Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La reciente destrucción de la ciudad de Acapulco a causa del huracán Otis abre la puerta para que grupos criminales aumenten su control sobre una ciudad que durante mucho tiempo ha sido un centro crucial para el narcotráfico. Las fotos y videos publicados por los medios de comunicación locales en los días posteriores a la llegada del huracán Otis a Acapulco, el 25 de octubre, muestran graves daños en la infraestructura de la ciudad y cientos de edificios en ruinas. Residentes y políticos de la oposición criticaron la incapacidad del gobierno para proporcionar la ayuda necesaria para llevar a cabo labores de rescate y limpieza adecuadas. “Todos van a ser apoyados y cuentan con nosotros”, declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador en una rueda de prensa el 27 de octubre, quizá en respuesta a las críticas. Acapulco, uno de los principales puertos del Pacífico mexicano, es un punto de entrada clave para la cocaína que se dirige desde Sudamérica a Estados Unidos. Como es habitual en otros destinos turísticos de México, la riqueza generada por el turismo en la ciudad también la ha convertido en un epicentro de extorsión y lavado de dinero. A decir de expertos de InSight Crime, Varios grupos criminales transnacionales compiten por el control del tráfico de cocaína y otras economías criminales, entre ellas el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, así como grupos locales como el Cártel Independiente de Acapulco. Además, los medios de comunicación locales también han señalado a la Familia Michoacana de ser responsable de la masacre de 13 policías el pasado 23 de octubre en las afueras de Acapulco, lo que podría ser un indicio de la creciente influencia de este grupo en la ciudad. Para InSight Crime, medio especializado en crimen organizado alrededor del mundo, las secuelas del huracán ofrecen al crimen organizado la oportunidad de sacar provecho del dinero destinado a las labores de reconstrucción y socorro en Acapulco. Los políticos y los criminales están históricamente bien conectados en Acapulco, y los grupos criminales también mantienen una influencia significativa sobre el sector de la construcción, dijo a InSight Crime Falko Ernst, analista senior de México en el International Crisis Group. “Estamos hablando de miles de millones de dólares que tienen que ser invertidos en el esfuerzo de reconstrucción”, comentó. “La construcción en México es históricamente una caja negra en la que se puede verter mucho dinero. Hay poca supervisión y muchas formas de torcer las cuentas”. Los grupos criminales también podrán redoblar sus esfuerzos de reclutamiento tras la catástrofe. Acapulco, que antes era un destino destacado para los turistas extranjeros, ha sufrido económicamente debido a años de violencia relacionada con el narcotráfico. La destrucción provocada por el huracán agravará aún más la pobreza y el desempleo, empujando a más personas hacia los grupos delictivos. “Cuando se pierde el empleo legal, se pierde el orden en las comunidades locales”, declaró Ernst a InSight Crime. “Esto permite a estos grupos ser más abiertos y agresivos en términos de proporcionar alguna forma de orden”. Históricamente, los grupos criminales han utilizado los desastres para aumentar su presencia en las comunidades, y es probable que los grupos en Acapulco hagan lo mismo. Tras las inundaciones en el estado de Zacatecas en 2021, el CJNG distribuyó ayuda a las comunidades afectadas mientras el gobierno mexicano estaba ausente. La Unión Tepito asumió un papel similar tras el terremoto de 2017 en la Ciudad de México, según un informe del medio MVS Noticias. La pandemia del COVID-19 también brindó una oportunidad para que los grupos criminales se involucraran en campañas de relaciones públicas mientras consolidaban su gobernanza local. InSight Crime informó en 2020 cómo grupos como el Cártel del Golfo, Los Zetas y Los Viagras, aprovecharon la situación para distribuir alimentos y publicar sobre sus esfuerzos en las redes sociales.