Redacción / La Voz de Michoacán ¿Si un asteroide viniera contra la Tierra podríamos desviarlo? Eso es lo que se intentó probar este lunes con la sonda DART, que se estrelló contra uno de 160 metros de diámetro, a 11 millones de kilómetros de la Tierra. La nave DART de la NASA se ha estrellado a toda velocidad contra el asteroide Dimorphos para desviar su trayectoria en el espacio, en lo que supone el primer ensayo de la humanidad para defender a la Tierra de la colisión de futuros objetos espaciales. El cuerpo celeste es un sistema binario de asteroides relativamente cercano a la Tierra, formado por Didymos, de unos 780 metros de diámetro, y Dimorphos, de menos de 200 metros, que es contra el que se produjo el impacto. TIME LINE DEL CHOQUE La cámara de DART mostró el aspecto de Dimorphos tres cuartos de hora antes del impacto. Al principio se vio como un simple punto de luz, pero a medida que se acercó su tamaño aumentó cada vez más. Justo antes del choque, la nave mostró la superficie del pequeño asteroide con tanto detalle como para distinguir piedras del tamaño de una manzana. Después llegó el silencio. La primera prueba de que DART ha logrado con éxito su objetivo -chocar contra el asteroide- fue la pérdida de señal. El silencio fue captado por el centro de control, ubicado en la Universidad Johns Hopkins (EE UU), y confirmado inmediatamente después por las antenas de espacio profundo que la NASA tiene repartidas. https://twitter.com/NASA/status/1574539270987173903 ¿Por qué se ha elegido ese sistema de asteroides? El sistema Didymos está formado por dos asteroides, por lo que tiene especial interés científico, y está catalogado como potencialmente peligroso. "Es imposible predecir si en 10, 100 o 200 años, pero obviamente en algún momento de la historia nos vamos a encontrar un asteroide de varias decenas de metros de diámetro en ruta de colisión directa con la Tierra", ha explicado a EFE el astrofísico Josep Maria Trigo-Rodríguez, que forma parte del equipo científico de la misión. "De hecho, el 30 de junio de 1908 uno con un diámetro de solo unos 50 metros produjo la devastación de Tunguska (Rusia), arrasando más de 2.150 kilómetros cuadrados de taiga siberiana -por pocas horas no cayó sobre San Petersburgo-, cambiando para siempre nuestra visión del peligro de impacto con asteroides", recuerda. ¿Es una amenaza real para la TIerra o el impacto de DART puede hacer que lo sea? "No, en absoluto. Aunque el sistema está clasificado de potencialmente peligroso, ninguno supone actualmente una amenaza", asegura el experto. "En cuanto al impacto, en el caso enormemente hipotético de que Dimorphos se fragmentase en varias piezas seguirían girando alrededor de Didymos, no se lanzarían grandes materiales fuera de la órbita del asteroide principal", añde. "Además, todo ocurrirá a once millones de kilómetros de la Tierra. Este experimento no puede ser en nada perjudicial para la Humanidad, al contrario". ¿Qué va a pasar tras el impacto? "Al chocar contra la superficie de Dimorphos, DART excavará un cráter que eyectará rocas y polvo en dirección opuesta al proyectil. En función de lo preciso que sea, a mayor energía cinética mayor impacto, mayor fragmentación de materiales, mayor transferencia del momento cinético y más eficiente será el desvío del asteroide", recalca. "El impacto y la zona del mismo podrán verse gracias al nanosatélite italiano LiciaCube, que hace unos días de separó de DART para observar todo el proceso, captar imágenes de la colisión y de la nube de materiales eyectados", insiste. "Dimorphos tiene una órbita alrededor de Didymos de 11 horas y 55 minutos; lo que se pretende es acortar ligeramente ese periodo orbital y poder cuantificar la diferencia. Hasta el momento se sabe muy poco de Dimorphos, se desconoce su estructura interna y solo se tiene una idea de cuál puede ser su composición, por eso el resultado final está abierto". ¿Después de DART habrá otras misiones? "El año que viene partirá la misión Hera, de la Agencia Espacial Europea (ESA), para analizar en profundidad el cráter de impacto y el daño causado en Dimorphos", avanza. "Esto es importante para saber hasta qué punto para un objeto de 160 metros hace falta un proyectil menor o mayor. Además aportará datos sobre la composición, estructura y naturaleza del sistema de asteroides" ¿Por qué es importante estar preparados ante posibles asteroides que amenacen la Tierra? "DART es el tipo de método que podríamos poner en marcha para tener un papel más activo en defensa planetaria. Se está hablando de volver a la Luna, de establecer una estación espacial permanente que orbite nuestro satélite -la llamada Lunar Gateway-, pero estamos descubriendo que pequeños asteroides, de entre 20 y 30 metros, pasan cada pocos meses entre la Tierra y la Luna; en algún momento puede haber uno que se vea en el último momento y que venga hacia nosotros", destaca Trigo-Rodríguez. "DART ejemplifica el tipo de robots tecnológicos que podrían ser los encargados de un sistema paliativo de acción rápida desde una órbita cirumlunar, dado que todavía desconocemos más de la mitad de asteroides de menos de cien metros de diámetro. Hay muchas maneras de tener un papel activo en defensa planetaria, de no confiar tanto en la fortuna. Si tienes un impactador cinético como DART en órbita y detectas un asteroide, en tiempo récord lo puedes lanzar hacia ese objeto y desviarlo", concluye.