Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Al corte de la primera quincena de mayo la inflación nacional se ubicó en 6.00 por ciento, en tanto que la de Michoacán bajó ligeramente a 7.40 por ciento, de acuerdo con los datos del índice Nacional de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con lo que se mantiene la tendencia de desaceleración en el alza de los precios de productos y servicios. De hecho, la desaceleración fue incluso mayor a la pronosticada por los despachos de especialistas, como el de CitiBanamex, que pronosticaba que a mediados de mayo la media nacional de inflación se encontró sobre 6.14 por ciento. De acuerdo con el reporte del INEGI, papa, azúcar y naranja se encuentra entre los productos que más se encarecieron durante las últimas semanas. Es de resaltar que la desaceleración de precios es mucho más lenta en los alimentos y, por ejemplo, la tasa de inflación en este rubro en Michoacán cerró en 10.64 por ciento, una de las más altas de todo el país. Respecto al tema, Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), ha destaco las atinadas gestiones tanto del Banco de México (Banxico) como del gobierno federal para mantener condiciones que han permitido fortalecer la economía e ir poco a poco minando el empuje en el alza de precios. “La política monetaria restrictiva está permitiendo poco a poco a bajar la inflación general de bienes y servicios, los precios de la canasta de consumo mínimo y los productos agropecuarios”, destacó el también profesor-investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) No obstante, ponderó que los estados con mayores vulnerabilidades económicas y sociales están registrando mayor inflación en el país, como es el caso de Michoacán, que quincena tras quincena el INEGI lo coloca entre tres o cuatro entidades federativas con mayor encarecimiento en sus productos y servicios. En contraste, expuso los estados con economías más robustas reportan menores tasas de aumentos de precios, haciendo referencia a aquellas entidades con mayor capacidad industrial, que suelen tener un PIB e ingreso per cápita mayores. Advierte que en el mediano y largo plazo “los especialistas y el propio Banco de México coinciden en que la reducción y estabilización de la inflación a la meta de 3.0 por ciento, será lenta y se alcanzará hasta el primer trimestre de 2025”. Es decir, este nivel inflacionario por encima de lo prospectado todavía duraría en 18 y 21 meses. Los especialistas estiman que en 2023 la inflación cerrará en 5.05 por ciento y para 2024 será de 4.1 por ciento. En medio de este proceso, Gil Corona resaltó que “la economía mexicana se viene recuperando en un complejo contexto económico mundial de desaceleración de las economías avanzadas”. Recordó que entre 2022 y en lo que va de 2023, la política monetaria restrictiva del banco central ha combatido con dureza la inflación mediante una docena de aumentos a la tasa de interés de referencia, pasando de 6.0 por ciento en febrero de 2022 a 11.25 por ciento en marzo de 2023, “llevándola a niveles históricos en decisiones de política monetaria”. Sin embargo, esta medida empieza a dar resultados y el comportamiento de los precios comienza a normalizarse tras más de año y medio por encima del 7.0 por ciento de inflación y que en entidades como Michoacán rebasó los 10 puntos porcentuales. De cualquier forma, adelanta que no se anticipa una reducción en la tasa de interés notable, pues Banxico mantendrá el método de “marca personal” sobre la Reserva Federal de Estados Unidos que ha aplicado en los últimos meses; la expectativa es que el año termine por encima del 11.0 por ciento en la tasa de interés y poco a poco se vaya reajustando durante los próximos dos años.