Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Un balance positivo y de recuperación de la ruta de trabajo ofrece el Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM). La entidad terminó el 2022 con repuntes notables en Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), generación de empleo y derrama económica por exportaciones. A pesar de esto, se perciben algunos desafíos en materia de detonar el sector industrial, reducir los precios de manera efectiva y la falta de una eficaz migración laboral en el campo. Con miras al 2023, Michoacán llega con un contexto más fortalecido que en años anteriores, refiere Heliodoro Gil Corona, coordinador de proyectos estratégicos del CEEM, lo que sienta las bases para pensar en que pese a las crisis persistentes en términos de inflación y alta tasa de interés no impacten con fuerza en el estado. El analista apunta que Michoacán estaría cerrando el año entre 1.6 y 3.6 por ciento en el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), esto significa que la estimación puntual ronda sobre el 2.6 por ciento. Expuso que “este incremento sería ligeramente superior al de 2021, que fue, con el ajuste que recientemente hizo el INEGI- de 2.4 por ciento”. Recordó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía también ajustó la tasa de 2020, de una caía de (-)6.7 por ciento, a una de 6.4. Entonces, considerando estos elementos, “estaríamos viendo que en términos llanos se trata de un buen momento en Michoacán, en virtud de las economías mundiales y particularmente de la economía nacional”. Es decir, “cuando la economía nacional va a tener un crecimiento cercano al 3 por ciento, digamos que Michoacán ha tomado la ruta de acercarse a la tasa promedio nacional y éste es un primer indicio de un camino de recuperación económica”. Destaca Gil Corona que en el análisis, durante los últimos ocho meses las actividades industriales, han tenido un crecimiento anualizado de enero a agosto de 4.5 por ciento “y eso ha sido un factor y eso ha recompuesto la conducta que teníamos en los dos años anteriores”. El también académico nicolaita ha insistido en que Michoacán tuvo un retroceso financiero importante durante el sexenio de Silvano Aureoles, con sólo resultados positivos aislados y como parte de una tendencia o política de gobierno “En los dos últimos años la tasa de comportamiento anualizado mensual que han tenido las actividades industriales ha sido negativa la mayor parte, excepto uno o dos meses ha sido negativa”, rememora. “Y ese es un elemento importante que tenemos de recuperación que está vinculada a las actividades básicas como la industria química y agroalimentaria. Dentro de esto, la industria de la construcción ya da señales de recuperación cuando en doce meses anteriores todas eran tasas negativas”, subraya el investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Esto implica, comenta, “que ya hay indicios y señales muy claras que se está recuperando la economía, mientras que la inversión pública estatal esta reencaminándose, con mayor incidencia de la parte federal, pero ya se está expresando en Michoacán”. Empleo, bien a secas En el mismo recuento, lo que creció, aunque sigue sin detonar de acuerdo a las necesidades es la generación de empleo formal. El CEEM estima que el 2022 cerraría con 11 mil 097 nuevas plazas, una cifra buena tomando en cuenta los bajos indicadores desde antes de la pandemia, pero que está lejos de lo que debería ser la meta real: 50 mil trabajos formales al año. Recuerda Gil Corona que, a falta de ver las cifras de diciembre en materia de empleo, es históricamente un mes donde se registran bajas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, por lo tanto, se anticipa un déficit; “si revisamos estacionariamente todos los diciembres hay que restarle al monto acumulado hasta noviembre”. “Entonces si revisamos lo histórico, en generación de empleo va a ser por el orden de los 11 mil puestos laborales para Michoacán en el 2022; se trata de poco más de 8 mil puestos formales más que los registrados en el 2021” apunta. “No olvidemos que en el 2021 solamente se crearon abajito de 3 mil empleos formales, en este sentido y aunque no es lo deseable, hay una recuperación del empleo formal significativa después de haber tenido una tendencia muy declinable del 2017 al 2020”, manifiesta: en el 2017, 30 mil 551 empleos; en 2018, 15 mil 605; en 2019, 12 mil 340; en 2020, mil 487 empleos formales. “Obviamente, no olvidemos que en términos redondos se requieren 50 mil plazas formales anuales para estar en condiciones de pleno empleo, pero esto es una ruta positiva rumbo al 2023”, pondera. Resalta que uno de los grandes pendientes sigue siendo en el sector agrícola, donde el gobierno estatal no pudo cumplir con la expectativa de migrar casi 250 mil empleos a la formalidad dentro del campo, pese a la presión que ejercen los acuerdos del T-MEC sobre algunos frutos de alto valor como aguacate y las berries. Transferencias externas, clave También subraya el tema de las transferencias monetarias externas; “esto es un elemento muy importante porque ayudan a fortalecer el desarrollo económico de Michoacán, y son tres los componentes a los cuales hemos hecho referencia de manera insistente: por un lado, las exportaciones; por otro, las remeses, y, finalmente la Inversión Extranjera Directa (IED) como las fuentes más importantes y que más contribuyen a fortalecer el aparato productivo y a generar impactos en el mercado interno”. Sobre las exportaciones, se estima una derrama por 7 mil 815 millones de dólares, un aumento del 11 por ciento con respecto a 2021. “Si cabe destacar que de este valor 56 por ciento va a corresponder a productos del campo y el 44 por ciento a productos industriales; hay un pendiente, a nuestro juicio, y se tiene que seguir priorizando que los productos de mayor grado de manufactura y en donde se generan los puestos de trabajo mejor remunerados tienen que ir en aumento”, valora el analista del CEEM. “La otra fuente de ingreso que es importante en la base social y regional de Michoacán son las remesas”, donde desde hace 3 años Michoacán ya ocupa la segunda posición nacional, tras Jalisco: se espera un cierre de 5 mil 384 millones de dólares para 2022, un aumento del 8 por ciento con respecto al 2021. “Las remesas estarían cerrando alrededor de 106 mil millones de pesos, en moneda nacional, es muy claro y evidente que es superior al presupuesto autorizado para 2022, y representan el 13.2 por ciento del PIBE de Michoacán”, valora Gil Corona, quien agrega que esa aportación de remesas es casi igual a las aportaciones del campo, que es de 13.5 por ciento, y mayor a las manufacturas, que anda por el orden del 8 por ciento. Desafíos en IED e inflación En el caso de la IED, reconoce el académico que “no nos va tan bien para este 2022”. Se estima un cierre de 226 millones de dólares, cuando en el 2021 fue de mil 034 millones de dólares, “una caída del 78 por ciento en la captación de IED que seguramente tiene que ver con el diferimiento de inversiones de la infraestructura de ArcelorMittal en el puerto de Lázaro Cárdenas, que ha diferido inversiones para los próximos tres años. En este apartado, “no va a haber un cambio en el comportamiento de la IED; sigue teniendo la posición 12 a nivel nacional en el 2021 y 2022”. “Lo que llama la atención es que el tema inflacionario es un pendiente que no se ha atendido de la manera más correcta; Jacona, una de las ciudades más caras de Michoacán está también en el top 5 de más inflación a nivel nacional”. De acuerdo con la canasta de los 24 productos de consumo básico, los precios no muestran reducción en los bienes desde que se echó en marcha el programa. Detalla que, si bien la meta era bajar en un 8 por ciento el precio en conjunto de la canasta, al contrario, ha habido alza en los precios.