Agencias / La Voz de MichoacánPor allí andan Rory McIlroy, Jon Rahm, Scottie Scheffler, Justin Thomas, Jordan Spieth, Colin Morikawa, entre otros ilustres del circuito internacional de golf. La cita es en The Riviera Country Club, en Palisades, California, donde se desarrollará el Genesis Invitational. Pero todo es diferente cuando aparece en escena Tiger Woods. No importan los 47 años ni la escasa participación anual a causa de distintos problemas físicos del ganador de 15 Majors, sólo superado por Jack Nicklaus (18). Siete meses después de aquella caminata de despedida en el British Open, en la mítica cancha de St. Andrews, Tiger acapara todas las miradas y se espera con ansiedad su palabra. Nunca se sabe cuándo puede hacer el anuncio final, el que no asoma demasiado lejano. En la rueda de prensa, alguien le pregunta si sigue pensando que está en condiciones de ganar un torneo de esta envergadura, con tantas figuras. Y Woods responde fiel a su estilo. “Tengo que elegir lo que voy a jugar. Será muy limitado. Así que pondré toda mi energía en esos eventos. Mi pierna está mejor que el año pasado, pero el tema es el tobillo. Voy viendo día a día y el tema es cómo lograr el mejor balance para no dañarlo más”, arranca, haciendo mención a las secuelas que tuvo del tremendo accidente automovilístico sufrido hace dos años, con múltiples fracturas, y que derivó en una extensa cirugía. Y sale del momento por un motivo circunstancial: el sonido de una llamada inoportuna al celular... Tiger menciona a Scheffler, McIlroy, Rahm, y se entusiasma. “Estoy emocionado por salir a la cancha y competir y jugar con estos tipos. No me habría presentado aquí si no pensara que puedo vencer a estos tipos y ganar el torneo. Esa es mi mentalidad. Si no estuviera preparado para ganar a este nivel... La verdad es que estoy muy oxidado, pero ya he salido de una situación de óxido antes y me ha ido bien”. Dobla la apuesta cuando todos pensaban en su ironía como una suerte de definición autodestructiva. Tiger sabe cuál es su principal objetivo: volver a desfilar por el Augusta National, su lugar en el mundo. Allí donde triunfó cinco veces, la última de ellas, un auténtico bombazo, en 2019, antes de la pandemia. Habló de focalizarse para “tratar de llegar de la mejor manera al Masters, hacer todo lo posible para estar listos para Augusta”. La Cena de Campeones ¿incómoda? Al hablar de Augusta, Tiger no evadió un momento especial y tradicional del torneo que puede resultar un “momento incómodo” para todos. Nos referimos a la Cena de Campeones. Es una cita anual que se da los martes y a la que asisten los ex campeones del torneo, todos con su chaqueta verde, el premio que los distingue por adjudicarse este Major. El principal agasajado es el último campeón, en este caso, Scottie Scheffler. El defensor del título es el que elige el menú de la noche para los comensales. Y se respeta. Cuando le tocó al cordobés Ángel Cabrera (campeón en 2009), por ejemplo, optó por un “asado a la Argentina” para el encuentro en 2010. Otros tiempos: Phil Mickelson le pone la chaqueta verde a Tiger; la Cena de Campeones 2023 es una gran incógnita - Créditos: @REUTERS / Shaun Best ¿Qué tendrá de particular la Cena de Campeones 2023 de Augusta? Que será la primera luego de la grieta del golf, de la división que generó la entrada en acción de la Liv Series, la multimillonaria liga árabe liderada por Greg Norman, que le sacó a muchas de las figuras al PGA Tour. Con Phil Mickelson como bandera. Ocurre que varios de los llamados “rebeldes” han sido ganadores de Augusta y serán invitados a la comida, como es habitual y como manda la tradición. Nos referimos a Mickelson, Patrick Reed, Dustin Johnson, Sergio García, Bubba Watson y Charl Schwartzel. La cena del Masters Club se celebra en un pequeño comedor con una larga mesa rectangular. Cuando