Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La inflación ha pegado a los empresarios textiles en Michoacán; aunque presentan una obvia recuperación en sus ventas con la recuperación de la normalidad de las actividades, particularmente las escolares, han resentido el alza de precios en los insumos, en especial las telas. En promedio los costos de producción han subido un 30 por ciento durante el último año, mientras que el precio al público de los uniformes se cotiza ya 5 por ciento arriba que a inicios de año, señala la Incotex. En entrevista con La Voz de Michoacán, Armando Saavedra, presidente de la asociación Industriales de la Confección y el Textil (Incotex), reconoció que sin duda una buena noticia este año fue el fin de la contingencia sanitaria por la enfermedad del coronavirus (COVID-19), que vino a revitalizar las ventas de las empresas del ramo. El líder empresarial celebró que por fin en este 2022 se dio el ansiado regreso a clases 100 por ciento presencial en las escuelas de nivel básico y medio superior, “porque esto permitió que la industria textil en Michoacán reactivara su economía”; hay que tomar en cuenta que más del 50 por ciento de las personas que se están dentro del sector se dedican a la confección de uniformes escolares, que es uno de los principales mercados de estos empresarios. Armando Saavedra reflexionó que, en términos generales, el 2022 fue un buen año por el hecho de que ya pasó la pandemia de la COVID-19, aunque no totalmente, pero “ya se permitió el acceso a las escuelas y se retomó por completo modalidad presencial, y esto nos permitió regresar a la venta de los uniformes, que es donde está gran parte de los que estamos dentro del sector textil sacamos ingresos”. “Ya teníamos casi dos años sin venderlos”, remató el presidente de la asociación, quien agregó que ahora que se dio el retorno a las aulas incluso demanda superó a la oferta de uniformes en la entidad. Lo anterior obedece a que las escuelas estuvieron cerradas por más de dos años, los estudiantes no iban a las instituciones educativa y por lo tanto no utilizaron el uniforme y en ese lapso varios alumnos y alumnas crecieron; “pero cuando el regreso a clases se hizo oficial, casi todas las familias tuvieron que comprar los uniformes de sus hijos y la demanda nos rebasó en los negocios”. Sin embargo, refirió que “esto nos permitió tener una capitalización en nuestro sector, que nos ayudó en una gran parte, no en un 100 por ciento, pero sí nos ayudó porque traíamos arrastrando deudas y compromisos con nuestros proveedores de nuestro sector”. También, aseveró, el recurso sirvió para “de alguna forma cumplir con nuestros compromisos de pagar el aguinaldo a nuestros trabajadores y salir a cerrar el año con un poco más de certidumbre”. Lamentablemente, debido a que la materia prima subió sus costos en un 30 por ciento y hasta la fecha sigue habiendo escasez en telas y productos para la confección “los precios de los uniformes subieron ya un 5 por ciento”. “Nosotros, los comerciantes, no quisimos subir el precio a la par del incremento en la materia prima porque no quisimos perjudicar la economía de las familias, pero ha sido inevitable”, declaró Armando Saavedra. La inflación nacional ronda el 7.8 por ciento este año, con dos puntos por arriba de esa cifra la estatal. Finalmente, el presidente de Incotex mencionó que la expectativa que se tiene para el 2023 es que se regularice la compra de la materia prima, que ya no haya escases de telas y que los costos de producción disminuyan o por lo menos se mantengan para no tener que subir nuevamente el precio del producto al consumidor; “obviamente deseando que el año que viene siga la vida normal sin pandemia”.