Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La actividad económica de Michoacán creció 3.5 por ciento al término del año pasado, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ubicándose arriba de la media tabla en el listado de entidades federativas. Pese a las amenazas en el panorama mundial, principalmente por la crisis continuada de la pandemia de la enfermedad del coronavirus COVID-19 y la invasión de Rusia en Ucrania, el Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) michoacano reportó un crecimiento relevante, tomando en cuenta que hubo entidades que decrecieron durante el 2022. De acuerdo con las cifras desestacionalizadas del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) que realiza el INEGI, Michoacán se ubicó en la posición 13 entre las 32 entidades al cierre de 2022, impulsada principalmente por las actividades agrícolas y de manufactura. El ITAAE refiere que, en cuanto al sector primario, Michoacán presentó un crecimiento del 13.9 por ciento a lo largo del año pasado, sexto lugar en este apartado, aunque su contribución porcentual real del valor de estas actividades es el más alto de todo el país. En cuanto al sector secundario, en el que se abarcan los rubros industrial y de manufactura, Michoacán reportó un crecimiento del 3.2 por ciento, ligeramente por debajo de la media nacional (3.6 por ciento) y en lugar 15 a nivel nacional. Finalmente, en el sector terciario, también conocido como el comercial y de servicios, Michoacán apenas creció 1.0 por ciento, posicionándose hasta el sitio 16, según el listado del INEGI. El Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), por su parte, destacó que a nivel nacional el 2022 cerró con una tasa de crecimiento del PIB real de 3.1 por ciento, cuando se pronosticaba incluso una recaída con los riesgos de recesión. Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del CEEM, valoró que, si bien la recuperación no ha sido amplia ni homogénea entre todos los estados, “las adversidades que ha enfrentado nuestro país han sido diversas y pese a ello hay recuperación”. Recordó que la pandemia de COVID-19 y el conflicto rusoucraniano han sido el prólogo de un desabasto en las cadenas de suministro de insumos y productos, así como el surgimiento de una inflación generalizada desde mediados de 2021, lo que ha propiciado el endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales.