Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El papel de la mujer en los servicios de salud sigue siendo muy reducido en los puestos laborales. A pesar de que desde hace más de 20 años la matrícula femenina en las escuelas de medicina alcanza el 60 por ciento, la cifra se invierte una vez que las egresadas buscan colocarse en los espacios laborales. En el marco de la conmemoración de los días internacionales de la Mujer en la Medicina y de la Niña en la Ciencia, representantes de la Asociación de Mujeres Médicas de Michoacán alzaron la voz para exigir equidad e igualdad en las condiciones laborales. Adriana Mejía, presidenta de la asociación de profesionistas de la salud, recalcó el largo proceso que ha llevado permitir que las mujeres pudieran ingresar y egresar de las escuelas de medicina en México, así como en general derechos fundamentales como a la educación, trabajo y posesiones. Si bien reconoció como un logro en el ámbito académico la participación de las mujeres en las universidades y las carreras relacionadas a las ciencias de la salud con más de la mitad de la matrícula integrada por mujeres, el espacio laboral cambia por completo este aparente panorama de inclusión. Han pasado más de 130 años desde que la primera mujer se tituló como médico a nivel internacional y desde entonces aún se cuentan muchos pendientes en cuanto a la inclusión laboral, la remuneración de sueldos, prestaciones e incluso la oportunidad de integrarse a espacios de toma de decisiones en los nosocomios y estrategias de la salud, señalaron en rueda de prensa con medios de comunicación. “El 60 por ciento de los estudiantes de medicina se trata mujeres. Se habla de la feminización de la medicina, pero ¿qué pasa que cuando llegamos a los espacios laborales? Esa proporción se invierte”, aseveró Adriana Mejía. “Necesitamos que el acceso al trabajo y espacios dignos de trabajo los podamos conservar, falta mucho por hacer aún. La asociación nos está dando la manera de incidir en la sociedad”, manifestó. El panorama va más allá del desplazamiento de las mujeres en los puestos laborales. Las diferencias salariales se muestran con brechas que revelan que una mujer médica puede llegar a ganar hasta un 24 por ciento menos que sus colegas varones, amén de discriminaciones y tratos condescendientes que persisten. Frente al resto de las representantes de la Asociación de Mujeres Médicos de Michoacán, se presentaron las actividades que se llevarán tanto a las universidades como espacios públicos para fomentar la participación de las mujeres desde el ámbito de la medicina, entre las cuales se incluyen ciclos de conferencias, talleres, labores informativas y contacto directo con la ciudadanía. “Sabemos que en el tiempo en que vivimos pareciera que solo tenemos que llegar a inscribirnos a una facultad. Han pasado muchos años para que esto se pudiera lograr. Es parte de la naturaleza de la mujer el cuidar y atender enfermos. La profesionalización se alcanzó hasta el siglo XXI, desde el 2015 también celebramos el Día de la Mujer y la Niña en la ciencia”, explicó. Sueldos, notablemente más bajos para mujeres La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) reveló las condiciones a las que se enfrentan las mujeres médicas y, en general, todas las féminas que incursionan en el campo laboral de la medicina y las ciencias. Datos de INEGI, al corte del tercer trimestre de 2022 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revelan la complejidad de la brecha salarial para las mujeres científicas en México. Trascendió que una mujer que se desempeña en áreas de ingenierías, matemáticas o tecnología percibe en promedio 12 mil 314 pesos, mientras que el salario promedio de un hombre que trabaja en las mismas áreas es de 15 mil 866 peso. En este caso, la diferencia promedio oscila en los 3 mil 552 pesos mensuales. A lo anterior se suman otros factores de discriminación hacia la mujer que han dificultado que sigan escalando en los procesos para la obtención de más académicos y títulos profesionales. Las maestrías y doctorados en las ciencias confluyen con matrículas mayormente integradas por varones. Sobre este tema, las especialistas manifestaron que los factores de roles sociales que atan a las mujeres a las labores del hogar, cuidado de los hijos e incluso las políticas de empresas de no contratar mujeres madres de familia por cuestiones de manejo de horarios siguen siendo los principales paradigmas a vencer para los próximos años.