EFE / La Voz de Michoacán Teherán. La Guardia Revolucionaria de Irán ha presentado un nuevo misil balístico con un alcance de 1,650 kilómetros, en medio de las tensiones con Occidente por la venta de drones a Rusia y la represión de las protestas desatadas por la muerte de la joven Mahsa Amini en septiembre. “Hemos añadido un nuevo misil con un alcance de 1,650 kilómetros al arsenal de la República islámica”, dijo anoche el comandante de la Fuerza Aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, el general Amir Ali Hajizadeh. Bautizado como “Paveh”, el nombre de una ciudad el Kurdistan iraní, el nuevo misil tiene una precisión por debajo de un metro y una alta capacidad de maniobrabilidad. La televisión estatal mostró anoche una prueba del nuevo armamento, en la que se observa al misil despegar, sobrevolar un paraje desértico y finalmente alcanzar un objetivo, todo ello al ritmo de una épica música. Hajizadeh recordó que Teherán cuenta con misiles con un alcance de 2 mil kilómetros, con los que podría alcanzar “portaviones estadounidenses” y mandó un mensaje a la Unión Europea. “Hemos limitado el alcance de nuestros misiles a 2 mil kilómetros por respeto a los europeos. Esperamos que los europeos mantengan su dignidad”, dijo Hajizadeh. Se trata de una alusión a las tensiones entre Irán y Europa debido a las sanciones europeas al país persa por la represión de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini y la venta de drones a Rusia, que los ha usado en su invasión de Ucrania. El Parlamento Europeo aprobó en enero una resolución en la que pidió al Consejo de la Unión Europea que considere como una organización terrorista a la Guardia Revolucionaria iraní y a sus fuerzas subsidiarias, como la milicia paramilitar Basij y la Fuerza Quds. Esa resolución tensó aún más las difíciles relaciones entre Irán y los países europeos, aunque no se haya designado a la Guardia Revolucionaria como grupo terrorista. Los misiles balísticos iraníes son una fuente de preocupación para Estados Unidos, Europa y algunos países de Oriente Medio, aunque las autoridades de Teherán aseguran que solo tienen una función defensiva y disuasoria.