Zona arqueológica de Chichén Viejo reabre después de 35 años de investigación

El complejo habitacional de la élite maya se ubica a unos kilómetros del Castillo de Kukulcán, en la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Mérida, Yucatán. Chichén Viejo, el complejo habitacional de la élite maya que se ubica a unos kilómetros del Castillo de Kukulcán, en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en el Sureste de México, reabre este 3 de septiembre al público para mostrar su esplendor después de 35 años de investigación.

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“El sitio estuvo abierto de 1988 hasta en 1997 cuando comenzaron las excavaciones que se consolidaron estos últimos años gracias al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), derivado del Tren Maya”, explicó a EFE José Osorio León, director de Chichén Itzá, el sitio más visitado de México.

De ese tiempo a la fecha, la majestuosa ciudad prehispánica dejó al descubierto importantes hallazgos, como la tumba de un personaje de élite, un collar de turquesa, vasijas, puntas de lanza y una crestería que confirma la veneración y sabiduría de los mayas por la naturaleza, la fertilización y el cosmos.

Sus palacios y templos, que datan del 650 al 700 después de Cristo y cuyo auge del 900 al 1.200 dC, “muestran el arte desconocido e inimaginable de la cultura maya” de la zona sur de México.

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La reapertura se registró sin problemas por un nuevo camino que construyó la Guardia Nacional de Chichén Itzá a Chichén Viejo, después que hace unas semanas la propietaria del Hotel Hacienda Chichén, Isabel Barbachano Herrero, cerró el camino que conduce al sitio arqueológico.

La medida ocasionó que arqueólogos e investigadores suspendieran los trabajos que se reanudarán en los próximos días, ya que el nuevo camino de acceso a penas se terminó para el paso de la comitiva que acompaña al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al evento protocolario y para supervisar la construcción de un museo.

De las 27 edificaciones que en hay en el conjunto habitacional de Chichén Viejo, uno de los 13 que hay alrededor del Centro Ceremonial de la zona arqueológica de Chichén Itzá, destaca el Palacio de los Falos.

“En ese majestuoso edificio se plasma el origen y la vida de un personaje importante, muestra sus luchas, sacrificios y rituales y el visitante lo podrá apreciar a partir de este 3 septiembre”, dijo Osorio León, quien junto con el arqueólogo Francisco Pérez Ruiz encabezó el proyecto de investigación en los últimos años en ese sitio.

La decoración del Palacio de los Falos muestra el legado del personaje, “pero al igual que los otros edificios refleja el conocimiento que tenían del universo”.

En medio de la Serie Inicial está la Plataforma de La Tortuga, “para los mayas simbolizaba el centro del universo y en otros edificios plasmaron ideas mitológicas que cautivarán al mundo”.

El sitio, que tendrá visitas esporádicas de unas 50 personas por día, brindará al turista que llegue a través del Tren Maya o por carretera “una perspectiva más clara de cómo vivía la sociedad maya, ya que mostrará el poder que tenía la élite”.

LA REAPETURA SERA GRADUAL

El director de la zona arqueológica de Chichén Itzá precisó que después de la visitar del presidente López Obrador, el permiso para ingresar a Chichén Viejo será gradual, “para tener un mejor control”.

Se abrirá por días, ya que está un poco retirado del Centro Ceremonial de Chichén Itzá que es donde está el Castillo de Kukulkán, el Juego de Pelota y el Templo de los Guerreros.

“Estamos elaborando una logística especial para que haya orden y se tomen las precauciones necesarias en caso de lluvias o cualquier imprevisto”, aseguró.

Otro de los atractivos de Chichén Viejo es el Templo de la Serie inicial, cuya construcción presenta una escalinata frontal en su lado oeste que se relaciona con una piedra de sacrificios.

En ese edificio hay un Chac Mool en la parte inferior y en el área superior de la estructura hay dos atlantes que hacen la función de jambas de entrada al templo y sostienen un dintel que tiene inscrita la fecha 30 de julio de 878 d.C.

Ante la visita de López Obrador, la Guardia Nacional sitió la zona arqueológica, aunque se realizaron ceremonias mayas.