Los ocho platillos michoacanos con impacto mundial

La cocina tradicional, es un modelo cultural completo, que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y, modos de comportamiento comunitarios ancestrales.

Redacción / La Voz de Michoacán

Uruapan, Michoacán. En el año 2010, la gastronomía mexicana, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Gracias a esto, se enalteció la cocina, y es considerada, elemento crucial de identidad, debido a su historia, creatividad, diversidad y trascendencia.

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La cocina tradicional, es un modelo cultural completo, que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y, modos de comportamiento comunitarios ancestrales. Esto ha llegado a ser posible gracias a la participación de la colectividad en toda la cadena alimentaria tradicional, desde la siembra y recogida de las cosechas, hasta la preparación y degustación de los manjares.

Los elementos básicos del sistema son, el maíz, los fríjoles y el chile; métodos de cultivo únicos en su género, como la milpa; la preparación culinaria como la nixtamalización y utensilios como metates y molcajetes de piedra, cazuelas y ollas de barro, cucharas y molinillos de madera, cazos de cobre, entre otros.

En Michoacán y en todo México, se pueden encontrar agrupaciones de cocineras y de otras personas practicantes de las tradiciones culinarias que se dedican a la mejora de los cultivos y de la cocina tradicional. Sus conocimientos y técnicas, son una expresión de la identidad comunitaria y permiten fortalecer los vínculos sociales y consolidar el sentimiento de identidad, regional y local.

En cuanto al turismo gastronómico en nuestro país, éste es el segundo elemento que más derrama económica genera en el turismo en México. “El patrimonio gastronómico, la cocina mexicana, las cocinas regionales y locales, se han vuelto en uno de los más poderosos atractivos para el turismo interno y externo. La gente se mueve en busca de nuevos sabores originarios.

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Como dijimos, en las comunidades, se mantiene la tradición oral, de los ingredientes naturales y utensilios de barro, en fogón de leña y en parankhuas o chimineas.

Las atápakuas, corundas, churipo, tatemado, pan en horno de leña, la gran diversidad de atoles, y un sinnúmero de platillos más. Una muestra de ello, en La Ranita y la antigua fábrica textil de San Pedro, en el marco del Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos.

Los 8 platillos michoacanos para enorgullecernos:


1.- Corundas. Son unos tamales triangulares o con 5 picos, que están rellenos de queso, rajas, cerdo, vegetales y legumbres.

2.- Uchepos. Este es otro tipo de tamal, la diferencia es que este, es dulce, ya que el maíz es elaborado de manera diferente. Se va agregando crema y salsa.

3.- Sopa Tarasca. Sopa de tortilla, la original, ya que es una receta tradicional michoacana. Para la sopa, se mezcla el caldo de frijoles con el caldo de tortilla y un chile rojo.

4.- Atápakuas. Este platillo. es preparado desde la época prehispánica, consiste en una salsa muy espesa. hecha a base de masa y chiles. Además de la salsa, lleva otros condimentos que se cocina con un trozo de carne o verduras.

5.- Churipo. Este platillo es muy importante, ya que es una de las comidas tradicionales purhépecha. Consiste en un caldo de res, con chile guajillo y verduras. Lo más rico de este platillo es que se acompaña de corundas.

6.- Carnitas. Las carnitas michoacanas, son las mejores. Es carne de cerdo cocinada en ollas de cobre o aluminio, además de uno que otro ingrediente secreto.

7.- Café. Uno de los mejores granos, es el de Michoacán, ya que existen cafetales de altura, en la sierra del estado. El café de olla, de La Lucha.

8.- Charanda. Esta, es una bebida alcohólica que aparte, tiene denominación de origen. Por lo tanto, es un placer probarla en Michoacán, por ser exclusiva y no la vas a encontrar en otro lado. Está hecha de caña de azúcar, como el ron, pero el proceso de destilación es un poco diferente.