Morelia en Boca

Disponemos de más de 200 kilómetros de costa y el Puerto de Lázaro Cárdenas está previsto para ser el mejor del pacífico en México.

Jaime Darío Oseguera Méndez

Morelia en Boca es un festival fascinante. Se ha convertido en uno de los principales escaparates de la cultura michoacana al resaltar el orgullo por nuestra gastronomía, que es al mismo tiempo gusto por la tierra, su historia, la gente y el futuro promisorio.

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El objetivo está claramente plasmado en su página: “A lo largo de 13 años Morelia en Boca ha demostrado ser uno de los proyectos gastronómicos nacionales más consolidados de la industria, por su permanencia ante cualquier circunstancia, y por siempre resaltar las riquezas culturales de México, vinculando la gastronomía con el turismo, la economía, la agricultura y toda la cadena de valor alimentaria”.

Mucha gente de buena fe y otros no tanto, se pregunta la razón por la cual Michoacán, teniendo condiciones económicas, educativas, culturales y geográficas tan favorables, los niveles de bienestar son tan contrastantes. Somos ricos, pero estamos pobres.

Conviven aquí los más diversos climas y micro climas sin extremos, con una de las mayores diversidades de flora fauna; Michoacán cuenta con tierras aptas para la agricultura y la ganadería, tal es el caso que hoy somos el primer lugar de la producción agrícola del país superando a los estados con fuerte tradición agropecuaria como Sinaloa y Veracruz.

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Michoacán es principal productor de aguacate, guayaba, limón, fresa y berries en general.  Es un estado que se ha caracterizado por contar con capital humano destacado, egresado de nuestras universidades.

Tenemos un potencial económico en general que se deriva de una ubicación privilegiada: a cuatrocientos kilómetros en diámetro de Morelia, se encuentra el cuarenta por ciento de la población de todo el país, con la ventaja de ubicarnos entre Guadalajara y CDMX los dos centros urbanos más importantes del país.

Disponemos de más de 200 kilómetros de costa y el Puerto de Lázaro Cárdenas está previsto para ser el mejor del pacífico en México.

Justamente lo que ha hecho falta es que los proyectos sean integradores, que incluyan las diferentes dimensiones de nuestra vida productiva; que sean generosos, propositivos y que al reconocer lo bueno de nuestra tradición, no nos cerremos a la modernidad. Eso es Morelia en Boca.

El Festival como institución tiene como propósito “el reconocimiento y protección de las tradiciones culinarias en el Estado de Michoacán y en todo México, promoviendo el cuidado de las tradiciones culinarias, y de aquellos quienes se dediquen a proteger y preservar los cultivos, ingredientes y técnicas gastronómicas.”

A decir de uno de los pilares e impulsor del Festival, el empresario Fernando Figueroa Silva, el tema principal de este año es “la migración, de la que todo mundo piensa que se trata de movimiento solamente de personas pero la migración gastronómica es parte fundamental de la cultura de cada pueblo, desde los orígenes de la humanidad que migra de un lugar a otro, como el cacao que es originario de México pero hoy los chocolates más famosos son los de Suiza o Bélgica; lo mismo pasa con el chile Habanero y otros productos”.

También somos el sincretismo de los sabores, olores y formas culinarias.

Nos explica con entusiasmo que participan alrededor de 20 chefs prestigiados en el mundo, lo cual viste de gala a nuestra ciudad y la pone en el centro de la cultura culinaria de México. Estará Pía Salazar considerada la principal Chef repostera del mundo, también su esposo Alejandro Chamorro propietario de uno de los mejores cincuenta restaurantes de América Latina.

En particular hay un evento que me interesa destacar: Rolando Herrera será homenajeado como migrante en la categoría de elaboración de vino. Rolando es el caso emblemático de un hombre de trabajo, esforzado, inteligente, exitoso. Conoce la industria vitivinícola de ciclo completo.

Su padre lo llevó como migrante a la zona de Napa en California, donde aprendió los rudimentos de la agricultura y en particular el cultivo de la vid. Poco a poco, con el tesón que caracteriza a los michoacanos migrantes, se involucró en la cosecha, selección y entendiendo la naturaleza compleja de la industria del vino en el mundo.

Conoce además la industria porque produce vinos de alta calidad, reconocidos a nivel internacional. Sus cosechas se han servido en la Casa Blanca a las visitas de los Presidentes Mexicanos y sus vinos tienen galardones en diferentes festivales del mundo. Es un generador de empleo, pero también es un emprendedor, creativo, exigente y perfeccionista. Hace bien el Festival en reconocer su trabajo como migrante y empresario de calidad mundial.

El señor Briz otra eminencia del mundo gastronómico fundador del famoso Restaurante El Cardenal en la Ciudad de México, promotor de la gastronomía michoacana, será reconocido y homenajeado.

Hay una característica adicional: son una plataforma para promover la cocina local y sus tradiciones a través de sus cocineras “fuimos el primer Festival a nivel nacional en poner al mismo nivel a una cocinera tradicional con un chef”. Eso porque finalmente lo están, solo que algunos chefs se sienten tocados por la divinidad. Morelia en Boca ha diseñado un encuentro que potencie nuestra cocina, los sabores e ingredientes que nos constituyen como michoacanos.

De hecho, en las clases o demostraciones de cocina del propio Festival, se logra esta convivencia entre lo local y foráneo que provoca una sinergia exitosa, atractiva, privilegiada y que pone a Michoacán en boca del mundo.

Eso es Morelia en Boca, la conjunción de esfuerzos, talento, generosidad para reconocer y honrar el talento y, en el fondo, el interés de “promover este intercambio cultural que provoca la comida, el éxodo de los ingredientes y su regreso al lugar de origen.”

Será este fin de semana en Palacio Clavijero de Morelia y hay que reconocer a los organizadores su empeño por promover sin reservas y con orgullo lo que nos constituye, lo nuestro; nuestro ADN, integrado con tierra y tiempo. Felicidades a sus organizadores. Éxito.