Juan Bustos / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El 80 por ciento de los pacientes que llegan a un consultorio de medicina general lo hace ya automedicados, habiendo aplicado previamente remedios caseros o consumido productos milagrosos. Esta preocupante situación fue expuesta por los médicos generales Martha Delfina Cervantes Carreño y Maximino César Jiménez Zavala, quienes ostentan los cargos de expresidenta nacional y presidente estatal actual del Consejo Nacional de Certificación en Medicina General (Conamege). Durante una rueda de prensa, los médicos resaltaron que muchos de los medicamentos autoadministrados, como analgésicos que se consideran inofensivos, pueden enmascarar los síntomas de padecimientos graves, como es el caso de la apendicitis. Si esta no es detectada a tiempo, puede provocar ruptura en la cavidad abdominal, causando peritonitis y, en el peor de los casos, la muerte. De hecho, recalcaron que en nueve de cada diez apendicitis graves la causa subyacente es la automedicación. Además, apuntaron que un número alto de pacientes llega a los consultorios de medicina general tras haber consumido remedios caseros, lo cual en muchas ocasiones resulta en alergias o reacciones adversas al organismo. Respecto a los productos milagrosos que se comercializan en diversas tiendas o a través de internet, tales como el “vale madre” para el estrés, el “chupa panza” para la pérdida de peso, el “riñosan” para cálculos renales y píldoras para aumentar el órgano sexual masculino, los médicos los calificaron como un “engaño total para el consumidor”. En ese contexto, Maximino César Jiménez Zavala calificó el acto de automedicarse basándose en información encontrada en internet y tecnologías de la comunicación como “info-intoxicación”. Advirtió que muchas personas se recetan a sí mismas sin fundamento científico en línea, lo cual puede tener consecuencias graves. Este tipo de productos milagrosos, según señaló, intoxica a la población y causa que lleguen al consultorio con padecimientos dobles o complicados. Jiménez Zavala ejemplificó cómo un simple dolor de cabeza puede llevar a la automedicación con analgésicos. Aunque el medicamento puede aliviar el síntoma, puede estar encubriendo condiciones más serias, como cefaleas, crisis hipertensivas o incluso tumores cerebrales. Similarmente, en el caso de dolores de estómago, encubrirlos puede en última instancia resultar en un diagnóstico erróneo, como un quiste ovárico. Por su parte, la doctora Cervantes Carreño reveló que existen casos de personas que, desde un púlpito, promueven curas a base de hierbas en plena homilía, ofreciendo bolsitas con mezclas de hierbas supuestamente contra el cáncer y animando a dejar tratamientos médicos como quimioterapia y radioterapia. Aunque reconoció la importancia de la herbolaria, hizo hincapié en que esta también tiene protocolos farmacológicos y dosis específicas. Ambos médicos hicieron un llamado a la población a acudir a médicos generales debidamente certificados para tratar cualquier padecimiento. Informaron que está en curso una convocatoria para la certificación de médicos generales, cuyo plazo cierra el 29 de septiembre del presente año. El examen de certificación correspondiente se llevará a cabo el 29 de octubre, y este examen avala sus habilidades, capacidades y conocimientos completos para atender a la población. En la entidad, 78 médicos generales se han certificado en los últimos dos años. El actual presidente del Consejo de Certificación en Medicina General en el estado de Michoacán, Maximino César Jiménez Zavala, señaló que, a pesar de la pandemia anterior, la automedicación aumentó de ocho a nueve de cada diez pacientes, una práctica nociva que se mantuvo e incluso se intensificó. Finalmente, la actual integrante del Consejo Consultivo del Consejo Nacional de Certificación en Medicina General, Martha Cervantes Carreño, enfatizó en la corresponsabilidad entre pacientes y médicos en el tratamiento de enfermedades. Esto va más allá de la toma correcta de medicamentos e incluye una alimentación adecuada para evitar riesgos en la población. ¿Cuáles son los principales riesgos? Falta de diagnóstico preciso: Las personas pueden estar tratando síntomas sin conocer la causa subyacente, esto puede llevar a un diagnóstico erróneo y al uso de medicamentos inapropiados. Enmascaramiento de síntomas: Al automedicarse con medicamentos que alivian los síntomas, las personas pueden enmascarar afecciones subyacentes graves. Interacciones y efectos secundarios: Al combinar varios medicamentos, suplementos o hierbas, las personas pueden correr el riesgo de interacciones medicamentosas que podrían ser peligrosas. Resistencia antimicrobiana: Tomar antibióticos sin una receta médica adecuada puede llevar a que las infecciones se vuelvan más difíciles de tratar en el futuro. Alergias y reacciones adversas: Al automedicarse con medicamentos desconocidos, las personas pueden correr el riesgo de desarrollar alergias o reacciones adversas. Falta de seguimiento médico: La demora en recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado puede empeorar la condición de salud. Desinformación: La información en línea y en redes sociales puede ser incorrecta o engañosa. Las personas pueden confiar en fuentes no confiables. Importancia de la consulta médica: Los especialistas recomiendan encarecidamente que las personas busquen la opinión de un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento.
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