MATEO CALVILLO PAZ Suceden muchas cosas, hay agitación, preocupación. A muchos “Les vale”. Otros tratan de entender y se preocupan. Las elecciones en el Edomex y en Coahuila hicieron mucho ruido, pero hay otros muchos acontecimientos y tendencias que deben llevarnos a la reflexión, no sin sentimiento de desacuerdo y de impotencia. Muchos, no todos celebraron el triunfo de MO--NA con euforia, con gritos descontrolados de prepotencia, como aquel grito vulgar, prepotente y hasta ofensivo de Mario Delgado. Los mismos pierden, por sus divisiones y desaseo, estrepitosamente en Coahuila. Es importante la derrota en un estado, aunque cuenta con un número mucho menor de habitantes y de peso en las tendencias políticas del país. No podemos perder de vista el telón de fondo de la realidad mexicana, los hermanos siguen siendo víctimas de desesperación, de asesinatos, los matones andan sueltos y no pasa nada, no los molestan el día de mañana habrá nuevos hermanos caídos, algo que es in ad mi si ble. En la contienda electoral, hay euforia y griterío por el triunfo. Hay un personaje importante que no reconoce la derrota y esas declaraciones con ambigüedades. Hay otros que, nuestro punto de vista expresa su derrota sin mucha energía y sin un sentido crítico y cuestionamiento a los que se pierden en los griteríos se euforia salieron ganadores. La luz de lo alto En homo sapiens se da la reflexión que lleva a una visión profunda de los acontecimientos y del acontecimiento que polariza la atención de las mayorías. Es una obsesión por el poder, una lucha me atrevo a decir encarnizada, desaforada. Ser poderoso es la meta que domina todo, estar en la silla del poder, dominar a personas, instituciones. Es la fiebre del poder una pulsión, que puede ser baja, que domina los corazones y polariza gran parte de la convivencia social. Tener todo el poder, ¿por tener el poder y sentirse prepotentes en una clase de poderosos, sobre el común de los mortales? ¿Crecemos como democracia o como dictadura? Esto es una pantomima, un teatro. ¿La democracia sale fortalecida, ganan los más virtuosos, los que tienen los proyectos efectivamente mejores en una visión más alta y pura de la vida humana y del destino de México y con una actitud no autorreferencial, vuelta a los demás y no egocéntrica? ¿Estamos creciendo en democracia con todo lo que esto implica de atención centrada en la persona, en el ciudadano, de apoyo a las instituciones democráticas y, sobre todo la búsqueda del Bien Común, conforme un código de moral, respetando los mandamientos de Cristo y la ley del amor para el mejoramiento de la persona y de la sociedad de progreso y de paz? El concentrar todo el poder, abarca todos los estados e instancias de servicio público no es la característica de un demócrata sino de la dictadura de partido. ¿Estamos ya como en los años más aciagos del PRI, un gobierno totalitario se asiente en lugar de otro gobierno igual? Debemos ser realistas y tomar el pulso a los acontecimientos, tener sentido crítico para ver a dónde nos llevan en la realidad, no en los “otros datos”, en la propaganda ni en toda la narrativa. ¿El triunfo en Edomex y también el de Coahuila ese ese estado, de sus habitantes o es el triunfo de una facción que sirven a los intereses de un individuo obsesionado por el poder y atormentado por sus fantasías y el poder totalitario para su ego? La reflexión vale también en relación el tiempo. Lo propio de la democracia es la alternancia en el poder, no la toma del poder y la perpetuación indefinida en el mismo. La clase política se ha instalado en el poder, se pasan la bolita, se turnan en los puestos de mando. ¿Se sienten dueños de la nación mexicana y todas sus riquezas y buscan principalmente servicios y mismos, hartarse de poder y de riqueza y placer? , Si en nuestros gobernantes vivieran su fe católica y fueran discípulos del Mesías no de héroes mortales y de ídolos de represión, soberbia y egoísmo. Si tuvieran siempre presente al Servidor de Yahvé descrito por el profeta Isaías. Si notaran el hijo de Dios que afirmo: “El que quiera ser el primero que se ha del último y el servidor de todos”.