es como el de muchas personas con altas y bajas, que le ha permitido aceptarse tal y como es. “Llegué al punto que cuando llegas al desarrollo profesional, personal y una felicidad donde ya nada pesa, donde ya no estás tratando de demostrarle nada a nadie, donde no estás luchando con esos estigmas de hacerte ver, de hacerte escuchar”, resalta la hoy coaching profesional, quien pone sobre la mesa la idea de que todos los problemas que vive Michoacán y México tienen solución. “Pensar que no se puede resolver es un absurdo. Todo tiene solución. El cómo los vamos a resolver es lo más importante. Yo no me elijo para ningún cargo y cuando lo haga lo voy a hacer con mucha información y reconocimiento del problema pero sobre todo mucho valor para arreglarlo”, destaca la exlegisladora, quien reprocha que los políticos de ahora sólo quieren salir a los festivales y a cortar listones. “La oposición tiene un gran reto porque no se trata de quién tiene el mejor candidato. Es un debate de las ideas”. Ve a una sociedad dividida, polariza y eso le preocupe. Recuerda que lo más duro que le tocó enfrentar es el ego por pedir licencia –cuando estuvo envuelta en un escándalo porque apareció en una fotografía con la hija de Enrique Plancarte. “Pedí que me investigaran y así fue y nada encontraron”, recuerda la exsenadora, quien confiesa que en algún momento estuvo a punto de decir “basta ya no puedo”, pero la presión que recibió de su partido, el PRD, era impresionante, al grado que quería que renunciara. “Me pidieron renunciar, para legitimar, para investigar y pedí licencia y al final nada se pudo comprobar”, resalta Iris Mendoza, quien hoy disfruta de una nueva etapa en su vida, y hoy, con La Voz de Michoacán es su reaparición pública. Una mujer de la Tierra Caliente Originaria de la comunidad El Naranjo de Chila, en Aguililla, pero desde muy joven se fue a radicar a Apatzingán en donde cursó sus estudios básicos y de nivel medio superior. Fue regidora durante la administración de Antonio Cruz Lucatero y más tarde secretaria de los Jóvenes en el gobierno de Leonel Godoy Rangel. Buscó la diputación local, y se convirtió más tarde en Senadora de la República. Fue consejera nacional y estatal del PRD, y una de las mujeres en su época más influyentes en la vida política, pues además encabezó una corriente política denominada Democracia Social en donde aparecían personajes de renombre y compartía visiones con Pablo Gómez, hoy titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. Hoy reaparece en la vida pública y anuncia su incorporación al coaching personal y marca personal, a fin de profesionalizar a los líderes de opinión, políticos y empresarios, y asegura que no se trata de ningún proyecto de adoctrinamiento político, sino más bien de desarrollo profesional y personal.