Así vivieron pueblos purépechas el encendido del Fuego Nuevo; en 2024 le toca a Ocumicho

El 1 de febrero, justo cuando la constelación de Orión estuvo a la mitad de su trayecto, el Fuego Nuevo es encendido, la hoguera arde en lo alto de la yácata y con ello inicia el Nuevo Año Purépecha

Foto, Angélica Ayala.

Angélica Ayala / La Voz de Michoacán

Erongarícuaro, Mich. La celebración del Kurhikuaeri K'uinchekua (Fuego Nuevo) -que se realiza cada 1 de febrero- congregó a las cuatro regiones de los pueblos indígenas de Michoacán; es así que las comunidades de la Ciénega de Zacapu, Región Lacustre, Cañada de los Once Pueblos y Meseta Purépecha se reúnen para iniciar un nuevo ciclo de vida con el encendido del Fuego Nuevo.

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El 1 de febrero, justo cuando la constelación de Orión estuvo a la mitad de su trayecto, el Fuego Nuevo es encendido, la hoguera arde en lo alto de la yácata y con ello inicia el Nuevo Año Purépecha. Otro de los significados que se da a esta tradición es el inicio del ciclo agrícola. Este año Erongarícuaro fue la sede, para ello los cargueros colocaron la yácata en medio de la plaza principal, donde realizaron la ceremonia del encendido.

Durante la ceremonia también se determinó que el encendido del próximo año será en la población de Ocumicho, municipio de Carapan.

Como siempre, el ritual fue dedicado al dios del fuego Kuricaveri o Kurhikuaeri, en purépecha la festividad del Fuego Nuevo es Kurhikuaeri K'uinchekua. Durante todo el día se realizaron diversas actividades tradicionales, como el trueque, una actividad milenaria y que los pueblos originarios han tratado de preservar. También se presentó el juego de pelota encendida o Uarukua. Poco después de las 05:00 de la tarde, todas las comunidades que llegaron a Erongarícuaro a la fiesta del Fuego Nuevo desfilaron por sus calles, llenando de algarabía y colorido a su paso.

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La festividad del Kurhikuaeri K'uinchekua enmarca la cosmovisión de los pueblos indígenas de Michoacán, donde en un ambiente de hermandad realizan ritos privados, en los que solamente participan los originarios, como es la ceremonia de la madrugada, cuando dan la bienvenida al dios Sol, esperan el amanecer para hacer su ritual, en donde no puede faltar el copal y el saludo a los cuatro puntos cardinales y a los cuatro elementos de la tierra.

Fuego Abuelo es apagado

El festejo por el Año Nuevo Purépecha inicia a partir de la designación de la nueva sede, anuncio que se da antes de encender el Fuego Nuevo; por lo tanto, Erongarícuaro sigue siendo el guardián de las llamas que se acaban de encender. Por un año deben permanecer encendidas, para cuando, en 2024n caminando lleven al Fuego Abuelo, Tata Ch´upiri, a la nueva sede.

Es así que este pasado 31 de enero, el Fuego Abuelo salió de Capacuaro, custodiado por los cargueros y cargueras del Kurhikuaeri K'uinchekua, y Erongarícuaro los recibió. La caminata comúnmente es de dos a tres días, dependiendo de lo lejanas que se encuentren las comunidades, la que fue sede y resguardó el fuego, a donde se realizará el nuevo encendido.

El Fuego Abuelo llegó a las 06:00 de la tarde a la plaza principal de Erongarícuaro. Sin importar lo empolvados o cansados de la caminata, la alegría por recibir a Tata Ch´upiri se hizo presente, al recibirlos con la música de sones y abajeños, con el copal y bien custodiado por los cargueros de ambas comunidades. El paso del Fuego Abuelo es una bendición para las comunidades y caminos que van recorriendo, ya que con el humo y las llamas van purificando el lugar.

A Tata Ch´upiri lo llevaron a la pirámide, ahí lo recibieron las mujeres cargueras, las de mayor edad, quienes son las responsables de apagar sus llamas, no sin antes agradecer que por un año el fuego haya traído prosperidad y buenas cosechas a sus comunidades,

El sonido de los caracoles alertó que Tata Ch´upiri se iba acercando y así lo hacen cada vez que llegan a algún poblado. Al Fuego Abuelo lo llevan en un tipo de anafre cubierto con listones de los colores de la bandera purépecha, y con toda solemnidad apagaron sus llamas.

Poco antes de la media noche, los cargueros del Fuego Nuevo inician con los preparativos para encender el Kurhikuaeri K'uinchekua. Todos se reúnen y rodean la yácata, el sonido de los caracoles anuncia que está por iniciar la ceremonia, todos guardan silencio y esperan a que la madera que fue colocada en la cúspide empiece a arder, así las llamas empiezan a subir y con ello se inicia el Nuevo Año Purépecha.