Javier Favela / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “Como mujer me sentí indignada y vulnerada”, manifestó Liz Hernández, diputada del PAN, ante las críticas de Octavio Ocampo, líder del PRD, en conferencia de prensa el 23 de octubre. Según dichos de Ocampo en aquella fecha en la sede del Sol Azteca y difundidos en Facebook, el exdirigente panista José Hinojosa Pérez es el autor intelectual de la “traición” del PAN en el Congreso, habiendo entregado a Morena “a sus diputados, a su esposa (Liz Hernández), a su tía (Lariza Pérez), a todos los familiares que tiene en el Congreso de Michoacán. Fue y los puso a disposición de Morena”, expresó. La diputada Hernández contraatacó con queja ante el IEM por presunta violencia simbólica (la que se basa en prejuicios y estereotipos de género). “Aquí yo fui la víctima. Yo como mujer me sentí violentada. No voy a permitir que nadie me falte al respeto”, atajó la panista, quien aseguró que su esposo no tuvo nada que ver en el contundente apoyo que dieron los 7 diputados locales panistas a la designación del nuevo auditor superior, Marco Antonio Bravo. “Esa fue una decisión de la bancada”, aseguró la licenciada en preescolar, exdocente de preescolar y exsupervisora en la contabilidad del Congreso local durante el período 2013-2021 antes de acceder a la curul plurinominal. “A mí las críticas me entran por las trompas de Eustaquio y me salen por las de Falopio”, escribió Hernández en sus redes, al tiempo que Cuquita Cabrera, la jefa estatal, emitía un extrañamiento público por la votación a título personal que dieron sus legisladores para hacer mayoría calificada con Morena, PT, PVEM y MC.