Julio Ceniceros/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “Aeroplanos”, una comedia argentina, del autor Carlos Gorostiza, engalanó el Teatro Stella Inda, de Morelia, con las actuaciones del primer actor Ignacio López Tarso y Manuel Ojeada. La obra teatral cuestiona la vida en “la tercera edad”, y reflexiona sobre el trato que la sociedad da a los ancianos. Expone las vicisitudes de la senectud y obliga al público a preguntarse: ¿Qué será con nosotros cuando estemos viejos? Cualquier persona puede identificarse con los conflictos que plantea esta puesta en escena. Es para todo el público, son problemas actuales, cualquier persona se podrá sentir identificada con ellos, es lo que hace grande a esta obra”, expresó el protagonista. Atento como siempre, el señor Ignacio López Tarso se tomó tiempo antes de la función para atender a los reporteros que le esperaban en el recinto, en Morelia. Es él quien explica a los ahí presentes que la obra llega a la ciudad como parte de una estrategia nacional para reactivar los cuarenta teatros distribuidos por toda la República Mexicana, con los que cuenta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). “Aeroplanos” forma parte de un circuito de seis obras que se están presentando en teatros del IMSS como una especie de “reinauguración”. Como era de esperarse, en la única función la tarde del lunes, el teatro lució abarrotado. La puesta en escena es dirigida por Salvador Garcini, bajo la producción de Daniel Gómez Casanova. La vida pasa volando La trama de “Aeroplanos” gira en torno a dos entrañables amigos que comparten el peso y las vivencias de más de 70 años de amistad. Francisco y Cristobal se encuentran en la casa del primero, recordando su vida cuando ambos tenían a sus esposas, cuando formaban parte del equipo de futbol y de lo bueno y lo malo que ocurrió mientras fueron jóvenes. Uno vive en un asilo, mientras que otro duda en abrir la correspondencia en la que están los resultados de los análisis clínicos que podrían revelar una grave enfermedad. Los diálogos de la obra están cargado de comicidad con dos ancianos tratando de encajar en la vida moderna. En su intento por comprender la vida actual surgen mil situaciones involuntariamente chuscas, y a través de sus diálogos este par de longevos amigos nos comparte su peculiar forma de ver la vida. Francisco es testarudo, terco y enojón. Gusta de pelearse y discutir por cualquier motivo. A Cristobal lo caracteriza un temperamento muy diferente al de Paco. Él tiende a ser más sentimental y melancólico con los recuerdos, pero no por ello deja de soñar y de planear junto a su amigo nuevas experiencias. Las palabras de estos dos viejos amigos, que rondan los 80 años de edad, están llenas de sabiduría pero también mucha diversión y reflexiones.
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