Desborda la fe por la Virgen de Guadalupe: afluencia de fieles es mayor a lo anticipado

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La fe en la virgen María continúa vigente; el cariño a la morenita del Tepeyac quedó patente en Morelia y lo demuestran los ríos de personas que han desembocado en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, que tras dos años de asistencia recortada por la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) ha invadido

Las imágenes conmueven y para muchos son una demostración clara de la vigencia del dogma católica, como el recorrido descalzo y a rodillas sobre la Calzada; “esto es lo menos que puedo hacer por el favor de la virgen, se lo debo desde hace dos años y estamos cumpliendo aquí”, señala un joven mientras cruza el empedrado.

Las estampas de la vista comenzaron desde temprana hora, con la tambora acompañando las imágenes de la virgen, caminaban las guarecitas y los hombres ataviados de calzón de manta, todos rumbo a la Calzada Fray Antonio de San Miguel para dar gracias.

La feligresía ha marcado una diferencia importante con su presencia este año; sin contingencia de por medio, decenas de miles colmaron el santuario y los espacios aledaños desde las 20:00 horas. En cuestión de minutos fue imposible avanzar sin hacerlo lentamente y marcando paso por paso, con mucho cuidado entre las mujeres y niños que también acudieron.

Librar la crisis económica para sacar la familia adelante, superar una adicción y hasta solo dar gracias por estar vivo cada día fue el ‘mantra’ de hombres y mujeres que acudieron al templo para venerar la imagen y conectar con su espiritualidad.

“Es la primera vez que venimos tras la pandemia, si celebramos a la virgen en la casa, pero es una tradición para nuestra familia venir a nuestra virgencita, venimos todos y eso nos da mucho gusto”, señaló la señora Lorena mientras intenta acercarse al templo.

El ambiente festivo ha borrado cualquier vestigio de la pasada contingencia; de fondo la tradición canción a la Guadalupana sonaba más que nunca, mientras las columnas de creyentes buscaban llegar, aunque sea brevemente al templo y mirar a los ojos a la virgen María.

Las vías de la fe contrastaron tanto con el sonido de la banda, cientos también bailaron celebrando la aparición de la virgen mientras cargan las representaciones de la morenita y recorren el empedrado de la Calzada que termina frente al templo barroco donde reside la imagen de la advocación más popular de la madre de Jesús en América Latina.

“Agradecer los favores de la virgen, hay momentos en que necesitamos de ayuda ante situaciones que creemos que no tienen solución, por eso creemos y venimos cada año”, indicó el señor Oscar Lemus, mientras avanzaba hacia el santuario.

Más tarde, las mañanitas a virgen culminaron como el momento emotivo del encuentro de feligreses; una explosión de canto, júbilo y fe se adueñó de todas las vialidades, los fieles celebraron la presencia de la virgen de Guadalupe en el ayate del San Diego.

Mientras tanto, el paisaje de las inmediaciones de la plaza estaba acompañado con los juegos mecanismos y la vendimia de productos chinos y la venta de antojitos mexicanos que acompañan a las tradicionales cañas de San Diego, del cual ha derivado el nombre de Caña Fest por los más jóvenes que disfrutan de las atracciones.

A pesar del frío se espera que para este lunes durante todo el día continúe el arribo de los creyentes y con una mayor presencia de los niños vestidos típicamente para celebrar a la Guadalupana.

En las inmediaciones también se puedo ver el despliegue de las autoridades para resguardar la seguridad del espacio ante la enorme afluencia; “es bonito ver que hay más gente, sigue teniendo mucha fe la gente, más que nunca yo creo que por todo lo que ha pasado en el mundo”, señaló doña Elisa que vino a visitar la ciudad y aprovechar participar en la celebración mariana.