Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Desvalorizada, la práctica silvícola en el estado de Michoacán. A pesar del potencial de producción de recursos maderables, resinas y otros productos de manera sustentable, menos del 5 por ciento se aprovecha. En voz de Rosendo Caro Gómez, titular de la Comisión Forestal del estado, el potencial de Michoacán para la producción podría colocarse como una de las ramas mas importantes de la economía. A pesar del conocimiento del potencial, la falta de financiamiento y problemas de acceso a los predios con potencial para la práctica silvícola han quedado en desuso y expuestos a otros fenómenos de degradación como el cambio ilegal de uso de suelo. “La pandemia nos pegó en eso. En esta ocasión el gobernador nos ha pedido que impulsemos las plantaciones comerciales forestales. Queremos impulsarlas porque son fuente de empleo. De árboles de navidad tenemos unas 400 hectáreas ocupadas, esas se pueden duplicar y de celulosa también se pueden duplicar a unas 10 mil", manifestó el funcionario estatal a pregunta expresa de esta casa editorial. Extracción de maderas finas, resinas, celulosa y otros productos son solo algunos de los ejemplos que se desperdician. Desde hace al menos cuatro años, se han puesto sobre la mesa las intenciones de impulsar proyectos de mejorar regulatoria para la práctica silvícola, no obstante, los procesos siguen siendo largos. No está desperdiciada, está desvalorizada. Hay problemas de financiamiento y acceso a los terrenos. La política de gobierno es mejorar las condiciones para el acceso a los financiamientos. Crearemos los mecanismos necesarios", insistió. La intención es que Michoacán recupere el primer lugar a nivel nacional tanto en la producción maderable, resinas y otros servicios ambientales que además de dejar creces en materia económica, representan una mejora significativa para el medio ambiente y su conservación. El reto es complejo. Años de deforestación, incendios forestales y cambio de uso de suelo impulsados por la instalación de monocultivos de gran valor comercial como el aguacate y las berries generaron que en sólo diez años, la producción maderable bajara en un 50 por ciento, es decir, de un millón de metros cúbicos. La práctica silvícola se redujo a solo 500 mil metros cúbicos en menos de una década, lo que implicó una pérdida de al menos cien mil empleos. Según la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) la meta para el 2018 es constituir 750 Empresas forestales comunitarias empleando sistemas de control documentados. Las líneas de acción para alcanzar esta meta se enfocan a la formación de promotores forestales comunitarios que promuevan proyectos productivos y empresas forestales comunitarias con la participación de posesionarios, avecindados, jóvenes, mujeres, migrantes, adultos mayores y población indígena en las zonas forestales; considerando la administración transparente y la rendición de cuentas, a través de sistemas de control documentados. Y es que según autoridades ambientales, Michoacán cuenta con una gran superficie de terrenos de vocación forestal con un 70 por ciento de su extensión con estas características, las cuales pueden ser explotadas de manera sustentable y con una gran cantidad de beneficios para las comunidades. Tramitología “asfixiante” para silvicultores El exceso de trámites que tienen que realizar actualmente los productores michoacanos ha representado un punto importante para el declive y afectación de la silvicultura. Actualmente los silvicultores deben de pasar por largos y complicados trámites burocráticos de certificación para psilvicultore Junto con el declive del aprovechamiento forestal se perdieron al menos 100 mil empleos directos e indirectos, mismos que se buscarán recuperar a partir de los programas desplegados por la COFOM y la CONAFOR. Cabe destacar que México es uno de los cinco países en América Latina y el Caribe con mayor cantidad de bosques y selvas. La superficie forestal arbolada ocupa alrededor de un tercio de nuestro país, con 64,8 millones de hectáreas, de la cual, un poco más de la mitad, el 53% se clasifica como bosques y el 47 por ciento restante corresponde a selvas. Arboles navideños, a la venta Con la meta de vender 1 mil arbolitos de navidad naturales, arrancó el Bazar de Pino Navideño en la ciudad de Morelia. Productores de Zitácuaro, Nuevo San Juan Parangaricutiro, Zacapu y la Meseta Purépecha exponen sus pinos en las inmediaciones de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán, en el Bosque Cuauhtémoc. Los precios de los tradicionales arbolitos oscilan entre los 600 y los 1 mil 200 pesos y también se ofertan productos artesanales como las esferas de Tlalpujahua, productos de madera de Paracho y alimentos típicos de las regiones. Ante medios de comunicación, Rosendo Caro Gómez, titular de la Comisión Forestal presumió que la venta de arbolitos del año pasado superó el medio millón de pesos a pesar de las condiciones de la semana. Para este 2022, se espera superar al doble la cifra anterior. El también especialista en conservación forestal exhortó a los ciudadanos a no creer en los mitos sobre los pinos naturales. Aclaró que las plantaciones forestales sustentables de donde provienen los productos representan polos de desarrollo económico y de renovación ecológica que resulta benéfica para los ecosistemas.