Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con base a la crisis alimentaria que atraviesa el mundo y al encarecimiento de los productos de la canasta básica, en Michoacán se impulsará la producción de granos en el sector primario. Si bien en las últimas tres décadas el campo michoacano mutó de ser un territorio agrícola de granos a las frutas de alto rendimiento como el aguacate, las frutillas y otros productos, actualmente los granos representan la prioridad. A partir del próximo año, a través del programa de Agrosano del gobierno federal en coordinación con el estatal, se buscará incidir en recuperar los cultivos cuyo mercado se encuentra en lo local. En voz de Roberto Pantoja Arzola, delegado de Programas Sociales de la Secretaría del Bienestar en Michoacán, adelantó las implicaciones y beneficios de regresar a la agricultura que satisface el mercado local, en la búsqueda de la soberanía alimentaria y la reducción en precios, en tiempos donde la inflación se ha disparado. “Michoacán requiere de fortalecer esa parte la de incrementar la producción de granos”, refirió el funcionario federal. “Ahora somos ‘cinta negra’, expertos en frutas. De 15 productos del campo de frutas tenemos cinco en primeros lugares; se han cambiado los cultivos, muchas parcelas dónde antes se sembraban granos ahora se cultivan frutillas”, dijo. Por ello, se va a incrementar entre este y el otro año la producción de maíz, sorgo, avena, de trigo y de arroz. “El programa se inició en Guerrero, tiene que ver con las condiciones mismas de los estados”, explicó. Aportó que la capacitación para el referido programa continuará realizándose hasta diciembre del presente año “con el objetivo de iniciar la ruta de la transición hacia la producción orgánica con alimentos sanos, nutritivos y suficientes”. “Hemos apoyado a través de Sader federal al fortalecimiento de Agrosano que es muy interesante y plantear ir reemplazando el fertilizante químico por orgánico, las escasez de insumos nos vino a afectar a todo el mundo”, explicó Pantoja Arzola, quien presumió que ha existido buena relación y coordinación con las dependencias en materia de desarrollo agroalimentario. El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) estatal, Cuauhtémoc Ramírez Romero, compartió que los 111 técnicos, se suman a los 2 mil 700 educadores comunitarios para el Bienestar que participan a través del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en el programa Agrosano y que se encuentran trabajando en las comunidades y zonas marginadas para promover prácticas agroecológicas para el Bienestar de las familias. “Con ello, se fortalece la Producción para el Bienestar en Michoacán, que actualmente tiene una cobertura de 26 municipios, pero se ampliará a 56 municipios”, concluyó. El programa Agrosano fomenta el cambio de prácticas agrícolas por medio de la capacitación a productores para que fabriquen y apliquen su propio fertilizante orgánico mineral, reduciendo también con ello los costos de producción y la dependencia en la compra de insumos; mejorando los ingresos de los campesinos; la restauración de los suelos y disminuyendo la contaminación ambiental. Estas acciones, se articulan por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que contrató a 111 técnicos especialistas en la materia para que capaciten a las y los productores, a través de la firma del convenio con la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria y Ciencias del Mar (DGETAyCM). Aportó que la capacitación continuará realizándose hasta diciembre del presente año con el objetivo de iniciar la ruta de la transición hacia la producción orgánica con alimentos sanos, nutritivos y suficientes. El programa anterior, asegura, “fortalece la Producción para el Bienestar en Michoacán, que actualmente tiene una cobertura de 26 municipios, pero se ampliará a 56 municipios”, concluyó. Buscan semillas Además de una variedad de semilla de ciclo corto, lo que se requiere para asegurar las cosechas de granos en los irregulares ciclos de lluvias es la disponibilidad de agua, sea de temporal o de riego, señalaron especialistas, esto luego de las adecuaciones realizadas por empresas semilleras trasnacionales a sus variedades para acoplarse al cambio climático y al acortamiento de los periodos de tormentas. Las semillas híbridas de ciclo corto son variedades especiales para granos modificadas para que las cosechas se puedan dar en tiempos, generalmente en un promedio de cinco meses.