¿Cuál es el primer casino del mundo?

La Venecia del siglo XVII era la cumbre del Mediterráneo, pues en ella convergían mercaderes y visitantes

Hay que remontarse a la Italia de principios del siglo XVI para encontrar el primer casino del mundo, el cual abrió sus puertas en Venecia en 1509. No obstante, no sería hasta 1638 cuando comenzaría a funcionar bajo el nombre ‘Il Ridotto de San Moisés’. Desde dicho momento las autoridades gobernantes de la ciudad lo convirtieron en el primer casino legal y público de la historia.

La Venecia del siglo XVII era la cumbre del Mediterráneo, pues en ella convergían mercaderes y visitantes que, además de disfrutar de la cultura y de la exquisita gastronomía, se dejaban caer por lugares clandestinos de apuestas, es decir, los primeros casinos no oficiales.

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Etimológicamente, la palabra casino proviene del italiano y significa ‘casa de campo’, en alusión a las villas donde la nobleza y la clase alta se reunían con finalidad de recreo. Los orígenes del juego en Italia se remontan al Imperio Romano, cuando se entretenían con un entrenamiento llamado ‘XII scripta’, el cual se jugaba con 12 fichas y tres dados.

El Casino Il Ridotto, que en italiano significa ‘habitación privada’ surgió para entretener a los patrocinadores del Carnaval de Venecia. Se convertía en un centro lucrativo para la clase pudiente italiana, que comenzó a desarrollar en él juegos de azar mercantiles, es decir, como negocio y diferenciándose claramente de los juegos de azar sociales que se practicaban en la vía pública o en locales ilegales.

Il Ridotto se levantaba en un la del Palazzo Dandolo de Venecia, próximo a la iglesia de San Moisés. En aquel momento, sus constructores no se imaginaban ni por asomo la repercusión mediática que en la vida social italiana iba a suponer, y por ende, como una nueva mentalidad global. Y es que acabaría influyendo en el desarrollo posterior de salas de juego, tal y como las conocemos actualmente.

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Sus rigurosas normas

Los asistentes al casino de Il Ridotto debían cumplir con unos estrictos requisitos. Es cierto que era un edificio de acceso libre y gratuito, pero el montante de las apuestas y las normas de vestimenta dificultaban que el pueblo de a pie pudiese sumergirse en él, quedando por consiguiente relegado de forma exclusiva a la nobleza. A pesar de sus estrictas normas, existía plena libertad en su interior para que prestamistas y prostitutas desarrollasen sus negocios con total impunidad y al margen de la legislación italiana.

Todos los aspectos, incluso la comida y la bebida, se medían hasta el último detalle. La vestimenta para acceder al casino no iba a ser menos, y existía la obligatoriedad de utilizar máscaras, capa y sombrero de tres picos. Los únicos que tenían permitido llevar el rostro descubierto eran los croupiers, conocidos como ‘barnabotti’. Así sería como personajes emblemáticos de la historia como Jean-Jacques Rousseau o Giacomo Casanova se dejarían atraer por los encantos de Il Ridotto.

Los juegos más emblemáticos

Analizando documentos históricos encontramos infinidad de pruebas que denotan que sus juegos de azar eran realmente populares. Obviamente no estaban popularizados algunos actuales como la ruleta, pero de entre sus mesas había dos que destacaban especialmente sobre el resto:

  • El biribi: Se realizaba una apuesta en un tablero conformado por 70 números. Si el banquero sacaba el número que el jugador tenía, multiplicaba hasta por 64 su apuesta inicial.
  • La basetta: Era un juego de cartas, típico de casino, que contenía elementos que hoy en día podemos ver en otros juegos de azar como el blackjack o el póker. Cada jugador podía llegar a multiplicar su apuesta de inicio por 76.

Una obra de arte

El Casino Il Ridotto, levantado en el gran canal de Venecia, gozaba de una estructura arquitectónica muy rica, en cuya construcción participaron con su inversión las grandes familias de la ciudad. Mauro Codussi, uno de los arquitectos más influyentes de la época, fue el responsable de esta magnífica obra de estilo griego-romano, que a pesar de las remodelaciones posteriores, no ha perdido su sello de distinción ni su carácter como Patrimonio de la Humanidad.

Todo hace indicar que su interior estaba recubierto de oro, con pisos y paredes resplandecientes, además de un sofisticado mobiliario. En su techo aparecían pinturas y obras de arte de un incalculable valor, obra del pintor italiano Mattia Bortoloni. Dentro del casino Il Ridotto encontramos un museo con obras de arte, el conocido como Museo Wagner inaugurado en 1995. Y es que en este palacio renacentista fallecería el gran compositor alemán Richard Wagner el 13 de febrero de 1883.

El cierre de sus puertas

A pesar de lo que supuso para la historia de Italia y del mundo en general, el Casino Il Ridotto echaría el cierre en noviembre del año 1774. El gobierno aprobó la iniciativa del noble Giorgio Pisani (del Partido Reformador), quien aseguraba que con la clausura de este espacio se preservarían la piedad, la sana disciplina y el comportamiento religioso y moderado de los venecianos.

Pero lejos de promover el fin de los casinos, el cierre de Il Ridotto incentivó que se abriesen otros en diferentes partes del mundo para seguir la estela dejada por el veneciano. Así ha sido como las bases de éste, unidas a las nuevas tecnologías, han propiciado el éxito de nuevas construcciones como los casinos de las Vegas o de Mónaco.