Sandra Aguilera / La Voz de Michoacán Si una obra de arte no cambia algo en ti, es que no era arte o no has sabido verla” Hubertus von Amelunxen, crítico de arte Morelia, Michoacán. Visitar museos se ha puesto de moda. Tomar selfies y reels para publicarlos en Instagram o videos en TikTok se ha convertido en un hábito de los usuarios de estas redes sociales, y estar presente en Zona MACO, el Gallery weekend o en la útima exposición del MUAC es un must para las nuevas generaciones. Esta oleada de visitantes ha sido bien aprovechada por algunos museos, que llenan estadísticas justificando su quehacer. Pero, en realidad: ¿El arte importa?, ¿El arte tiene el poder de cambiar al mundo? Si el arte no cambia al mundo, al menos es un generador de cambio en el ser humano que permite el diálogo con la obra de arte. JR es un fotógrafo francés a quien le gusta que lo conozcan como “artivista”, pues con sus fotografías pretende generar un cambio positivo en las grandes ciudades. “La calle es la galería más grande del mundo” asegura, y en ellas coloca retratos de gran tamaño, de los vecinos que habitan en los barrios que visita. “Face2Face” es su muestra más controvertida, en la que colocó en el muro que separa Cisjordania de Israel, retratos de más de 50 metros, de palestinos y judíos, captando el espíritu de esos “vecinos” enfrentados políticamente, pero unidos por la espontaneidad de sus rostros. ¿EL ARTE REFLEJA NUESTRO MOMENTO? La exposición “Cuando el tiempo se rompió” de la artista mexicana Betsabée Romero ya se puede visitar en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro. Una muestra que da cuenta a través de diversos objetos intervenidos por la artista, como llantas de camión, hormas de zapato o hasta un volkswagen, de las migraciones humanas y los desplazamientos forzados. Lo “contemporáneo” es lo que se busca en esta muestra: reflejar por medio de la práctica artística, esas ideas, propuestas o pensamientos que permiten ponernos en el centro de una discusión social.