Erik Avilés Martínez Hoy es el último día de un convulso periodo vacacional en materia educativa, donde hubo de todo, menos asueto. Difícilmente, algún agente educativo pudo sustraerse plenamente de las noticias en la materia que, a nivel nacional y estatal ocuparon primeras planas. A pesar de haber una pausa en cuanto a clases respecta, la atención de la nación estuvo, en buena medida, enfocada en el ámbito educativo. La polarización, el encono, la politiquería, la ignorancia, los intereses, las pasiones, el fanatismo y la doble moral hicieron del recesado sistema educativo su arena de batalla. En este periodo, los medios de comunicación dieron mucha cobertura a la politización de los libros de texto y las acciones radicales que se emprendieron en su contra o a su favor. Muchos actores políticos, sindicales, gremiales, gubernamentales, sociales y religiosos aprovecharon el momento para salir, desde sus ideologías e intereses, a posicionarse según su conveniencia. Salvo honrosas excepciones, lo hicieron irresponsablemente, sin siquiera haber hecho una lectura apresurada de los materiales educativos. Los resultados están a la vista. Después de la conflagración, llega el momento de retornar a la escuela, a reconstruir el tejido social deteriorado por la polarización y a colocar al centro a las niñas, niños y jóvenes para que ejerzan sus derechos a estar, a aprender, a participar y a convivir en comunidades escolares libres de violencia y discriminación. De las cenizas, tinta y saliva derramadas solo queda pensar qué sería de las escuelas este próximo lunes si toda esa energía, recursos y atención se hubieran invertido en dignificar el retorno a clases; si en lugar de marchas y protestas hubiera habido faenas de limpieza y jornadas de mantenimiento a los planteles o si en lugar de quemar libros se les hubiera leído colectivamente, como ejemplos. El retorno durante esta semana de planeación y labores técnico-pedagógicas en las escuelas tampoco fue terso. Hubo muchas quejas de los trabajadores de la educación en Michoacán. Algunas, provenientes de la herencia de políticas públicas fallidas de ciclos escolares pasados, como son los cambios de adscripción y la promoción vertical que no han podido concretarse para todos, por cuestiones de intereses sindicales y rechazo de los nuevos centros de trabajo. Hay personal promovido y sin adscripción cumpliendo horarios en la dirección o en la supervisión escolar en lugar de haber sido debidamente instalado en sus nuevos centros de trabajo, para, acto seguido, participar en los Consejos Técnicos Escolares respectivos. Lamentablemente, también la falta de libros de texto gratuitos en los centros escolares es del dominio público. En un sondeo que realizamos, si bien, prácticamente la totalidad de los maestros ya entablaron contacto con ejemplares digitales o impresos de los nuevos libros, apenas una minoría de los trabajadores de educación reportan haber sido provistos de una dotación completa para los estudiantes de sus grupos. No en vano nuestro gobernador del estado pidió se reasignasen los libros de texto rechazados en otras entidades federativas para Michoacán. Lo anterior se agrava sustancialmente en modalidades educativas como telesecundaria, donde prácticamente es inexistente el suministro de materiales educativos. La titular de la SEP ya mencionó que los materiales educativos llegarán progresivamente a las escuelas durante el ciclo escolar, lo cual solamente revela que la autoridad tiene plena consciencia del retraso y que no se tomaron las medidas pertinentes para garantizar la provisión en tiempo y forma para todas las escuelas de la nación. La carga de trabajo hacia el docente se ha hecho notar, así como el que se esté abordando el tema hasta el penúltimo día del Consejo Técnico Escolar, dejando un muy escaso margen de tiempo para su revisión colectiva y para la elaboración del programa analítico para al menos cubrir el primer mes de clases es algo que han señalado los docentes consultados. Campean las dudas, la incertidumbre y la inercia al respecto. Si bien, hablar de formación continua ya resulta temporalmente imposible en este momento, también es cierto que el gobierno debe ejercer esos pírricos 85 pesos por docente que se programaron para la formación continua y actualización para este 2023, además de que se deben hacer rendir y hasta complementarse con presupuesto estatal, mediante gestiones y convenios, para garantizar que los docentes michoacanos tengan sus derechos laborales debidamente cubiertos en la materia, posibilitándoles potenciar el ejercicio de su vocación docente a la altura de las circunstancias que prevalecerán en este ciclo escolar tan atípico y crucial a la vez. Más aún, después de cerrar las sesiones de Consejo Técnico Escolar, la mayoría de los trabajadores de la educación se reportan con dudas. En contraste, la autoridad, en lugar de atender inmediatamente los cuestionamientos, en respuesta generó mecanismos de presión hacia los centros de trabajo, enviando cuestionarios y soltando el rumor de que la asistencia se supervisaría, sin definir los medios de verificación, sembrando la incertidumbre y la desconfianza en las comunidades escolares. Ahora, con el inicio de clases, las dudas deberán de estar solventadas y las soluciones implementadas para que los docentes sigan ocupando el rol central en el aprendizaje de las niñas, niños y jóvenes. Los padres de familia siguen agobiados por las cuotas escolares voluntarias que no ha podido contener ni regular la autoridad, así como