Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Toda preocupación en extremo es nociva y el estrés financiero no es diferencia, una conducta que no sólo tiene que ver con afectaciones en tu cartera, sino que puede ser también dañina para tu salud. Este trastorno no es nuevo, sin embargo, diversos estudios señalan que se ha agudizado desde la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19); la gran crisis económica que llevó como efecto paralelo la contingencia sanitaria preocupó no sólo a los mercados, sino a las personas, que vivían con la incesante preocupación de perder su trabajo, de que el dinero no alcanzara y/o que las deudas se comieran su estilo de vida. De acuerdo con el grupo financiero BBVA, se conoce como estrés financiero a la preocupación extrema relacionada con el dinero. Se trata de un sentimiento que es el resultado de la presión que se genera ante una situación económica poco favorable. Si bien es normal sentir cierta tensión por conseguir que las cuentas estén al día y llegar a fin de mes, en este caso se traslada a efectos de ansiedad y estrés recurrentes. Según la firma bancaria, los expertos en salud mental han calificado a este padecimiento como la angustia y presión ante una situación económica llena de incertidumbre o como consecuencia de dificultades económicas, de ahí que el trastorno se haya detonado hasta en un 30 por ciento en la pandemia, de acuerdo con estudios realizados en España y otras naciones europeas. Según el estudio “COVID-19: impacto global”, realizado por la aseguradora norteamericana Cigna, hay una relación evidente entre la contingencia sanitaria y este mal. Desgraciadamente, el estrés financiero puede impactar en la salud de las personas provocando síntomas diversos tales como insomnio, depresión, alteraciones del sistema inmune o problemas cardiovasculares, entre otras afecciones. Toda esta sintomatología, unida a la falta de concentración, sensación de cansancio constante o cambios de comportamiento (irritabilidad, apatía, tristeza, etc.) que también provoca el estrés financiero, podrían afectar, a su vez, a tres aspectos clave para el bienestar emocional: la familia, el entorno social y el contexto laboral”, cita el estudio de Cigna. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), por su parte, exhorta a detectar los síntomas de este mal para intentar atacarlo por ambos frenes: tanto buscar generar cierta certidumbre económica como atender todo lo que tenga que ver con nuestra salud. Dejando para los psiquiatras y psicólogos el tema mental y conductual, la agencia federal llama a buscar sanar este inicio de año para combatir cualquier indicio de estrés financiero. Comienza con un presupuesto, lo que te permite saber cuánto dinero tienes disponible y para qué; identifica tus deudas y analiza en qué gastas tu dinero, recomienda la dependencia. De ahí liquida tus deudas. Empieza por la más pequeña y continúa con las demás. Gasta cuidadosamente y antes de comprar pregúntate si realmente lo necesitas. Además, reduce el uso de crédito al mínimo y sólo úsalo para bienes duraderos a meses sin intereses. Insiste la Condusef que el estrés financiero es un mal que puede provocar alteraciones en tu salud e incluso ser factor para adicciones como el alcohol o las drogas.