NOVELA Y MEMORIA

«… fue como un susurro detrás de una pared, un rápido intercambio de palabras que apenas podría haber escuchado, o que puedo haber escuchado mal”.

Gustavo Ogarrio

“Un hermano alemán” (Random House, 2016), de Chico Buarque, es una novela que enlaza memoria familiar, social y política, con cierto uso de la ficción que hace de la misma novela el género literario por excelencia del testimonio, pero también de la fusión entre memoria evocada y memoria en clave de invención: la historia de un hermano alemán cierto, pero al mismo tiempo improbable, o solamente concreto a través del relato en primera persona que lo articula a la vida del narrador Chico Buarque, que narra también su propia vida expresada gracias al filtro y a la figura fantasmal del hermano imaginado: “Me viene a la mente la carta que encontré por azar el otro día y, sin querer, me pongo a fantasear acerca del romance secreto de mi padre en Berlín, juego a buscar a un hermano alemán en el recinto. Será un hombre de unos treinta años, probablemente con gafas, rubio, de mentón prominente, cara muy alargada, coronilla alta. Por ahora el único en satisfacer parte de los requisitos es el trombón de la orquesta, un chico de piel muy blanca, pelirrojo y mofletudo, tal como debía de ser mi padre antes de envejecer”.   Sería necesario detenerse en la figura de Sérgio Buarque de Holanda: el padre narrado e íntimo, al que se le teme y que a la distancia del hijo que narra deja de ser sólo ese lector cosmopolita para ser captado en toda su complejidad de padre lector por la mirada infantil y adolescente de su hijo novelista: “Sé que mi padre vivió en Berlín entre 1929 y 1930, cuando todavía estaba soltero, y no cuesta imaginar que tuviese por allá alguna aventura. En verdad, tengo la vaga sensación de que ya he oído hablar sobre algo más serio, creo que hace tiempo incluso oí mencionar en casa a un hijo suyo en Alemania. No fue una discusión entre padre y madre, que un niño no olvida, fue como un susurro detrás de una pared, un rápido intercambio de palabras que apenas podría haber escuchado, o que puedo haber escuchado mal”.

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