[flagallery gid=358 name=Gallery] Roberto Huitrón/La Voz de Michoacán. Imagenes Roberto Huitrón Los Reyes, Mich.- A pesar de que la mayoría de medios nacionales e internacionales daban como un hecho el hallazgo de entre 18 a 20 cadáveres en una fosa clandestina en las cercanías de la cabecera municipal de Tingüindín, la realidad parece indicar que a excepción de un omóplato, un húmero y algunos huesos de costillas presumiblemente humanos localizados en dicho sitio (según una filtración de personal que trabaja en el lugar), no se vislumbran más sorpresas. Ante un total hermetismo de parte de las autoridades presentes en el lugar donde en el mejor de los casos remiten a los periodistas que se establecieron en este lugar a la oficina Comunicación Social de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), para recibir cualquier información, solo al filo de las 16:30 horas de este jueves 6 de los corrientes se permitió al acceso (por cinco minutos) al lugar donde se realizan las excavaciones exploratorias. En el lugar no se apreciaba ningún indicio que diera cuenta de algún hallazgo de cadáveres o restos humanos, solo personal de la PGJE (peritos en criminalística, médicos forenses y una antropóloga física forense, todos vestidos de blanco se encontraba en un área de aproximadamente 200 metros cuadrados delimitados con una cinta plástica color amarillo con la leyenda “escena del crimen PJG”, amarrada a enormes pinos. Entre los periodistas reunidos algunos de los cuales esperaron por horas, incluso algunos de ellos desde el pasado miércoles esperaban la gran imagen de los supuestos cadáveres o restos humanos emergiendo del suelo, su semblante mostraba frustración, “aquí no hay ni un pollo enterrado” diría uno de ellos entre dientes. El fundamento del rumor Desde hace una semana se comenzó a esparcir el rumor de que se había descubierto una fosa clandestina donde se habían descubierto los cadáveres de la familia Valencia, conocidos ampliamente en la ciudad de Los Reyes como “Los Alacranes”, niños mujeres incluso una embarazada y hombres, los cuales fueron sacados de su domicilio en la colonia Santa Rosa en la ciudad mencionada, en octubre del año pasado por un grupo presumiblemente relacionado con el crimen organizado, y desde entonces no se han vuelto a ver ni se tiene noticia de su paradero. Este rumor fue esparcido por varias cuentas de Facebook, la especie comenzó a crecer al extremo de que el pasado lunes la dirección de gobernación del gobierno del estado preguntaba desesperadamente a varias de sus fuentes y contactos en la región de Los Reyes, por la supuesta fosa clandestina, según ellos ubicada en un cerro del municipio de Tocumbo. Por otro lado desde la mañana de este miércoles 5 de los corrientes, se dispersó el rumor de que las autodefensas se estaban reuniendo para incursionar en la cabecera municipal de Tocumbo, al filo de las 14:00 horas se tornó casi una certeza de que los civiles armados tomarían la villa de Tocumbo, lo que se reforzaba con la presencia de un visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en el edificio municipal de Tocumbo. Sin embargo tal situación nunca se dio y si por el contrario los civiles armado incursionaron por vez primera en la cabecera municipal de Tingüindín, distante 7 kilómetros a la de Tocumbo, ahora se sabe que esta incursión (que han continuado de forma esporádica), se relacionaba al parecer con el traslado de un sicario, que indicaría donde se ubicaba la fosa clandestina donde se habían enterrados restos humanos, algunos de los cuales habrían sido incinerados. Ya para las 17:00 hora de ese martes los celulares de corresponsales y enviados en esta región, comenzaron a sonar a cada momento para preguntar tanto de viva voz o mediante mensajes escritos por la fosa clandestina “descubierta” en esta municipalidad con 20 cadáveres. Pasadas las 18:00 hora el rumor comenzó a tener visos de certeza, pues se logró saber que la subprocuradora de justicia con sede en Zamora, Liliana Guadalupe Rosillo Herrero, estaba en esta municipalidad junto con un grupo de peritos y médicos legistas para dirigir las investigaciones de la ya famosa fosa clandestina. El lugar, un predio boscoso al parecer de los “Osegueras”, ubicado al oriente a poco más de un kilómetro en línea recta del palacio municipal de Tingüindín, cerca del paraje conocido como La Atarjea, en las faldas de La Cruz, en el camino viejo a El Moral. El lugar estuvo resguardado por la PF y el ejército hasta las 20:30 horas de miércoles, ya que a esa hora aproximadamente bajaron del predio donde se realizan las investigaciones (y que siempre estuvo vedado a la prensa), varios vehículos de policías ministeriales, otros tantos de la PF, una unidad del Semefo y los de la Sedena. Alguno de los presentes alcanza a preguntar qué pasó, de un vehículo de la PF, brota la respuesta de forma lacónica, “por instrucciones de la subprocuradora de Zamora se suspenden las pesquisas para continuarlas el día de mañana”, otra fuente cercana nos informaba que el miércoles a las 9:00 horas reiniciarán las pesquisas donde se sumará una antropóloga física forense, cosa que si sucedió. Por lo pronto también de manera extraoficial se dijo que mañana viernes, un trascabo que ya se encuentra en el lugar comenzará maña a trabajar en el sitio para explorar si hay más restos humanos.
La Voz de Michoacán
