Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Una de las estrategias más comunes para incentivar la adquisición de productos o servicios es la ampliación de plazos de pago. La lógica detrás de esto es que cuanto más tiempo tengamos para pagar, menos impacto tendrá en nuestra economía. Si bien esto puede ser cierto en situaciones específicas, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) nos advierte sobre los riesgos de esta práctica financiera. La Condusef nos insta a tener precaución al solicitar préstamos a plazos prolongados o comprar a plazos diferidos, ya que a menudo resultan en decisiones financieras perjudiciales a largo plazo debido a la acumulación de intereses. Esta situación es especialmente evidente en los préstamos de nómina y préstamos directos ofrecidos por instituciones financieras, que permiten plazos de pago de 6 hasta 72 meses o más. Aunque a primera vista un plazo largo puede parecer tentador, en realidad, esto significa que pagaremos mucho más. La razón detrás de esto es simple: en cada mes de un plazo extendido, se acumulan intereses. Dado que los intereses se calculan anualmente, cuanto más tiempo nos tome pagar, más crecerá la carga de intereses, lo que podría llevarnos a pagar el doble o incluso el triple del monto original solicitado. En esencia, la mayor parte de nuestros pagos mensuales se destina a intereses, mientras que el abono real al capital es mínimo. La Condusef nos aconseja evaluar nuestra capacidad de pago y optar por plazos más cortos siempre que sea posible, ya que, incluso si aún podemos hacer contribuciones al capital con plazos más largos, los intereses iniciales serán mucho más altos. En cuanto a las compras de bienes, aunque muchas se ofrecen a plazos sin intereses de 6 a 18 meses, lo más sensato es liquidarlas lo más rápido posible, ya que seguir pagando mensualmente implica una continua fuga de dinero. Las compras a crédito y similares representan salidas de dinero mensuales que pueden limitar nuestra capacidad de mejorar nuestra situación financiera. Aprovechar ofertas como "meses sin intereses" puede ser útil, pero siempre debemos aspirar a tener la menor cantidad posible de deudas y sanear nuestras finanzas lo antes posible; en caso de emergencias, estas salidas de dinero pueden impedirnos reaccionar como necesitamos y limitar nuestras posibilidades de ahorro e inversión, advierte la Condusef. Finalmente, es crucial evitar a toda costa los "abonos chiquitos", ya que estos pueden resultar en pagos exorbitantes a largo plazo. Las cadenas que ofrecen este tipo de modalidad de pago semanal o quincenal mínimo pueden terminar cobrando durante años, y el cliente podría terminar cubriendo dos o tres veces el precio original del bien. A menudo, cuando finalmente se liquida la deuda, la vida útil del bien ya feneció. En conclusión, la prudencia financiera implica pensar más allá de los plazos atractivos y los pagos mínimos tentadores, y en su lugar, enfocarse en estrategias que fortalezcan nuestra posición financiera a largo plazo y eviten caer en trampas que puedan perjudicar nuestra estabilidad económica. TÓMALO EN CUENTA • Al pedir un préstamo evalúa tu capacidad real y máxima de pago mensual• Trata de evitar “estirar” los plazos, pues también aumentan los intereses• Recuerda que un plazo más largo puede doblar o triplicar el costo total de la deuda• Trata siempre de aportar a capital si tienes un dinero extra, para liberarte antes• En tus compras en tiendas, sólo usa plazos en promociones a meses sin intereses• De la misma forma, trata de pagar antes de tiempo para liberar tu cartera• No acumules deudas, pues limitan tu capacidad ante emergencias, ahorro e inversión• Nunca, pero en realidad nunca recurras a compras de “abonos chiquitos”