Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “No nos vayan a salir con una trastada”, opinó el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, sobre el caso del feminicidio de Jessica Villaseñor, cuyo fallo se emitirá el próximo viernes. El mandatario estatal desea que Diego Urik, señalado como responsable de privar de la vida a la joven, obtenga la pena máxima, ya que “todas las pruebas están dadas” para que así sea. Ramírez Bedolla consideró que hace mucha falta la sensibilización en el Poder Judicial del Estado, porque siguen juzgando como hace 30 o 40 años, por lo que exhorta a esta institución a que actúe con mayor responsabilidad en los casos de feminicidio, “porque si no, dejan a la sociedad indefensa ante este tipo de situaciones”. ¿CUÁL ES LA PENA QUE DARÍAN A DIEGO? El 29 de septiembre de 2022, el pleno del Congreso del Estado aprobó aumentar la condena a feminicidas para homologar este delito con la nueva pena máxima de prisión en Michoacán. De esta manera, los sentenciados recibirán 60 años de cárcel y, además, “por el simple hecho de intentar matar a una mujer, el agresor recibirá una sanción de 30 y 40 años de prisión”. La sanción máxima de 60 años conlleva el mensaje de que el feminicidio es una conducta sumamente lesiva, cuya reprobabilidad (culpabilidad) debe ser mayúscula, justificaron los legisladores. Asimismo, al asesino de una mujer embarazada se le castigará con pena de 15 a 35 años de prisión de manera adicional. Conforme al decreto, se aumentará en un 50 por ciento la sanción ya prevista en contra del feminicidio infantil, es decir, en contra del homicidio de niña o adolescente menor de 18 años de edad.