por la escalada de precios de los útiles escolares. Las becas escolares que apenas está convocando la oficialidad para escuelas privadas, seguramente serán insuficientes para atemperar las crecientes necesidades económicas en las familias, que, en su gran mayoría hacen un esfuerzo inmenso por sostener a sus hijos en escuelas particulares ante el detrimento de la escuela pública estatal, cultivado a pulso durante las últimas tres décadas. Hay razones firmes para dudar de que la situación socioeconómica de las familias michoacanas verdaderamente permita que todos los estudiantes estén en la escuela el próximo lunes. El reto es doble, ya que ni existe la seguridad de que se esté brindando la suficiente cobertura para las niñas, niños y jóvenes en edad escolar en el sistema educativo estatal, ni tampoco que existan condiciones de inclusión para que todos puedan ingresar a los planteles conforme a las necesidades particulares que tengan cada uno de ellos. Aunado a lo anterior, no tenemos evaluaciones ni datos fiables acerca del aprendizaje de los estudiantes michoacanos, ni tampoco mayores datos duros para conocer más a fondo el sistema educativo estatal. Sin embargo, los datos del CONEVAL recientemente presentados revelan que, en Michoacán de Ocampo empeoró el rezago educativo durante el periodo 2016-2022, en contraste con la tendencia nacional. Esto significa que, porcentualmente, en nuestra entidad federativa ha crecido la población de 15 años y más que no ha concluido la educación básica, es decir, tercer grado de secundaria. Con toda la problemática anterior, se requiere un auténtico relanzamiento de la política educativa en Michoacán. Es un ciclo escolar en el cual ya no se puede continuar inercialmente, ni tampoco viviendo de glorias pasadas. La etapa pre-educativa ha llegado a su fin. Seguir ostentando que a los maestros se les paga en tiempo y forma es insuficiente para convencer a los michoacanos de que así se alcanzan resultados en las aulas. Poseer la rectoría del regreso a clases implica lograr que estén todos seguros, a tiempo, con buena disposición para el aprendizaje, en planteles seguros, equipados y con instalaciones dignas conforme a la normatividad aplicable en la materia, contando con el apoyo de programas socioeducativos quienes así lo requieran, con maestros en las aulas y con materiales educativos listos para ser empleados a favor del aprendizaje, el cual es el corazón de los derechos educativos de la niñez y la juventud. Por ello, garantizar el regreso a clases debería ser la prioridad máxima, muy por encima de cualquier situación política o ideológica. Sí, fue lamentable que no se haya piloteado el nuevo modelo educativo, por lo cual, en los hechos, a partir de este lunes, cada aula en el país se convierte en un estudio de caso, en un experimento no sistematizado. Desde Mexicanos Primero hemos pedido que se complete el esfuerzo de los libros de texto gratuitos, lo cual está sucediendo a cuentagotas. Ya hay acuerdos y materiales educativos, pero aun sigue trabajándose en torno a una tarea titánica, por lo que luce sumamente difícil de que se consiga el objetivo en pocos meses. Es un hecho que tendremos materiales transicionales durante todo este ciclo escolar y seguirán brotando dudas, observaciones, errores, quejas y protestas, conforme avance el tiempo. Muchos de los problemas en torno al regreso a clases y a los materiales educativos ya no se pudieron resolver antes del inicio del Ciclo Escolar 2023-2024, pero es momento de que se implementen soluciones integrales a la brevedad. Se habla de que ya no hay paros generalizados e indefinidos de labores en el sistema educativo michoacano, pero se reconoce muy poco que prácticamente no hubo un plantel que cumpliera con el ciclo escolar completo y apegado a la regularidad totalmente. Estaremos atentos al proceso, observando y construyendo gobernanza, a la vez que propuestas de política pública. Este será uno de los inicios de clases más complejos que hayamos recordado. Como ciudadanos, preparémonos para dar el máximo esfuerzo. Programémonos y organicémonos para que la educación de nuestros hijos no quede en manos del acaso. Y seamos solidarios en la exigencia: muchos padres de familia y muchos estudiantes simplemente no llegarán el primer día de clases a las puertas de las escuelas ni a las aulas. Tampoco olvidemos que los maestros apenas estuvieron conociendo durante esta semana los materiales educativos. La lección vacacional es rotunda: aún sin clases, la opinión pública mexicana se centró en el ámbito educativo. Debemos ser capaces de superar la autodestrucción, el efecto Lucifer, mediante el cual se explica como personas ordinarias ante la normalización de la violencia se atreven a cometer atrocidades; para pasar a generar círculos virtuosos, donde prevalezca la centralidad de los derechos humanos de niñas, niños y jóvenes ejercidos en las comunidades escolares, bajo el liderazgo de los maestros y autoridades educativas, con la coadyuvancia de los padres de familia. Esperemos que, de todo lo vivido en vacaciones hayamos aprendido que la educación de nuestros hijos es un asunto de la máxima prioridad, digno de primera plana. Todos los días pueden suceder hechos extraordinarios en la educación, es cuestión de construirlos colectivamente. Juntos, con las mejores condiciones y a tiempo, ¡regresemos todos a clases! Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles*Erik Avilés es doctor en Ciencias del Desarrollo Regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.