Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “A menos de un mes de haber tomado la responsabilidad de buscar un nuevo futuro para el futbol mexicano, me percato que no lo vamos a encontrar en donde estamos”, sentenció el Comisionado del Futbol Mexicano, Juan Carlos Rodríguez, durante el anuncio del cese de Diego Cocca de la dirección técnica del Tricolor. Perder 3-0 ante Estados Unidos fue clave para que se tomaran cartas en el asunto, no por la derrota en sí, sino por la forma en que se perdió. Un partido contra Estados Unidos se puede perder, siempre existe ese riesgo porque esto es futbol, y el triunfo se va un lado o del otro. Lo que no se puede aceptar es la forma como sucedió”. Evidenció que se renunció a ganar desde el primer momento con decisiones de logística que friccionaron al grupo. “Al final no se perdió solamente el partido, también se perdió la capacidad de reacción, el liderazgo dentro y fuera del campo, el control emocional y el sentido de portar, con profesionalismo, una camiseta con el que al menos esta vez nadie se sintió representado”. Juan Carlos Rodríguez expresó que no quiere ni pensar que hubo jugadores, como se dijo, que querían bajarse del barco antes de iniciar la Copa Oro; tampoco se imagina que en la selección haya elementos que hayan olvidado lo que hay detrás de ellos, en referencia a los aficionados que hasta hipotecaron su casa para poder ir a Catar a apoyar a la Selección, o aquellas personas que manejan cientos de kilómetros para llegar a cualquier estadio con tal de verlos jugar el partido que sea. Criticó que esta etapa ha estado viciada por el desorden en la toma de decisiones, por la falta de procesos, rigor y transparencia en los nombramientos y por las malas costumbres que se vienen arrastrando de tantos años. Agregó que lo natural era esperar a que terminara la Copa Oro, pero ya no hay tiempo que perder, por eso se determinó dar por terminado el contrato con Diego Cocca y su cuerpo técnico, así como con Rodrigo Ares de Parga. Reconoció que la falta de proceso, las formas y la atmósfera imperante no les ayudaron, y “es imposible concederles el tiempo que, en otras circunstancias, sería prudente”.