IMÁGENES NUESTRAS | Capilla del Prendimiento de Jesús, un tesoro escondido en el centro de Morelia

A pesar de su belleza estética y de ser tan visualmente atractiva, poco o nada se sabe a nivel de memoria colectiva sobre el origen, la función y el valor del inmueble más allá de la fachada, que se mantiene desde 1913, obra del arquitecto Adrián Giombini.

Foto: Sam Herrera Jr.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Entre la diversidad arquitectónica del Centro Histórico de Morelia, sobresalen estructuras monumentales que irrumpen con la armonía estética de la ciudad y que dotan de misterio y admiración a la concluida zona de monumentos.

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La Capilla del Prendimiento de Jesús en el Huerto representa una de las estructuras más pintorescas y diferentes de Morelia. Labrada en la tradicional Cantera Rosa que caracteriza a esta ciudad, la estructura incluso recuerda a los castillos medievales, a las torres con arqueros listos para la guerra e incluso las historias de fantasía.

Ubicada sobre la calle Abasolo, apenas a 250 metros al sur de la Catedral Metropolitana de Morelia, la estructura se roba las miradas de los transeúntes, locales y visitantes.

A pesar de su belleza estética y de ser tan visualmente atractiva, poco o nada se sabe a nivel de memoria colectiva sobre el origen, la función y el valor del inmueble más allá de la fachada, que se mantiene desde 1913, obra del arquitecto Adrián Giombini.

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Desde el siglo XVIII, fue propiedad del vallisoletano Teodosio Avidez quien al morir heredó a su familia la rectoría del recinto religioso. No obstante, la convulsa época de guerra de Independencia y las crisis económicas de la época provocaron que la estructura quedara prácticamente en el abandono hasta quedar reducida a ruinas.

Siglos después, Atenógenes Silva, arzobispo de Morelia, costeó las reparaciones que llevaron al recinto religioso a ser parte del antiguo barrio del Centro de Morelia. Desde entonces, la rectoría de la capilla se mantiene gracias a la devoción de los vecinos y las autoridades eclesiásticas.

La construcción que se aprecia para este 2023 fue modificada para sustituir a una capilla particular de la época colonial, dedicada a José de Arimatea y Nicodemo, que se encontraba abandonada. A partir de su remodelación en el siglo pasado, se puso bajo la advocación del Prendimiento de Jesús en el Huerto.

La planta es de una nave, la cual se desplaza en sentido oriente poniente; cuenta con coro a los pies y una capilla lateral al norte. La parte inferior del coro (cubierta del sotacoro, fabricado en madera), está decorada con molduras rectangulares dentro de las cuales se inscriben figuras romboides. La nave cuenta con cinco secciones y cubierta plana. El altar mayor cuenta con un ciprés elaborado en cantera, al igual que el altar, y es de estilo neoclásico, como el altar de la capilla lateral, misma que está dedicada a la Virgen de Guadalupe. La decoración interior, en general, es de estilo art nouveau, ejemplificada en los medallones con motivos florales.

Un pequeño atrio precede a la fachada que acusa una fuerte influencia medieval de ascendencia románica. Entre las descripciones arquitectónicas se establece como notable como ejemplo del empleo del nártex en una capilla de la primera mitad del siglo XX. El acceso sobresale del paño del paramento de la fachada; está formado por un arco de medio punto enmarcado por un elemento a dos aguas. Cuenta con rosetón, ventanas con ajimez y elementos ornamentales como arcos ciegos, cuadrifolios y círculos.

En los muros laterales hay sendas puertas de medio punto, la izquierda permite el ingreso a la escalera que conduce al coro, mientras que la del lado derecho corresponde a un espacio que se utiliza como bodega actualmente.