Notimex/La Voz de Michoacán San Diego, California. Autoridades de México y Estados Unidos hacen lo posible en la franja fronteriza para que los migrantes no expongan sus vidas en zonas remotas del desierto, y éstos, por su parte, tratan de cuidarse. En breve entrevista en el Centro Histórico de esta frontera de Sonora, el migrante de Oaxaca, Salvador Antonio Castro, mencionó que "ya sabemos que está haciendo calor, lo sentimos, pero la gente quiere irse para el otro lado". Agregó que el asunto es que la gente se puede morir no sólo en el desierto sino hasta en su casa, además, cuando la gente va para el otro lado "es como cualquier viaje, todo puede suceder". Expresó que en su caso arribó del sur del estado, donde trabajó en los campos agrícolas, y ahora se dirige a Baja California, porque el clima está más fresco y, si se puede, le gustaría cruzar a Estados Unidos a seguir la "corrida" de empleo. En un comunicado, la Patrulla Fronteriza en el Sector Del Río, Texas, indicó que desde octubre de 2017 a la fecha en dicha jurisdicción 11 inmigrantes perdieron la vida debido al calor. Esto es un aumento del 83 por ciento, en comparación con el mismo período del año pasado. Además, los agentes continúan rescatando migrantes en peligro, incluidos 22 incidentes relacionados con el calor este año fiscal, refirió. Como parte de la Iniciativa de Seguridad Fronteriza (BSI, por sus siglas en inglés), el Sector Del Río de la Patrulla Fronteriza trabaja con funcionarios consulares de México y América Central para advertir sobre los peligros de las personas que cruzan ilegalmente a Estados Unidos. BSI es una estrategia humanitaria y binacional diseñada para reducir las muertes de extranjeros ilegales, educar e informar a potenciales extranjeros ilegales de los peligros de cruzar la frontera ilegalmente. Además, dicho programa es también para generar una respuesta rápida y ayudar a aquellos que se encuentran en situaciones de riesgo vital.