Leila Guerriero: una escritura de la mirada

COLUMNA / Tait, tejiendo la palabra de las mujeres en Michoacán

Leila Guerriero: Brecha (https://brecha.com.uy/por-la-libre-2/)

Mariana de los Santos Bautista

En ocasiones me pregunto acerca del primer momento en que una asume el deseo de escribir, de contar historias. No dudo que, en mi caso, este se haya dado en algún taller literario. Aún recuerdo que en uno de los primeros que tomé, donde se vinculaba el periodismo con la literatura, me quedé con la duda de dónde estaban las mujeres periodistas, aquellas escritoras que parten de las preguntas o que escriben en ese límite que nos permite la noticia y la ficción. La respuesta no me llegó en ese momento porque, aunque buscaba esas voces que indagaban, todavía no me sentía lista para preguntar. Años después, atraída por la crónica, el ensayo, llegué a Leila Guerriero. A una cronista, periodista, escritora, o como me gusta recomendarla: una ensayista de la mirada.

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Leila es originaria de Argentina –el país de los talleres literarios, dirían Liliana Heker y Liliana Villanueva. En las múltiples respuestas que ha compartido Guerriero sobre sí misma en entrevistas, pude conocer a una escritora que se fue formando de a poco y sin expectativa, en lo que ella llama un «rudo oficio de largas distancias», que permite el «ir, volver y contar» y, sobre todo, en un oficio que le concedió la posibilidad de ser una de esas personas que se preguntan para qué, por qué y cómo se escribe. ¿Y no es en esa conexión en dónde otras escritoras también nos descubrimos?

Como su lectora, tal vez aún no me queda claro el primer momento en que Leila deseó escribir, pero sí relata cómo en 1992, con su audaz decisión de dejar un cuento en la recepción del periódico argentino Página/12, incursionó en lo que más tarde amaría hacer: mirar, preguntar y contar, pero sobre todo, escribir para entender más allá de sí misma. Su formación en el periodismo, en la escritura, deviene de su monstruosa curiosidad por mirar a profundidad.

Quise escribir de Leila porque aún recuerdo la primera vez que la leí con Zona de obras, con lo interesante que fue descubrir que ella, caminando en Madrid, por la Gran Vía se preguntó por el periodismo narrativo. Fue con su escritura, su manera de describir, su mirada, que entendí que ese límite que se da entre la noticia y la ficción se modela sobre el arte de saber mirar, de saber perder, de saberse presente y al mismo tiempo invisible, y lo principal, de «tener algo que decir».

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Libro: Editorial Anagrama (https://www.anagrama-ed.es/autor/guerriero-leila-1328)

Intento retratar a la escritora que, sin tomar un taller literario dado por ella, me ha permitido entender parte de mi escritura. Porque a veces en eso consisten nuestros intentos de lectura, de reseñar, de recuperación, hacia la escritura de otras mujeres: encontrarnos en esas miradas de las cosas que vamos descifrando y de las ideas caprichosas que nos invaden.

Escribo este texto, escribo de Leila Guerriero, porque también quise hablar de su famoso taller literario de los lunes, donde ya solo acepta a pocos participantes nuevos. De ese taller, que suena a leyenda y me hace recordar aquel rumor que posiblemente hemos escuchado todas: un taller nos hará escritoras. Ahora solo siento que ella me lo niega y más bien, me dice: desarrollar tu mirada te puede hacer escritora. Todo, o posiblemente no todo, consiste en ese arte de aprender a mirar, perder, preguntar o decir.

Cómo hubiese deseado que su taller fuese ese primer momento del que hablaba al inicio de este escrito. Gracias, Leila, por motivarme a ser una de esas personas que también se preguntan el por qué, para qué y cómo se escribe, es decir, el por qué, para qué y cómo se mira.

Mariana de los Santos Bautista no ha podido dejar los talleres literarios desde que se sorprendió con el primero. Se mudó de Oaxaca a Morelia para estudiar la licenciatura en Literatura Intercultural, le encanta la papelería y actualmente es editora, tallerista y escritora. Contacto: delossantosbautistam@gmail.com