en 2022 el agasajado fue el japonés Hideki Matsuyama, la Liv Series estaba iniciando su camino y los cruces dialécticos no habían estallado. Hoy, el clima es diferente. Desde entonces, ambas partes se han cruzado verbalmente y en Dubai, Rory McIlroy, defensor a ultranza del PGA Tour y severo crítico de los rebeldes, tuvo un incidente con Patrick Reed. Fue un nuevo capítulo en un conflicto que sigue subiendo de temperatura. Tiger, otra vez en el ruedo ¿Qué ocurrió? Durante la práctica del lunes, Reed se acercó a la zona donde estaba McIlroy. El estadounidense saludó con un apretón de manos al caddie del norirlandés (Harry Diamond) y enseguida estiró un brazo en Rory, que estaba en cuclillas. Pero McIlroy, número 1 del mundo, lo ignoró por completo. Reed, ofuscado, se dio vuelta, metió una mano en un bolsillo y sacó y le tiró un tee. La escena se llamó “Teegate”. Luego, McIlroy le ganó el título a Reed por un golpe. Woods sabe que las relaciones entre los “bandos” no son las mejores y acepta que puede ser una Cena de Campeones compleja. “Qué pasará en Augusta es una gran pregunta que me hago porque no lo sé, porque no he estado cerca de ellos. Algunos de los jugadores de aquí sí. Por ejemplo, Rory ha estado en Dubai con algunos de esos jugadores. No sé cuál será la reacción que tendremos todos. Será un momento incómodo. Sé que algunas de nuestras amistades ciertamente han tomado un camino diferente, pero ya veremos cuando todo eso transcurra. Para eso aún faltan un par de meses”, dijo sobre el torneo, que se realizará del 6 al 9 de abril, en la mítica cancha del estado de Georgia. Tiger. siempre una atracción - Créditos: @RONALD MARTINEZ “La Cena de Campeones va a ser obviamente algo de lo que se hable”, dijo Tiger. Pero ante todo trató de centralizar la polémica en la necesidad de honrar al último campeón. “Nosotros como un todo necesitamos honrar a Scottie; Scottie es el ganador, es su cena. Así que debemos asegurarnos de que Scottie sea honrado correctamente, pero también darnos cuenta de la naturaleza de lo que ha sucedido y la gente que se ha ido”, especificó. Un año atrás, en el Genesis Invitational, se disparó la polémica cuando Mickelson hizo referencias llamativas respecto de la Liga Saudita. “Sabemos que mataron a Khashoggi -periodista árabe residente en Estados Unidos- y que tienen un historial horrible en materia de derechos humanos. Allí ejecutan a la gente por ser gay. Sabiendo todo esto, ¿por qué iba a considerarlo? Porque esta es una oportunidad única en la vida para remodelar el funcionamiento del PGA Tour”, sostuvo el jugador. Se refería, básicamente, a la posibilidad de elevar los premios del circuito. Rory McIlroy celebra tras ganar el Dubái Desert Classic el 30 de enero de 2023: le ganó por un golpe a...Reed Para Tiger, “si nos remontamos desde el Genesis del año pasado a hoy, todos tenemos que decir que ha sido muy turbulento. Nunca hubiéramos esperado que el juego del golf estuviera en esta situación, pero lo está, esa es la realidad.. El LIV es una organización competitiva que intenta crear su mejor producto posible, y nosotros intentamos crear el mejor producto que creemos que es el futuro del golf, cómo debería jugarse. ¿Cómo lo hacemos? Aún estamos trabajando en ello. Tenemos a muchos de los mejores jugadores alineados, necesitamos que entiendan que buscamos crear de nuevo el mejor producto posible. Ha sido un ir y venir, de verdad. Y ha sido difícil, no mentimos. Han visto a nuestro embajador, Rory McIlroy, pasar por ello. Ha sido duro para él, pero ha sido excepcional. He estado con él en todas esas conferencias telefónicas y reuniones paralelas, y para él salir a la cancha y jugar y ganar, ha sido increíble”. Un dato más, pero 100% deportivo: en las dos primeras ruedas, Tiger compartirá threesome con McIlroy y con Justin Thomas. Será el tiempo del golf.