Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán.- Las principales ciudades de Michoacán se mantienen como foco rojo en cuanto a desperdicio de agua y recursos hídricos. Más del 60 por ciento de los miles de millones de litros que ingresan todos los días a las urbes terminan desperdiciados, argumentó la CEACG, que defendió incluso el extensivo uso de agua que tienen cultivos como el aguacate. A pesar de que Michoacán se enfrenta a uno de los peores escenarios de sequía de los últimos años, las malas condiciones de la infraestructura hidráulica de los municipios, la falta de funcionamiento de las plantas de tratamiento, la falta de cultura y pugna ciudad versus campo, han agudizado la crisis del agua en el estado, reconocen las mismas autoridades. En voz de Roberto Arias Reyes, titular de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAGC), incluso desde la parte institucional se discrepa de las denuncias que señalan que los aguacateros acaparan el agua en agravio de millones de personas. El también especialista justificó que la mayor parte de las huertas de aguacate y otros cultivos de frutos de alto rendimiento, como las berries, los árboles de mango, guayaba y durazno que siguen proliferando en todo el estado y son acusados de causar un ecocidio en los bosques michoacanos cuentan con sistemas avanzados de tecnificación que rara vez desperdician el vital líquido. Datos de la Comisión Estatal del Agua refieren que hasta un 97 por ciento de los 4.7 millones de michoacanos tienen acceso a servicios de agua e incluso lo tienen relativamente cerca. Esto contrasta con los datos del INEGI que refieren que cerca de la mitad de la población no cuenta con un servicio confiable, diario y seguro de agua potable. “Yo estoy escéptico al tema de los aguacateros. Pero creo que el tema está en el uso público urbano. El 60 por ciento de las fugas se debe a las malas condiciones de las redes de agua potable y aparte al incremento de la población. El ser humano gasta más agua que un árbol de aguacate. El tema de las huertas tiene que ver con el cambio de uso de suelo y deforestación que eso rompe el ciclo del agua (sic)”, argumentó el funcionario estatal en rueda de prensa. Otros especialistas han destacado que actualmente el 70 por ciento del agua que se genera en el estado, se destina a uso agrícola, en tanto que la población de las ciudades y zonas rurales resienten cada vez más la falta del vital líquido. Asimismo, durante los últimos años, el cambio ilegal de uso de suelo se ha sumado a las tendencias degradadoras del medio ambiente. La capacidad de producción de agua del estado se ha degradado y ha dejado ejemplos como el manantial de La Mintzita, en donde se han perdido hasta el 50 por ciento de la capacidad generadora de agua, en Uruapan, la capacidad hídrica también se ha disminuido de manera importante por efecto de la deforestación. Actualmente en Michoacán cuenta con un total de 4 mil 700 hectáreas tecnificadas. A lo anterior, se pueden sumar otras 2 mil en caso de que se reactiven los programas e infraestructura de irrigación que durante los últimos años han estado sin operar a pesar de las necesidades. Si bien está entidad aún no registra indicios de sequía cómo lo que viven estados norteños como Nuevo León y Tamaulipas, el Ejecutivo estatal ya urgido a que se tomen medidas de contención, aprovechamiento y almacenamiento del vital líquido antes de llegar a escenarios catastróficos. Asimismo, en el caso de los entornos urbanos la problemática no es distinta; se estima que hasta un 40 por ciento del agua que se distribuye a los cientos de miles de hogares termina desperdiciada en las fugas, en las rupturas de los sistemas hidráulicos y en los hogares. Según cifras del Organismo Operador de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) de la capital michoacana, cada moreliano consume en promedio 200 litros al día, lo que multiplicado por el millón de habitantes con los que cuenta esta urbe, se alcanzan los 200 millones de litros diariamente de demanda del vital líquido. Se estima que durante la temporada de estiaje los requerimientos de suministro de agua incrementan a nivel local, mientras que la disponibilidad y la capacidad de recarga de los acuíferos que abastecen a la zona urbana de Morelia no alcanzan a recuperarse con cada temporada. A lo anterior, se suma el consumo de más de 40 mil usuarios de modalidad industrial que demandan una cantidad importante del recurso que casa año es más escaso. “Tenemos que tecnificar el campo también, muchos aguacateros tienen sistemas tecnificados. En muchos sistemas de riesgo aún lo hacen con sistemas al aire abierto y ahí se pierde el 60 por ciento del agua. La agricultura tiene el 70 por ciento del agua en el estado, pero hay que sumar lo que gastan los municipios. Hay que meterle dinero”, manifestó el funcionario estatal.