Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En mayo de 2022, por una lesión en el hombro, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Morelia le auguraron el fin de su carrera deportiva. Hoy, a poco más de un año del pronóstico de aquel traumatólogo, la karateca moreliana Paola Alcántar Almonte se encuentra en Escocia, para competir en el campeonato mundial de la especialidad. “Yo sentí horrible”, recuerda Pao cuando el especialista le planteó el panorama nada alentador; “ni siquiera me querían operar y tuve que cambiar de hospital”. Finalmente, en el nosocomio particular fue atendida e intervenida quirúrgicamente por “un traumatólogo muy bueno”, el doctor Escutia –agrega la deportista–, quien le fijó un periodo de 8 meses de recuperación total, y así fue. En noviembre del año pasado volvió al combate, y a base de disciplina, perseverancia y responsabilidad, como lo define ella, del jueves 13 al domingo 16 de julio participará con la delegación de México en el torneo internacional. “Soy una persona disciplinada, perseverante y responsable, y también muy apasionada por mi deporte. Lo que me motiva a mí es asistir a unos Juegos Olímpicos”. Paola competirá en dos categorías: la primera, de 21 a 35 años, menos de 55 kilogramos, cinta negra; la segunda, por equipos, junto a una karateca de Nuevo León y otra de Zacatecas. “No importa las dificultades que se presenten, aunque es caro ir a otro país y con recursos mayormente propios; entonces, si yo no fuera perseverante, si no quisiera a mi deporte, no estaría donde estoy y tampoco hubiera hecho todo lo posible para ir al mundial”, reitera la moreliana. TRAYECTORIA Paola Alcántar Almonte lleva 14 años practicando esta disciplina deportiva; inició a los 7 años con la maestra Dora y luego con el sensei Hugo Barojas, tutela que se mantiene hasta la fecha. Ha ganado alrededor de 55 medallas y cada una significa mucho para ella, pero los triunfos más significativos han sido la medalla de tercer lugar en Rumania en combate por equipos y las obtenidas en competencias nacionales. Finalmente, la karateca agradece a todas las personas que la han apoyado en este deporte, que han comprado un boleto para una rifa para recaudar recursos y poder representar a México en el extranjero en lo que le apasiona. También tiene un agradecimiento especial con su mamá, Betty Almonte, “porque yo sin ella no sé qué hubiera hecho; sin mi mamá no estaría en karate, sin mi mamá no estaría donde estoy”.