Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán Tzintzuntzan, Michoacán. Decenas de autobuses y camionetas tipo van han desfilado desde el 30 de octubre por la carretera y caminos que conectan los pueblos purépechas, teniendo como puntos principales Pátzcuaro y Tzintzuntzan; este año se vieron llegar antes y en cantidades mayores de lo que usualmente se espera año con año. Los anuncios de agencias de viaje y que inundaron las redes sociales desde meses anteriores, promoviendo variedad de tours con todo tipo de costos, surtieron un efecto positivo en la demanda de visitantes locales de ciudades cercanas como Morelia y de otros estados como Ciudad de México, Querétaro; incluso, este medio de comunicación confirmó presencia de turistas de estado del norte como Monterrey. Foto: Omar Cuiriz, La Voz de Michoacán. Si bien es común el turismo europeo, llamó la atención este año la visita de grandes grupo de visitantes españoles, que junto a grupos de orientales casi igualaron al número de paisanos y estadounidenses. PUESTOS NO DAN ABASTO Lo anterior refleja el trabajo de promoción a gran escala realizado por las autoridades del estado, el cual obligó a ampliar las zonas de venta de antojitos como pozole batido; artesanías de barro brunido; ropa de invierno tejida y bebidas desde micheladas, café y atole de pinole. Foto: Omar Cuiriz, La Voz de Michoacán. Los puestos abarcaron este año más espacio en las calles y la avenida principal de Tzintzuntzan y apenas daban abasto a marchas forzadas a los miles de turistas que comían tacos, enchiladas, quesadillas, gorditas, incluso sopas instantáneas y pizzas. TZINTZUNTZAN, EL REINO PURÉPECHA La capital purépecha cuenta con alrededor de 15 mil habitantes, de acuerdo con datos oficiales de 2020, esta cantidad se multiplicó con creces este año que seguramente romperá un nuevo récord de visitantes, así como la derrama económica. Pese a los esfuerzos de las autoridades por una logística efectiva para hacer fluir a los miles de personas en un pueblo pequeño pueblo, poco se puede hacer en los dos panteones con los que se cuentan, pues apenas tienen un corto camino de piedra y luego hay que abrirse paso en entre las tumbas que cada vez quedan más juntas por los restos de los nuevos difuntos que se van sumando. Foto: Omar Cuiriz, La Voz de Michoacán. Este año, desde antes de mediodía del 31 de octubre y 1 de noviembre, oleadas de turistas saturaron los accesos e interiores de los panteones, los pobladores que velan a sus angelitos y familiares ya están acostumbrados a las multitudes y solo se pegan a las tumbadas para dejar pasar a los visitantes y sus accidentados pasos sobre el piso de tierra y piedras. NADA IRRUMPE LA LLEGADA DE LOS DIFUNTOS Ni las carcajadas, las pláticas en voz alta, ni las pisadas e invasión de tumbas para poder pasar, distraen la tradición antiquísima de velar a los muertos. Los habitantes de Tzintzuntzan siguen con fervor prendiendo veladoras que mantienen su luz toda la madrugada, colocando ofrendas generosas y forrando con las flores amarillas de cempasúchil. Foto: Omar Cuiriz, La Voz de Michoacán. Los rezos cada hora en los panteones durante toda la madrugada del 2 de noviembre, demuestran que esta tradición mantiene su esencia: la de honrar la vida de quienes amaron y ya no están con vida en esta tierra y confiar en que los visitan y son recibidos con una ofrenda al gusto. PROCESIÓN DE ARCOS Una de las tradiciones que más impactan y que ha comenzado a extenderse a otros lugares como la capital de Morelia, es la procesión de inmensos arcos forrados de flor y cargados por los familiares de los difuntos quienes danzan con él, otros cargan frutas y velas al ritmo de música de banda. Foto: Omar Cuiriz, La Voz de Michoacán. La corona, como también se le conoce a este arco, es llevado al Atrio de Los Olivos para que sea bendecido en una misa y posteriormente ser llevado a su tumba correspondiente en los panteones. La calle principal del pueblo es el escenario de este recorrido que llena al pueblo de incienso y que tan pronto culmina, es ocupado por cientos de admiradores. Foto: Omar Cuiriz, La Voz de Michoacán.