Arturo Molina/La Voz de Michoacán Pátzcuaro. Debido a décadas de explotación desmedida en el Lago de Pátzcuaro, así como a la falta de programas de conservación adecuados por parte de autoridades ambientales, el endémico e icónico Pescado Blanco de Michoacán se mantiene en niveles bajos de población, por lo que en la actualidad ha sido necesaria la reproducción asistida para asegurar la existencia de este pez. Y es que la demanda se mantiene. Sin una veda que impida la extracción ni limite a los pescadores de sacar este valioso producto, el kilo de este lucro puede alcanzar hasta los 800 pesos por kilo, derivado de su riqueza como platillo de consumo y para la atracción turística. El único mecanismo que existe en la actualidad para que se permita el desarrollo de los peces, es que los pescadores no saquen del agua especímenes de menos de 20 centímetros, siendo los mayores a este tamaño los que son aptos para el consumo. No obstante, las autoridades estatales confían en la buena voluntad de cientos de pescadores que basan su economía familiar en este producto. Con base a lo anterior, la Comisión Nacional de Pesca de Michoacán (COMPESCA), inició programas de reproducción asistida en los que se incluyen tanques de reproducción, internación y desarrollo de esta especie. El biólogo Marco Antonio Bernal Hernández, Jefe de departamento de Ordenamiento Pesquero Acuícola de la COMPESCA advirtió que ha sido la explotación de la especie en los últimos 20 años la que trajo consigo la baja en la población; no obstante aseguró que con los esfuerzos gubernamentales se ha logrado la reproducción de la especie incluso, en granjas acuícolas. Incluso se han logrado establecer estudios genéticos que han permitido investiga la adaptabilidad de esta especie en las condiciones actuales del Lago de Pátzcuaro. Los números en la población se encuentra baja, debido a una sobre explotación de la misma especie en los años 90 y 2000 y las población empiezan poco a poco a recuperarse. No hay cuantificación en pez, capturado. Lo que sabemos que se empieza a recuperar poco a poco y uno de los trabajos es ese, se ha empleado a esta especie, que es endémica del lago de Pátzcuaro, hay otra especie que es primo en el lago de Zirahuén. Se estudia el pez blanco que tienen crías. Un particular que está en Zirahuén, en la hacienda de Tzintzimeo, que hacen reproducción de pez blanco”, aseguró. Estudios científicos revelan que la demanda de esta especie es constante, por lo que la población requiere medidas de manejo más eficientes por parte de las autoridades ambientales. En este caso, La disminución de la longitud media de captura es producto del efecto del régimen de pesca en las poblaciones de peces, ya que se ejerce presión de pesca en la proporción de peces adultos, lo que provoca que disminuya el tamaño promedio de los individuos en toda la población; la baja selectividad, principalmente, es la causa más señalada. El pez blanco de Pátzcuaro, conocido originalmente en la lengua purépecha como kurucha (pescado) urapiti (blanco), es un pez endémico del altiplano mexicano que se consume desde tiempos prehispánicos y que incluso es representado en las múltiples expresiones culturales del pueblo purépecha como en la pintura, música, danza, poesía, artesanías, entre muchas otras. En la zona lacustre purépecha, el consumo de pescado es muy importante desde tiempos precolombinos. De esto nos habla el glifo prehispánico de la región de Michoacán que está plasmado en el escudo del estado y en el reverso de los billetes de 50 pesos. El especialista en la reproducción del pez blanco en esta región advirtió que el valor elevado del pescado blanco es uno de los factores que han incidido precisamente en la extracción excesiva del pez. No obstante, recordó que históricamente no se ha podido instalar una veda para la actividad pesquera que permita la proliferación y conservación de la especie. Señaló que fue incluso en el año 2002 en que se dispuso una veda que generó la inconformidad de cientos de pescadores, por lo que se ha optado únicamente establecer acuerdos con la gente de las comunidades aledañas al lago de Pátzcuaro. “Culturalmente, es muy importante para la cultura purépecha, y tiene una importancia cultural arraigada a la zona. Se detona la danza del pescado blanco. Hay otra danza que es con redes de mariposa. Pero es de total importancia para la región culturalmente. En sus buenos tiempos la captura de pez blanco tenía un valor de 150 pesos, y ahorita lo que nos comentan los pescadores es que puede 800 pesos. Los pescadores respetan las tallas, el pescado que capturan la liberan y lo que logran capturar en 40 centímetros es lo que consumen. Pero si siguen respetando. No hay una veda como tal. Hubo un problema en el 2000 en que se quiso imponer la veda y hubo complicaciones. Los pescadores han asumido a respetar las tallas le pez blanco”, explicó.