Redacción / La Voz de Michoacán México. “Jamás pensamos que fuera pasar algo así en San Miguel (Totolapan), murió familia mía, familia cercana, pero ni modo, así son las guerras, así son los pleitos, se va gente inocente”, dijo Alfredo Hurtado Olascoaga, alias El Fresa, líder de la Familia Michoacana. El pasado 5 de octubre se registró una matanza en San Miguel Totolapan, Guerrero, en la que murieron el edil de ese municipio, Conrado Mendoza, su padre, Juan Mendoza, que también fue alcalde, y 18 personas más. El propio líder de la célula del grupo delincuencial en esa región se mostró públicamente en video para dar a conocer su versión. En contexto, el 4 de octubre se filtró un video adjudicado a Los Tequileros, anunciando su regreso a la zona. El material llegó hasta El Fresa, quien pactó una reunión con el alcalde, su papá y más personas en la presidencia municipal, a fin de acordar medidas sobre la presunta amenaza del grupo rival. Así fue un día después. Hurtado Olascoaga acudió a la cita solo, sin blindaje, sin cerco de seguridad de los suyos –él mismo lo acepta en el video–, pero alguien avisó a Los Tequileros. “Esto nos pasó por pensar que esos cabrones nunca iban a entrar a aventarse el tiro, que les salió bien”, reconoce. Iban por él, pero “les falló”, y logró escapar. En la huida –cuenta–, fue perseguido por el grupo de sicarios contrarios hasta una zona donde ya lo esperaba su gente, que ahora contraatacó y acabó con ellos, no dejaron uno vivo. Desde un cómodo sillón, descalzo y con playera Gucci, muestra en su teléfono móvil videos de la venganza: camionetas quemadas, rafagueadas, muertos…“Andaba muy molesto por lo que pasó y no dejamos ni un cabrón (vivo); decidí que no merecían ni enterrarse, ¿por qué?, porque se volaron la barda al meterse a ese pueblo, un pueblo tranquilo”. El cabecilla de la Familia Michoacana está seguro de que Saúl, La Mula, El Vago, festejaron por lo que hicieron, sin importarles las bajas de su grupo: “A ellos les vale verga que murieron todos sus muchachos, ellos son locos, están festejando que se murió el presidente que se murió la gente. (…) Deben estar felices, y está bien, se vale festejar, porque a ellos no les duelen sus muchachos, a mí se me muere un muchacho y lo siento como un hijo, a ellos no les duele porque los traen de juguete, los mandan a que los maten”. “Un día les va a tocar, los voy a buscar, lo que tenga que gastar, los voy a encontrar”, es la advertencia a Saúl Beltrán –también expresidente municipal y exdiputado, cabeza de toda esa organización, señala El Fresa–, La Mula y El Vago. A la gente de San Miguel pide tranquilidad y no bajar la guardia ni confiarse; garantiza que los que entraron a perpetrar el ataque están muertos, salvo dos o tres que sobrevivieron, “pero van heridos, están dejando sangre”. “Confíen en nosotros”, dice Alfredo Hurtado Olascoaga.
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