Adictos, 20% de los reclusos del estado; familiares a diario intentan llevarles droga: Ignacio Mendoza

El coordinador del sistema penitenciario en el estado señaló que familiares y trabajadores intentan en forma cotidiana ingresar droga a los reclusorios, donde están 6 mil 582 personas privadas de la libertad

Javier Favela / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El 20 por ciento de las personas encarceladas en Michoacán tiene problemas de adicción, admitió el coordinador del sistema penitenciario, Ignacio Mendoza Jiménez, quien reconoció que los familiares y el personal intentan a diario meter droga a las cárceles.

PUBLICIDAD

La mayoría de los presos adictos ya llega así, enganchados al cristal y a la heroína, “sobre todo” a drogas fuertes, indicó el funcionario estatal, en entrevista, en la entrada al Cereso Mil Cumbres.

Señaló que desafortunadamente familiares y trabajadores intentan en forma cotidiana ingresar droga a los centros penitenciarios del estado, los cuales alojan a 6 mil 582 personas privadas de la libertad.

En las cárceles hay una demanda permanente de estupefacientes, ya sea para autoconsumo o para fines de venta, a cargo de presos que se autodenominan integrantes de grupos delincuenciales. “Llamémosle al pan, pan, y al vino, vino”. Todos los días la Policía Procesal está haciendo operativos, enfatizó Mendoza.

PUBLICIDAD

El coordinador informó que acaban de egresar 30 presos del programa de desintoxicación de drogas, el cual opera bajo protocolos de la Secretaría de Salud aprobados por la Cofepris.

En lo que va del presente año se han registrado 3 suicidios dentro del sistema penitenciario. “Este fenómeno lo ves más cuando se acerca el fin de año. Físicamente el cuerpo resiente el invierno y hay una tendencia a deprimirse. Zamora tiene muchos suicidios”.

Mendoza explicó que la restricción de la libertad genera reacciones emocionales difíciles de llevar. Eso, sumando las historias de vida, magnifica los efectos de la reclusión penitenciaria. No hay psiquiatras, pero sí están cubiertas todas las áreas de psicología.

El funcionario señaló que el 20 por ciento de las personas privadas de la libertad se resiste a integrarse a actividades de reinserción social (cuyos ejes son la educación, el trabajo, el deporte y la salud), ya sea por depresión, adicción fuerte o indolencia patológica. A pregunta expresa, comentó que Diego Urick (condenado a 50 años de prisión por el feminicidio de la maestra Jessica González) está yendo a la escuela y haciendo deporte bajo un plan de actividades.

Cabe referir que el Penal de Alto Impacto tiene mil 300 presos, mientras que el Cereso Mil Cumbres alberga a 2 mil 206 reclusos. Ambos se encuentran cerca de Morelia. Y ambos alojan a alrededor de 200 mujeres en conflicto con la ley. Hay catorce bebés en crianza, al lado de sus progenitoras hasta los 3 años de edad.

“Vivimos en una Finlandia simulada”, criticó Mendoza, al recordar que los estándares internacionales y la Comisión Nacional de Derechos Humanos recomiendan tener un custodio por cada persona privada de la libertad. Ejemplificó que el Penal de Alto Impacto, con mil 300 presos, debería tener casi 4 mil custodios para cubrir los 3 turnos, pero solo tiene 1,500 elementos de seguridad.

Calculó que el 30 por ciento de los elementos se dan de baja al año, pues el salario no es atractivo y el trabajo es pesado. Actualmente el sistema penitenciario estatal tiene casi 4 mil empleados. “A nadie de ellos se les adeuda un centavo por cuestiones salariales”.

Es de resaltar que este sábado Mendoza Jiménez recibió al secretario de Finanzas, Luis Navarro, para inaugurar una cancha de futbol en el Mil Cumbres y gimnasio de box profesional en el Penal de Alto Impacto, con una inversión global superior a 260 mil pesos.