Si aún no estaba en territorio de observación obligada, el jovenazo Bryce Miller, de Marineros de Seattle, alcanzó esa marca con su último deslumbrante esfuerzo este miércoles. Y su pedigrí va mucho más allá del noroeste del Pacífico.

Miller triunfó contra Atléticos Oakland durante seis entradas en blanco, permitiendo solo dos hits y una base por bolas y ponchando a seis. Junto con un cinco puntos en la quinta entrada de la ofensiva de Seattle, los Marineros lograron una victoria por score de 6-1 que los colocó nuevamente por encima de .500 por tercera vez en esta temporada:

Nuevamente, Miller recurrió deliberadamente a su bola rápida de alto recorrido, que se está convirtiendo rápidamente en uno de las mejores rectas de MLB, y nuevamente, la oposición no tuvo respuestas. La lanzó 73 veces en su salida de 90 lanzamientos, marcando un uso del 81%, el más alto en cualquiera de sus cinco aperturas en su carrera. Miller vio una reducción de 0.5 mph en la velocidad, pero la efectividad fue tan buena como siempre.

Miller superó a sus primeros siete bateadores antes de permitir un sencillo a 100 mph del cubano Aledmys Díaz que cortó frente al campocorto J.P. Crawford y hacia los jardines. Fue una jugada desafiante, y una que tenía un promedio de bateo esperado de .560, pero Crawford generalmente engancha esas trampas. Si lo hubiera hecho, la tensión ciertamente habría aumentado.